Turull: "La respuesta de ERC fue que no había nada que hablar"
El secretario general explica que se mostró dispuesto a retirar la cuestión de confianza y a cambiar la delegación de la mesa de diálogo
BarcelonaLa negociación exprés que había proyectado Junts con ERC no dio ningún fruto, y este lunes la ejecutiva de Junts se ha reunido para sacar adelante la consulta que hará que sus militantes decidan el 6 y 7 de octubre el futuro del Govern. "¿Quieres que JxCat siga formando parte del Govern de Catalunya?", es la pregunta pactada por la dirección. Hay también un preámbulo que explica que la consulta es un "mandato" surgido de la ponencia política del congreso de julio y que subraya que en la última negociación con Esquerra, los republicanos no han asumido ninguno de los tres puntos de acuerdo que Junts había puesto encima de la mesa: crear una dirección estratégica del Procés que se reuniera antes del 15 de octubre; que en la mesa de diálogo puedan participar diputados del Parlament además de consellers, y fijar las bases de la coordinación entre los grupos de Junts y ERC en Madrid.
La ejecutiva ha cerrado las bases de la consulta prácticamente por unanimidad (solo una abstención de 44) por la mañana y Turull ha dado los detalles por la tarde. Según el secretario general del partido, no ha habido ninguna opción de acuerdo con ERC porque los republicanos no han querido saber nada. "La respuesta fue que no había nada que hablar", ha aseverado, lamentando que no haya habido ningún "gesto" por parte de ERC". Junts, en cambio, sí había planteado "renuncias". Turull ha explicado que el domingo a última hora de la noche la cúpula de JxCat envió una última propuesta a Aragonès en la que se mostraban dispuestos a retirar la cuestión de confianza y también dejaban caer la petición de restituir al vicepresidente, Jordi Puigneró. A pesar de que se hayan rechazado todas sus propuestas, Turull se ha mostrado dispuesto a sentarse a hablar otra vez si los republicanos le tienden la mano. "El president siempre me tendrá a su disposición", ha dicho.
Ante esto, ¿qué defenderá el secretario general de Junts en la consulta? Ha mantenido la incógnita, pero sí ha dicho que haría llegar su posicionamiento a los militantes. "No me puedo poner de perfil". Si defenderá lo mismo o no que Borràs, partidaria de la salida del ejecutivo, se sabrá pronto. "Hasta ahora hemos ido a la par a pesar de la literatura", ha añadido, en alusión a las informaciones de los medios de comunicación sobre los debates internos en el partido. Lo que sí ha dejado claro es que la ejecutiva, como órgano de la formación, se mantendrá "neutral", que todos los afiliados del partido podrán hacer campaña en el sentido que quieran y solo ha expresado un deseo: "Espero que no empatemos". Tampoco ha avanzado qué pasará si el resultado de la consulta es contrario al posicionamiento que exprese el secretario general y la presidenta del partido. "No avancemos escenarios", ha concluido, pero sí se ha mostrado convencido de que el partido "no se romperá" por lo que salga de la votación. "Es mi obsesión", ha confesado.
Debate dentro de la dirección
Como pasa en todas las consultas que los partidos hacen a su militancia, la clave de la consulta de Junts también era la pregunta y las reglas de juego que la rigen. Y esta ha sido la discusión principal de la dirección del partido este lunes.
Había dos opciones sobre la mesa: o hacer una pregunta lo más neutra posible y dejar que fuera la militancia la que se expresara en un sentido u otro, o que desde la dirección ya se marcara una línea clara, induciendo la respuesta. La dirección está dividida 50-50 entre los miembros que propuso Jordi Turull como secretario general -mayoritariamente partidarios de seguir en el Govern- y Laura Borràs como presidenta del partido -mayoritariamente partidarios de salir-. Por lo tanto, una pregunta consensuada entre los dos sectores que empujara a la militancia hacia un lado u otro parecía, a priori, difícil de conseguir. Al final se ha conseguido una fórmula a medio camino: puede parecer que el preámbulo de la pregunta -que recuerda los incumplimientos de Aragonès- beneficia a los que quieren romper el ejecutivo, mientras que la pregunta en si, que usa el verbo seguir en vez de salir, parece que puede beneficiar a los que quieren preservar la coalición.
La última vez que los asociados de Junts se pronunciaron sobre el pacto de legislatura fue el mayo del año pasado, cuando lo firmaron el president, Pere Aragonès, y el entonces secretario general de Junts, Jordi Sànchez. En ese caso no fue una pregunta neutra sino que ya mostraba el apoyo de la ejecutiva de ese momento al acuerdo de Govern firmado con los republicanos. La pregunta fue la siguiente: “¿Apoyas la propuesta de la ejecutiva de JxCat de avalar el acuerdo de legislatura y gobierno con ERC para poner en valor el 52% del voto independentista?”. “En caso de que este acuerdo no fuera aprobado por los afiliados, Junts investirá al candidato de Esquerra y pasará a la oposición”. La militancia de Junts avaló la propuesta por un 83% de los votos.
La campaña por la consulta
Como ha explicado el ARA, los diferentes sectores del partido ya se están organizando para intentar ganar la votación. El sector más institucional -encabezado por la mayoría de los consellers del Govern- está dispuesto a defender su continuidad en el ejecutivo. En cambio, el entorno de Laura Borràs, así como dirigentes de la dirección vinculados al exilio y al ex president Carles Puigdemont, creen que no se puede seguir gobernando con Esquerra si Pere Aragonès no cambia el rumbo y también quieren hacer oír su voz. Este mismo lunes ya se han empezado a oír las primeras declaraciones.
El vicepresidente, Jordi Puigneró, por ejemplo, ha hecho un hilo en Twitter asegurando que Junts se encuentra ya a las puertas de no estar dentro del Govern. "Hace un año y medio Pere Aragonès fue investido con los votos de las CUP y de Junts. La CUP ya no está. Junts, a las puertas de no estar. Se está quedando solo. Alguien tiene que reflexionar seriamente", ha asegurado. También Jaume-Alonso Cuevillas, dirigente muy cercano a Borràs, se ha expresado ya por Twitter, donde ha anunciado que renuncia a formar parte de la sindicatura electoral para poder posicionarse contra la continuidad en el Govern.
Pero también el sector más institucional ha tenido ya un aliado a primera hora. La consellera de Exteriores, Victòria Alsina, que se ha hecho militante justo ahora del partido, defiende la permanencia en el Govern en un hilo en Twitter. "Siempre he mostrado mi compromiso con el proyecto de Junts, desde el primer día. De hecho, no hay compromiso más firme ni honor más grande que representar su proyecto político desde el gobierno de mi país". El exalcalde Xavier Trias, en el marco de la tertulia en Catalunya Ràdio, también se ha mostrado partidario de que Junts siga dentro del ejecutivo: "Sería erróneo y equivocado romper el Govern", ha asegurado.