Los últimos diez supervivientes de Ciudadanos
En Cataluña prácticamente han desaparecido y en el Estado gobiernan sólo en una cuarentena de consistorios (de 8.132)
BarcelonaUn mes y medio después de las elecciones catalanas y dos semanas después de las europeas, Ciutadans está en estado de choque. Tanto en el Parlamento como en la Eurocámara han perdido las últimas resquicias de poder institucional que les quedaban, más allá del poder municipal, que es también escaso. Para más inri, quien era el líder del partido a nivel estatal, Adrián Vázquez, saltó del barco de Ciudadanos al del Partido Popular a falta de 40 días para las elecciones europeas, y el líder en Catalunya, Carlos Carrizosa, ha dimitido esta semana. ¿Qué queda entonces de Ciudadanos?
Hasta las elecciones del 2021 el partido mantenía en Catalunya el histórico resultado de 36 diputados que logró cuatro años antes, con más de un millón de votos, que los convirtió en primera fuerza de la cámara. Y aunque llegaron a ser el partido referente del unionismo en el Parlament, nunca han conseguido la vara de alcalde en ningún municipio catalán, aunque llegaron a tener 238 concejales. De todo esto no queda casi nada. Tan sólo los dos concejales de Santa Coloma de Gramenet y el que tienen en Artés, Capellades, Lliçà de Vall, Olesa de Montserrat, Santa Perpetua de Mogoda, Palau-solità y Plegamans, Premià de Mar y Vilafant. Ellos son los diez últimos representantes en las instituciones que les quedan en Catalunya.
La cara más visible de este poder municipal es el líder de la formación en Santa Coloma, Dimas Gragera, que asume que el partido "no tiene encaje electoral": "No digo que se tenga que disolver, pero se debe redefinir", explica en una conversación con el ARA. De hecho, tras la marcha de Carrizosa está previsto que una gestora nombrada por la ejecutiva estatal de la formación pilote la dirección en Catalunya hasta después del verano, cuando se celebrará un consejo general extraordinario para plantear el futuro de la formación. Pero Gragera se autodescarta por tener ningún papel en una futura nueva dirección, pese a ser quien más poder institucional tiene ahora en Catalunya: "Si considero que no tenemos viabilidad electoral no tiene sentido que me ponga a liderar el partido", defiende.
Fuentes del partido no descartan ningún escenario en el consejo general, tampoco que el partido se disuelva, pero defienden que, aunque el contexto no es idóneo, el partido tiene músculo para resistir económicamente: "No vamos a dejar tirados a los concejales que tenemos", trasladan . Además, dicen que no sólo tienen dinero para hacer frente a la etapa que les toca vivir, sino que tienen aún suficientes simpatizantes y militantes –aunque no revelan su cifra–, y que para el 9-J hicieron campaña en todas las comunidades autónomas de España y en todas partes encontraron gente: "Siempre nos ha recibido alguien", relatan.
Alcaldías fuera de Cataluña
Más allá de Cataluña, el escenario es igualmente desolador en el ámbito autonómico. Tras el último ciclo electoral del 2023, perdieron todo el poder que habían tenido, y tan sólo mantenían a un representante en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea. Pero ni Igea se puede contar como representante de Ciutadans, porque ya hace más de un año que fue expulsado del partido, está en el grupo mixto del Parlamento autonómico y ha acudido a la lista de Izquierda Española en las elecciones europeas, uno partido que quedó por detrás de la candidatura de Jordi Cañas, a casi 100.000 votos de distancia.
Pero si a algo pueden contagiarse es en el poder municipal que les queda cuando salen de Catalunya. Pese a que en el 2023 cayeron de casi 3.000 concejales en los actuales 392, han logrado retener a una cuarentena de alcaldías bajo la marca de Ciutadans, además de una treintena en coalición con el partido Tú Aragón. La mayoría están en municipios pequeños, de menos de 10.000 habitantes, y el pueblo donde gobiernan que tiene más población es El Astillero, en Cantabria, que tiene 18.220. Gobiernan, además, con mayoría absoluta, con 15 de los 17 representantes del pleno.