El Ventorro: todas las contradicciones de una comida que ha dejado en evidencia a Mazón
La Generalitat Valenciana tardó diez días en revelar que el presidente había comido con la periodista Maribel Vilaplana
Barcelona"Por favor, no me metas en este follón". Esto es lo que le pidió Maribel Vilaplana a Carlos Mazón cuando llegó a casa tras la polémica comida el día de la dana y se percató de la gravedad de las inundaciones, que acabarían saldando con 229 víctimas mortales. El caso es que los cambios de versión que han ido dando tanto el presidente valenciano como la periodista han convertido la comida de casi cuatro horas en El Ventorro en la prueba más impactante de la gestión negligente del jefe del Consell el 29 de octubre de hace un año. Y eso ha hecho que Vilaplana –que el sábado sufrió un ataque de angustia que hizo que la ingresaran en un hospital durante unas horas– haya terminado declarando este lunes por la mañana ante la jueza que investiga la gestión de la dana.
La declaración de la comunicadora ha llegado después de que en septiembre rompiera el silencio y en una carta abierta cambiara la hora del final del almuerzo: dijo que habían terminado entre las 18.30 y las 18.45 horas, una hora más tarde de lo que había afirmado diez meses antes. Entonces, a través de una fuente autorizada por la informadora, Vilaplana aseguró que el encuentro con el presidente en un reservado del restaurante había sido entre las 15.00 y las 17.45 horas. La Generalitat también dijo en un primer momento que Mazón había llegado a la Generalitat a las seis de la tarde. La Audiencia de Valencia considera que la periodista puede ofrecer información "interesante para la investigación", que "solo ella, el presidente de la Generalitat y sus interlocutores podrían conocer".
Y es que las mentiras alrededor de esa comida han sido una constante desde el principio. El presidente valenciano y su equipo rehuyeron contar con quién había comido el 29 de octubre, pero al cabo de unos días Mazón se limitó a decir que se trataba de una comida "privada". El jueves 7 de noviembre cambió su versión y dijo que era un "comida de trabajo" sin concretar. Al día siguiente, diez días después de la catástrofe, varios medios revelaban quehabía comido con Vilaplanapara ofrecerle, según la versión de Presidencia, la dirección de À Punt. Sea como fuere, este "comida de trabajo" no constaba en una agenda que estaba en blanco tras el encuentro con sindicatos y empresarios del mediodía.
De hecho, el presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, destapó otra contradicción: explicó que se había reunido con el gobierno a las 13.45 horas y no a las 15 horas como dijo la Generalitat. En el comunicado para informar del almuerzo, Presidencia justificó la demora a la hora de revelar con quién había comido Mazón diciendo que Vilaplana trabajaba "en una compañía audiovisual y de comunicación" y no querían "comprometer su situación laboral y profesional". La periodista ejerce de portavoz del Levante CF y no trabaja en ningún medio de comunicación.
En ese comunicado, Presidencia aseguró que durante el almuerzo "el presidente recibió información de la evolución del temporal por parte de la consellera, que ya estaba con su equipo de Emergencias siguiendo y supervisando la evolución de la situación desde el centro de mando de Eliana". El listado de llamadas que realizó por la tarde, facilitado por el propio Mazón, demuestra que el presidente valenciano estuvo desconectado de lo que ocurría fuera del restaurante hasta las 17.37 horas, cuando realizó la primera llamada de la tarde, a la consellera de Interior, Salomé Pradas. Esto pone en evidencia que no estaba informado puntualmente de lo que iba pasando, al contrario de lo que en estos momentos todavía defiende Mazón. Pero es que en esa llamada Pradas le advirtió que la toma de Forata peligraba y Mazón tampoco dio la sobremesa por terminada.
Del listado de llamadas facilitado por Pradas al juzgado de Catarroja se desprende que en momentos clave en la toma de decisiones Mazón no le cogió el teléfono. De las cuatro llamadas que no fueron atendidas por Mazón, una fue a las 16.29 horas, media hora antes de que arrancara el Cecopio, cuando él estaba en El Ventorro. Otras dos fueron a las 19.10 y las 19.36, cuando se debatía el envío del ES-Alert a toda la provincia de Valencia después de que la alcaldesa de Paiporta hubiera trasladado a Bernabé que su pueblo se estaba inundando. Luego sí le cogió el teléfono, y fue entonces –que todavía estaba en El Ventorro– cuando le informó de la posibilidad de enviar el ES-Alert. Hasta ahora Mazón siempre ha negado que le informaran de esta posibilidad durante el almuerzo, para desvincularse el envío tardío de la alerta. La primera llamada que no le había cogido fue a las 12.52, después de que la delegada del gobierno, Pilar Bernabé, ofreciera en Pradas el despliegue del UME en Utiel.
El vídeo que Vilaplana le enseña de Utiel
Mazón supo lo que estaba ocurriendo en Utiel por un vídeo que le habría mostrado la periodista Maribel Vilaplana, tal y como explicó el ARA hace ya un año. La periodista recibió un mensaje de una persona cercana con un tuit de À Punt en el que el alcalde de Utiel alertaba de la situación crítica que vivían en su municipio con un vídeo e instaba a los vecinos a no salir de casa. El mensaje lo recibió a las 17.39 horas y, apenas seis minutos después, Mazón llamó al presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, para pedirle el teléfono del alcalde de Utiel. Sin embargo, Mazón no acabó llamando al alcalde. Mazón afirmó que había hablado con diferentes alcaldes para abordar la tragedia, pero en el listado de llamadas de la tarde que Mazón facilitó hace quince días sólo consta una llamada a un alcalde, el de Cullera, a las 18.28 horas, cuando todavía estaba en El Ventorro. El alcalde calificó esa llamada de esperpéntica, porque el presidente simplemente le había dicho que se guardara su número de teléfono, pero no le informó de ninguna medida. Que Mazón no mostraba "signos de preocupación" lo dijo también el entorno de Vilaplana en la primera comunicación con los medios.
Vilaplana, sin embargo, también está en el ojo del huracán por las diferentes versiones que ha ido dando. En la carta abierta dio a entender que Mazón se había quedado en el restaurante cuando ella se marchó, pero la semana pasada se hizo público que Mazón habría acompañado a Vilaplana en el parking sobre las 18.45 horas, cuando el gobierno español ya había recomendado enviar la alerta masiva, según confirmó la cabeza del 112 esta semana. Varios medios también publicaron la semana pasada que, tras este almuerzo, Mazón se había ido a casa, en lugar de ir directamente al Palau de la Generalitat para seguir la evolución de la emergencia, pero fuentes de Presidencia lo niegan y aseguran que el presidente valenciano se fue a pie al Palau después de despedir.