¿La visita del rey Felipe VI evidencia un giro político de Montserrat?
El papel político del monasterio ha estado en el punto de mira y ha generado diversidad de opiniones, mientras que la abadía niega ningún cambio
BarcelonaLa invitación de la abadía de Montserrat al rey Felipe VI para que participara en un acto del milenario causó protestas y malestar en el independentismo y el catalanismo católico. La visita, que se produjo después de que la Casa del Rey expresara que quería tomar parte, según algunas voces consultadas por este diario, supone un paso más de un giro político de Montserrat alineado con elstatu quo, mientras que otros como la abadía lo niegan de pleno. ¿Ha habido un giro?
Desde la abadía, fuentes consultadas dejan claro que "no ha habido ningún giro" y que el compromiso con Catalunya es el de siempre. Montserrat, defiende "mil años de estabilidad en nuestra cultura catalana, a la que hemos acompañado en todas las circunstancias de su historia y de sus expresiones, muy notablemente en la evolución de su lengua". También ha reivindicado la "fidelidad al país y la cultura" en numerosos actos, defendiendo "la preservación de la lengua y la identidad" como un "reto importante" Foros de Vanguardia a principios de junio. Allí dijo unas palabras que no han gustado a algunos sectores, como que "a Montserrat también le toca retirarse un poco de ese papel que hizo de protección en los años 60 y 70", un "papel político" entonces muy intenso, y recalcó que "en cuanto a las relaciones entre Cataluña y España, estamos en un camino" creo que la sociedad está más tranquila".
La abadía aclara que comparó el papel de Montserrat respecto a los años 60 y 70, en plena dictadura, no respecto a los 90 o el 2017; que el monasterio tiene una tarea fundamentalmente espiritual; que defiende la identidad y cambió la identidad, y que Gasch no alabó. asuntos eclesiales Ignasi Moreta asegura que con su actuación, el abad "se está alineando con elstatu quoA su juicio, mientras que Gasch dice que "no deben hacer ninguna acción política, recibir al rey es una acción política, algo que es incongruente, y das el mensaje de normalidad de Salvador Isla". "no dimita de esta función" catalanista.
Asimismo, el presidente de la Liga Espiritual de la Virgen de Montserrat, Joan Maluquer, comenta que "hay actuaciones" que les pueden "incomodar" como la visita del rey, contra quien expresaron "el rechazo del pueblo catalán" en un comunicado. Ahora bien, no critica al abad porque "es un papel bastante complicado" y ha tenido "muchos condicionantes" en la visita. Le hubiera gustado que hiciera un discurso "más explícito" –ante un rey "en la línea del 3 de Octubre"–, pero confía en que "el río volverá al cauce" y que Montserrat "seguirá ejerciendo este papel" de compromiso catalanista. Un clamor por el que presiona, mientras recuerda que "el monasterio y la historia de mil años están por encima de las personas".
Por otra parte, algunas fuentes eclesiales consultadas remarcan que "mucha gente, desde el catalanismo cristiano, se queja de que Montserrat lleva una línea que no es la adecuada". También remarcan que "debe hacer pensar" que el bloque católico ultraconservador y españolista Germinans Germinabit loas Montserrat y pusiera como estandarte al padre Bernat Juliol –mientras que cuando Gasch se convirtió en abad le criticaron por catalanista–. "No es la línea que llevaban el abad Josep Maria Soler o Cassià Maria Just", rematan. muchas opiniones sobre el papel de la abadía con esta visita.
En el 2013, cuando Gasch era sólo monje, firmó un manifiesto a favor del derecho a decidir de Catalunya, una posición a la que no ha renunciado, según fuentes consultadas. la institución: "El rey quiso que se le invitara y se le invitó para una jornada para hablar de paz y no podía haber ningún tipo de violencia". ser el saludo abacial del rey a Gasch, con inclinación de cabeza –aunque protocolariamente sólo está obligado a hacerlo al Papa–, y el abad lo recibió con los honores episcopales como el solideo, un privilegio de Montserrat. contada": "Crece con el ambiente del progresismo católico y sorprende que cuando obtiene el poder adopta una política tradicional", sostiene. Gasch tiene unas raíces familiares vinculadas al cristianismo de base: sus padres, Angelina Hurios y Josep Maria Gasch, fundaron el Colectivo Ronda, de abogados laboralistas progresistas, y de emblemática por el catolicismo de tendencia izquierdista.