Volver a ser Convergència: el debate que Junts seguirá sorteando en su congreso

BarcelonaMientras crece la crisis en Esquerra, en Junts viven un aparente romance interno. Es la primera vez desde los años más álgidos del Proceso que no son ellos los que se destripan públicamente sino sus ex socios, los republicanos. Ahora bien, Junts tiene una fecha rodeada en el calendario que es clave para su futuro, el fin de semana del 27 de octubre. A diferencia de otros congresos, no existe tensión visible ni tampoco la expectativa de pugna por el liderazgo, ya que todos los cuadros están pendientes de una persona: Carles Puigdemont.

Su hiperliderazgo ha aplacado la disidencia interna, ya que es el único dirigente dentro de Junts que ninguno de los sectores del partido se atreve a cuestionar y que actúa como nexo de unión. Por eso la mayoría de fuentes asumen que el congreso se convertirá en un trámite para formalizar lo que ya es una realidad: que en JxCat manda Puigdemont. Hasta ahora militante de base, está por ver cuál será el encaje orgánico para plasmar esto. Como siempre, la trayectoria del expresidente está llena de giros de guión, y no habrá nada seguro hasta que él lo confirme. Tiene tiempo hasta el final: las candidaturas no deben presentarse hasta el mismo congreso.

Si Puigdemont decide dar el paso, Laura Borràs, que ocupa la presidencia del partido, tendrá que dar un paso al lado. ¿Para ir dónde? Su encaje no está claro, pero ya lo ha abordado directamente con Puigdemont en Waterloo. Ella quiere mantenerse en la cúpula. Jordi Turull, a su vez, también quiere mantenerse en la secretaría general.

En todo caso, el borrasismo, que ha ido perdiendo peso en los últimos tiempos –sobre todo después del asunto Casol y Madaula–, ya no controla a los sectores que se consideran más a la izquierda de Junts. Quien está articulando este espacio es el nuevo diputado Agustí Colomines, que fue un fichaje directo de Puigdemont para las listas del 12-M y está en ascendencia dentro de la formación: le han incorporado, por ejemplo, a la dirección del grupo parlamentario y es uno de los que, sin carnet del partido, está en una ponencia en el congreso: el estratégica.

La discusión Colomines-Madí

Por eso es relevante que fuese él quien discutiera sobre qué debe ser Juntos con uno de los dirigentes más influyentes del antiguo espacio convergente, David Madí. El exdirigente de CDC aseguraba el domingo en Agenda Pública que el 1-O "es ya cosa de los libros de historia" y que era necesario "resituar Junts y una estrategia del soberanismo habiendo aprendido de todo lo ocurrido". "La figura de Puigdemont es imprescindible para transitar hacia el nuevo escenario, pero él sabe que su cuenta atrás ha empezado", decía. Colomines le respondió a la red X: "La política es para gente adulta y no para un grupo de farsantes que quieren salvar la piel a costa de enterrar a Puigdemont y el independentismo representado por JxCat. Madí huele a naftalina y si lo que busca es un líder político de la derecha, que mire hacia otro lado".

Madí no tardó en contestarle en privado. "El 12-M es un desastre que nos negamos a analizar como un partido maduro". Y apuntaba que el partido debe decidir: "Seguir por el mismo camino, lo que sólo conseguirá deslizar el soberanismo hacia la irrelevancia y profundizar las divisiones y el aislamiento (...) o coger el toro por los cuernos y sin renunciar a nada dotar Juntos de un proyecto que le haga mayoritario al menos para ganar elecciones". ¿Saldrá esta discusión en el congreso? La posición de Madí incorpora una dosis de crítica contra Puigdemont y hasta ahora nadie se ha mostrado dispuesto a contradecir al expresidente.

Alfred Bosch es uno de los impulsores de la candidatura de ERC Foc Nou, que aspira a disputar el liderazgo del partido a los roviristas, Oriol Junqueras y el Col·lectiu 1-O. Haciendo honor al nombre de la candidatura de la que forma parte, al exconseller se le vio con una antorcha encendida en la mano haciendo camino hacia el Fossar de les Moreres en el acto que se celebra cada año para celebrar la Día Nacional de Cataluña.

El alcalde de Girona, Lluc Salellas, se atrevió con una porra sobre el Girona-Barça de este domingo, a petición de los periodistas, en la rueda de prensa tras una reunión con el presidente Salvador Illa en Palau: 3 a 1 por los de Michel. Luego fue el turno del consejero de la Presidencia, Albert Dalmau, que, bromeando, se quejó de que a él no le habían pedido que la hiciera. Pero, cuando le preguntaron, evitó mojarse.