La DANA impulsa la extrema derecha en el País Valenciano y las izquierdas podrían derrotar a Mazón
Las catástrofes y la mala gestión política no siempre perjudican las expectativas electorales de los partidos que gobiernan, especialmente a largo plazo
BarcelonaMientras eloposición y el calle aumentan la presión política para que dimita el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, una gran duda planea sobre las zonas todavía embarradas de l'Horta Sud: los potenciales efectos que la DANA puede tener en el comportamiento electoral. Como bien contaba David Miró hace unos días, la catástrofe del temporal abre una ventana de oportunidad para que el gobierno español pueda desplegar algunas decisiones de envergadura con el deseo de encontrar una menor resistencia de la que habría experimentado antes de la DANA.
Con todo, ¿los desastres naturales provocan un cambio sistemático en los patrones de voto? La evidencia empírica sobre la DANA del País Valenciano es aún escasa. Los pocos sondeos que tenemos nos indican que buena parte de la responsabilidad de la tragedia se atribuye al gobierno de Carlos Mazón, aunque el gobierno central tampoco sale bien parado, sobre todo entre el electorado de derechas. Las primeras proyecciones de voto muestran que, si mañana se hicieran elecciones, las diferencias dentro de cada bloque ideológico se reestructurarían, sobre todo con un aumento de la extrema derecha, pero el bloque conservador podría mantener la mayoría. Vox podría crecer hasta siete diputados y el PP perdería once, lo que abriría una posibilidad para las izquierdas: el Partido Socialista perdería a un diputado y Compromís ganaría cinco.
Para tener parte de la respuesta final habrá que lógicamente esperar a las próximas elecciones, previstas para 2027, pero podemos dar un primer paso en la resolución de la duda fijándonos en cómo la ciudadanía procesa este tipo de eventos. académicos, el cambio climático suele ser una temática de importancia secundaria que se convierte en prioritaria cuando hay desastres naturales, pero por un período corto de tiempo. cuestiones relacionadas con el medio ambiente se filtran según las gafas ideológicas de cada uno. Esto lo vemos, por ejemplo, en la encuesta publicada por el CIS este noviembre pasado. las respuestas varían sustancialmente en función de las preferencias políticas de cada uno. Así, mientras un 60% de los votantes de Vox y un 67% de los del PP consideran que los desastres naturales aumentarán, el porcentaje sube al 80% o más entre los votantes de partidos de izquierdas. los demás, para que, sea cierto o falso, la percepción de una parte de la ciudadanía es que el rival también tiene la culpa y, "si hubieran gobernado los otros, lo habrían hecho igual de mal".
Los incendios de 1998 en la Catalunya Central
En los últimos años tenemos numerosos ejemplos de estudios que muestran cómo los desastres naturales pueden cambiar el voto. Se ha mostrado que el Partido Verde alemán incrementó su apoyo en las zonas más afectadas por las inundaciones de 2021; que los votantes en Suiza cambian su voto después de un desastre climático, o que el huracán Ian o el Katrina en Estados Unidos aumentaron la participación electoral, sobre todo de electores que a menudo no votaban. Más cerca, y aunque cualitativamente distinto, los desastres y su conexión con el voto se nos quedan grabados en la memoria, como el ataque terrorista de 2004 en Madrid, perpetrado unos días antes de las elecciones generales.
He aquí el quid de la cuestión: los desastres, también los naturales, se nos quedan grabados en la memoria, y también muy a menudo su conexión con el voto. Sin embargo, esto no significa que el comportamiento electoral acabe variando. Por cada ejemplo de un desastre que haya producido un cambio de voto, podemos encontrar otro en el que no haya sido así, como los desastres del Prestige del año 2002, justo antes de las elecciones municipales de 2003, o el terremoto de Lorca (Murcia) de 2011, días antes de las municipales del mismo año, con un efecto despreciable en los resultados.
Un buen ejemplo más cercano es el de los incendios que afectaron a la Cataluña Central en 1998, considerado uno de los fuegos más rápidos registrados en Europa hasta entonces y con una importante afectación en todos los ámbitos. se afirmó de forma reiterada– que el desastre supuso el comienzo del fin de la hegemonía de CiU en el Solsonès y en las comarcas vecinas. esta afirmación no cuadra con la realidad.
Por tanto, pasado el efecto inicial, todo parece indicar que los desastres naturales se canalizan vía la (rifirrafe) política tradicional, lo que significa que, si los partidos confían en sacar. 'profit', esperar con los brazos cruzados sería una imprudencia y les convendría más emplear esfuerzos en la definición de la estrategia política y sus propuestas.
Los militares que gobiernan la política
El presidente valenciano, Carlos Mazón, ha otorgado la responsabilidad de la reconstrucción de la DANA en el teniente general Francisco José Gan Pampols, vehiculada a través de una nueva vicepresidencia para la Recuperación Económica y Social. No es el único procedente del ejército. Pocos días después se anunció que el general de brigada Venancio Aguado de Diego asumiría su secretaría autonómica. La desvinculación del ejército al poder político y civil es uno de los grandes hitos en la construcción del estado liberal democrático. De hecho, si miramos a los países que tienen militares como ministros, vemos que los que encabezan la lista son todos estados autocráticos. De la Unión Europea no aparece ninguna.