Al menos 10 muertos y varios desaparecidos en el naufragio de un pesquero gallego en Canadá

MADRIDTragedia en aguas canadienses. Al menos diez marineros han muerto en el naufragio de un barco de pesca de origen gallego que se hundió ayer de madrugada en Terranova (Canadá), según las últimas informaciones de la Xunta de Galicia. El gobierno español sigue el accidente “con inquietud”, porque las labores de búsqueda y rescate todavía continúan y, al cierre de esta edición, había 11 desaparecidos. Hoy por hoy, de los 24 tripulantes del barco solo tres han sido rescatados con vida. Los supervivientes presentaban un “shock hipotérmico” porque “la situación de las aguas de Terranova era muy mala y “la temperatura es terrible”, explicaba ayer la subdelegada del gobierno español en Pontevedra, Maica Larriba.

“La situación en las aguas de Terranova era muy adversa”, subrayó en declaraciones a TVE. También destacó que en la zona del accidente todavía no había salido el sol cuando se produjo el hundimiento y, por lo tanto, “hasta ahora no se tenía información”. De hecho, ayer al atardecer el barco todavía estaba hundido y no se había encontrado, aseguraban desde el Centro de Coordinación de Rescate de Halifax a Europa Press.

Fuentes de Salvamento Marítimo explicaron que los tres miembros de la tripulación rescatados estaban en un bote salvavidas localizado al lado del barco hundido, y los siete primeros cuerpos encontrados sin vida en otro; las tres víctimas mortales restantes las han encontrado los varios barcos que participan en las tareas de rescate. Entre las personas rescatadas con vida estaba el patrón del barco, Juan Padín, según dijo la alcaldesa de Cangas, Victoria Portas, que señaló que el sobrino de este hombre era una de las otras personas rescatadas.

Dos personas más a bordo 

El pesquero, con base en la ciudad de Marín (Pontevedra), naufragó a las seis de la mañana, hora española, con una tripulación de 24 personas, dos más de las que constaban en los documentos de Salvamento Marítimo debido a cambios en el embarque final. De la tripulación, 16 personas eran de nacionalidad española y el resto eran tripulantes de origen peruano y de Ghana. 

“No recuerdo un accidente de esta magnitud en un municipio como este [Marín]. Nos estamos coordinando con todas las administraciones”, declaró la consejera del Mar de la Xunta de Galicia, Rosa Quintana, unas palabras que también compartió la alcaldesa de Marín, María Ramallo. “Para el pueblo y para toda la comarca es un golpe muy duro”.

En las tareas de rescate participan varios pesqueros que estaban en la zona, y con los cuales sí se pudo establecer contacto, como el Novo Virxe da Barca, de bandera portuguesa, y el Playa de Menduíña 2, también de origen gallego. De hecho, fue este último el que se encontró, poco después de las diez y media de la mañana, el bote salvavidas con los tres supervivientes y la barca con los siete primeros cadáveres, además de objetos procedentes del naufragio. Dos cuerpos más los encontró el Nexus canadiense y el décimo el Franca Morte portugués.

La subdelegada del gobierno español en Pontevedra también explicó que las autoridades canadienses rastreaban la zona. De hecho, Feijóo dijo que habían activado todos los canales diplomáticos con Montreal y Terranova para poder facilitar cualquier noticia a los familiares tan pronto como fuera posible. El presidente gallego también anunció que el gobierno autonómico decretaría una jornada de luto oficial. “Otra vez las personas del mar reciben un golpe durísimo”, tuiteó Feijóo.

El Villa de Pitanxo era un barco que tenía 50 metros de largo y 10 de ancho y pescaba en los caladeros de la Organización de la Pesca del Atlántico Noroccidental. El último gran accidente en alta mar y de las mismas características fue el 10 de marzo de 2014, cuando un pesquero gallego naufragó ante el Cabo Peñas, en Asturias, y perdieron la vida ocho tripulantes.