Quince detenidos, en su mayoría menores, en la marcha propalestina de Barcelona, marcada por los disturbios y las cargas policiales

BarcelonaCataluña ha vivido este miércoles un día de paros, cortes de carreteras y vías de tren que han complicado la movilidad durante horas y manifestaciones en distintas ciudades para denunciar la situación en Gaza. La huelga convocada por sindicatos minoritarios y los paros de dos horas por turno amparados por las centrales mayoritarias (CCOO y UGT) apenas han tenido eco en los centros de trabajo. En cambio, la jornada sí ha tenido una respuesta reivindicativa en las calles, con manifestaciones por la mañana y por la tarde que en Barcelona han superado en su conjunto a las 22.000 personas, según datos de la Guardia Urbana.

La manifestación más concurrida ha sido la convocada por Prou ​​Complicidad con Israel y la Comunidad Palestina de Catalunya, que por la tarde ha reunido a 15.000 personas, que han salido de la plaza Països Catalans, junto a la estación de Sants, donde durante la mañana ha habido enfrentamientos entre nadie han cerrado a los edificios. Quince personas han sido detenidas acusadas de altercados, de las que once son menores de edad.

Cuando el grueso de los manifestantes llegaron a la altura del Consulado de Israel se encontraron con un edificio totalmente blindado por la policía, que había instalado vallas para protegerlo. De nuevo grupos de manifestantes han movido contenedores para impedir el movimiento de los vehículos policiales y han lanzado cohetes y piedras. Los agentes han vuelto a cargar para dispersar estas acciones a porrazos, gas pimienta y algún proyectil de foam. Al menos una de estas balas ha impactado contra el brazo de una persona. Comuns ha anunciado que pedirá formalmente la petición para que la consejera de Interior, Núria Parlon, y el director de la Policía, Josep Lluís Trapero, comparezcan en el Parlament para dar explicaciones del uso del gas pimienta. Las cargas han provocado heridas en varios participantes, y algunos compañeros les han socorrido echarles agua a los ojos para calmarles el picor. También la CUP ha denunciado que los agentes utilizaran el gas irritante contra los manifestantes, entre ellos el diputado cupero Xavier Pellicer.

Por la mañana, el punto más caliente después de la manifestación que habían convocado sindicatos de estudiantes ha sido la estación de Sants. Los Mossos han dispersado a porrazos a los manifestantes que quedaban una vez disuelta la protesta y un grupo de manifestantes ha atacado un restaurante de comida rápida, que horas más tarde ha vuelto a ser la diana de piedras y bengalas en la manifestación de la tarde. Furgones de los antidisturbios se han activado y se han centrado en detener a los jóvenes que querían irrumpir en la estación.

Donde sí que los manifestados han conseguido bajar a las vías ha estado en Manresa. La acción ha provocado el corte durante un par de horas de las líneas R4 (de San Vicente de Calders en Manresa) y RL4 (de Barcelona a Lleida por Manresa) y que se activara el plan de emergencia Ferrocat. En la calle, la capital bagenca también ha acogido una manifestación: cientos de personas han intentado sin éxito impedir que los jugadores del Hapoel Jerusalén llegaran al Nou Congost para disputar un partido de baloncesto contra el Maxi Manresa. La comitiva visitante ha entrado en el pabellón entre gritos de "boicot a Israel", pero no han afectado a la competición. También ha habido protestas en otras ciudades catalanas, como Girona o Tarragona, donde se han oído lemas a favor de Palestina y de Gaza y en contra de Benjamin Netanyahu.

Escaso seguimiento

La repercusión en las calles no ha tenido una correspondencia en los sectores productivos del país. La demanda eléctrica es un claro ejemplo de ello. Según Red Eléctrica, el operador del sistema, la demanda de energía eléctrica en España este miércoles se ha mantenido en línea con la demanda del lunes y el martes, y similar a la prevista para el jueves. Por lo que respecta a la incidencia en las empresas, se ha limitado a concentraciones en algunos centros de trabajo. Según CCOO, en los turnos de madrugada y de la mañana estos paros se habían seguido en un millar de empresas. La secretaría general del sindicato, Belén López, reivindicó la huelga parcial para dar un "paraguas" a los trabajadores para mostrar su solidaridad con Palestina y la condena a Israel, y animó a la ciudadanía a acudir a la manifestación unitaria de este miércoles por la tarde en Barcelona. "Sin el derecho a la vida no existen los derechos sociales y laborales", añadió López. Camil Ros, secretario general de UGT de Catalunya, ha dicho que la huelga sirve para que los trabajadores catalanes se solidaricen con los palestinos, y que pese al alto el fuego firmado esta misma semana se ha decidido mantener la convocatoria de huelga para reivindicar un "alto el fuego definitivo y permanente" y posteriormente una "paz verdadera y duradera".