6.500 personas desalojadas en Barcelona la primera noche sin toque de queda
Salut defiende que "la mayoría de la población" no fue a las concentraciones y Batlle cree que la situación se "tranquilizará"
BarcelonaHasta 6.500 personas desalojadas en una treintena de espacios diferentes de Barcelona, como la plaza Universitat, las plazas de Gràcia, el Arc de Triomf y la playa de Bogatell, durante la primera noche sin toque de queda. Después de que se acabara el estado de alarma a la medianoche, algunas calles de Barcelona se llenaron de gente que quiso celebrarlo haciendo botellón, con música, sin distancia social y en muchas ocasiones sin mascarilla, como si se tratara de una fiesta de Fin de Año.
El director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha afirmado que, menos algunas concentraciones en Lleida, Girona y Cambrils, la mayoría de las aglomeraciones se dieron en la capital catalana y ha calificado de "intolerable, irresponsable e insolidario" el comportamiento de estas personas. Después de reconocer que se trata de una parte "minoritaria" de la población y que ya se esperaban que hubiera este efecto de tapón "de botella de cava", ha admitido que las autoridades sienten "un punto de decepción". "Se ha acabado el estado de alarma, no la pandemia, tiene que prevalecer la autorresponsabilidad", ha afirmado en declaraciones a Efe.
"La gente que ha estado sufriendo y que sigue sufriendo no se merece escenas como estas. Las personas que están al pie del cañón, los sanitarios y los equipos de emergencias, los que han tenido víctimas en su familia, los ingresados en los hospitales, no se merecen este tipo de imágenes", ha insistido el director general de los Mossos, Pere Ferrer. "El riesgo no es que la policía te multe, el riesgo es que te contagies y que contagies a otras personas", ha apuntado Ferrer, que ha pedido precaución para que no se cronifiquen ni repitan en los próximos días imágenes "muy preocupantes".
El teniente de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha admitido en una entrevista en RAC1 que las imágenes que se han visto en las redes sociales son preocupantes porque muestran "actos de absoluta irresponsabilidad", la mayoría protagonizados por personas jóvenes, que es un colectivo que todavía no está recibiendo la vacuna. Batlle ha hecho un llamamiento a la responsabilidad colectiva para evitar que estas imágenes se repitan en el futuro y ha confiado que la situación se vaya "tranquilizando" durante los próximos días. La noche, ha dicho, acabó "sin accidentes" porque los grupos se dispersaban con la presencia de los agentes, pero sí que se impusieron "algunas sanciones".
El secretario general de Salut, Marc Ramentol, ha querido destacar que, si bien muchas personas salieron a la calle pasada la medianoche, "la gran mayoría" de la población no lo hizo. En una entrevista en el canal 3/24 ha insistido que, después de 195 días de toque de queda, "es muy importante" destacar que la mayoría de los ciudadanos no han ido a las concentraciones y que una muestra de este comportamiento es que las actuaciones que han tenido que hacer los Mossos "no han tenido nada que ver con" lo esperado, según el plan que se había preparado.
Dispositivo de ocho horas
Conscientes de que la recuperación de la libertad nocturna favorecería conductas incívicas y aglomeraciones en las calles, los Mossos d'Esquadra y las policías locales habían preparado un dispositivo especial de ocho horas, desde la medianoche hasta las ocho de la mañana, de dimensiones similares a los que se despliegan durante las nochevieja o la verbena de San Juan y muy focalizados en las playas. En Catalunya Ràdio, Batlle ha dicho que el objetivo de los cuerpos de seguridad ha sido garantizar la convivencia y la seguridad ciudadana y minimizar el riesgo de contagio.
Este último punto ha sido el más conflictivo porque la gente no mantenía la distancia de seguridad ni llevaba mascarilla. "Pero la mayor parte de la población entiende que la lucha contra la pandemia no ha acabado", ha defendido Ramentol, que ha reiterado que, a pesar de que se ha dado por acabado el estado de alarma, es necesario el uso de la mascarilla, mantener la distancia entre personas y lavarse a menudo las manos.
A pesar del cierto optimismo de Salut, las reacciones a estas imágenes festivas no se han hecho esperar. El presidente del Colegio de Médicos, Jaume Padrós, ha asegurado que está "muy preocupado" por las imágenes "temerarias" que se compartieron en las redes en que se veían aglomeraciones de jóvenes sin mascarilla. "Demasiada gente celebrando el fin del toque de queda como si fuera la nochevieja", ha lamentado. Padrós ha hecho un llamamiento a la "responsabilidad" recordando que la pandemia no ha desaparecido. "Temo las consecuencias", ha añadido.
El ocio nocturno podría reabrir en verano
Batlle ha asegurado que la reapertura de bares y restaurantes a partir de este domingo de manera ininterrumpida hasta las 23 horas evitará que se repitan concentraciones en espacios públicos como las de esta madrugada, y ha recordado que el consistorio colabora con las autoridades sanitarias para elaborar un plan sectorial para el ocio nocturno. La patronal del ocio nocturno Fecasarm, sin embargo, denuncia que la previsión de la Generalitat es que esta reapertura podría tardar "un par de meses" todavía. Un horizonte que ha confirmado este domingo el secretario general de Salut, Marc Ramentol, que cree que a principios de verano estos locales podrán retomar su actividad.
El facultativo ha atribuido el cierre del sector al gobierno español: "Hay una prohibición de ámbito estatal que impide, por ahora, su apertura en forma de una acción coordinada adoptada por el ministerio de Sanidad desde el 14 de agosto del año pasado". Sin embargo, también ha admitido que lo ve como una medida acertada atendiendo que la mayoría de clientes habituales de los locales de ocio nocturno son jóvenes, el colectivo que tiene más interacción social, y que todavía no están vacunados.
El 80% de los de más de 60 años tienen la primera dosis
Ramentol ha subrayado que Catalunya está viviendo días que marcan "un punto de inflexión" pero no tanto por el final del estado de alarma como por el hecho de que el 80% de los catalanes más mayores de 60 años ya han recibido al menos una dosis de la vacuna. "Este –ha añadido– era el primer gran objetivo de la campaña de vacunación. El riesgo de muerte prematura o de ingresar en una UCI se dispara a partir de los 60 años".
En efecto, el departamento de Salut prevé administrar un récord de 400.000 dosis esta semana. "Esperamos acabar mayo habiendo vacunado a las personas de más de 50 años", ha pronosticado el secretario general de Salut. Y de momento la convocatoria es un éxito: solo 24 horas después de abrir los primeros turnos para la población nacida entre 1962 y 1965, se están dando 2,5 citas por segundo, con picos de hasta 5 programaciones de vacunación por segundo. En 12 horas, subrayan desde Salut, se dieron más de 83.000 citas. "Catalunya está respondiendo a los llamamientos de vacunación de forma ejemplar", afirman.