El asesinato de Samuel crea “preocupación máxima” en el colectivo LGTBI
La alerta llega después de un aumento de las agresiones físicas en las últimas semanas
Barcelona“Samuel no ha muerto. A Samuel lo han matado”. Es uno de los mensajes que más se ha repetido en las últimas horas, igual que el de “Justicia para Samuel”. El sábado de madrugada Samuel, de 24 años, fue asesinado mediante una paliza en el exterior de una discoteca en A Coruña, en Galicia. Su muerte ha impactado en el colectivo LGTBI porque los testigos explican que el grupo que agredió a Samuel hasta matarlo le llamaban “maricón”. El asesinato ha creado “preocupación máxima” en el colectivo LGTBI de Catalunya, que en las últimas semanas ya había avisado de un aumento de las agresiones físicas. La última se ha conocido hace pocas horas: los Mossos d'Esquadra investigan la agresión a un joven en Sant Cugat del Vallès, a quien dejaron inconsciente, mientras también le gritaban “maricón”.
Los investigadores de la Policía Nacional de A Coruña todavía no han hecho ninguna detención a raíz de la muerte de Samuel. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que “se ha identificado a mucha gente que había por los alrededores” del lugar donde tuvo lugar el asesinato, a pesar de que ha desmentido que haya personas detenidas, en contra de lo que había trascendido el domingo. “No está excluida ninguna hipótesis, ni el delito de odio ni cualquier otra”, ha añadido Marlaska, que no ha querido anticipar que el crimen estuviera motivado por el hecho de que la víctima fuera homosexual. Los investigadores han asegurado que la paliza habría empezado por el uso de un móvil, porque, unos minutos antes, Samuel estaba con una amiga haciendo una videollamada que, según la policía, habría podido causar confusión al grupo de jóvenes que lo agredieron.
Pero el presidente del Observatorio Contra la Homofobia, Eugeni Rodríguez, ve “indecente” que se ponga en entredicho la motivación. “¿Cómo puede ser que nos creamos antes que lo matan por un móvil que por maricón?”, se pregunta. Rodríguez alerta de que “la homofobia mata”, después de que se haya constatado “más intensidad” en las agresiones contra las personas LGTBI en Catalunya. La alarma se disparó, sobre todo, a finales de mayo por un ataque homófobo en la playa del Somorrostro de Barcelona, donde cinco hombres dieron una paliza a dos parejas de hombres gays. Los Mossos mostraron preocupación por la violencia “desmesurada”: una de las víctimas sufrió una fractura a la mandíbula, perdió varios dientes y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Una espiral de violencia que no ha cesado. Y así Nació Digital ha avanzado que el 26 de junio de madrugada, durante la fiesta mayor de Sant Cugat, un grupo de jóvenes agredió a un chico hasta que perdió el conocimiento llamándole “maricón”. Fuentes de los Mossos han explicado al ARA que la paliza pasó después de que los agresores le pidieran el móvil y tabaco a la víctima. Los investigadores todavía no han identificado a los autores. “No nos pueden dejar solos. Se tienen que prevenir estos comportamientos y se tienen que hacer políticas que hasta ahora no han dado resultados”, exige Rodríguez. Para expresar este malestar, varias ciudades han convocado concentraciones de rechazo por el asesinato de Samuel.
La movilización de este lunes en Barcelona ha reunido a centenares de personas que han llenado varias calles de la supermanzana de Sant Antoni. La muchedumbre de gente, que se ha manifestado en un ambiente festivo y reivindicativo, ha exhibido banderas LGTBI y uno de los cánticos ha sido: "Fuera fascistas de nuestros barrios", después de que hayan aparecido unas pintadas con la palabra "Farsa" en el centro LGTBI de la ciudad.
Sector “violento” de la sociedad
“Tenemos la responsabilidad de no tolerar los comportamientos violentos ni los estereotipos. Tenemos que tomar conciencia de que no son aislados y que hay razones estructurales”, advierte Gracia Trujillo, profesora de sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Según Trujillo, “un sector violento” de la sociedad está “golpeando” a los que considera “subordinados”. “No solo a las personas LGTBI. También a las mujeres asesinadas, las agresiones racistas, la criminalización de la inmigración... Es una violencia con las mismas razones”, asegura. En cuanto al incremento de las agresiones en las últimas semanas, Trujillo dice que ha coincidido el debate de la ley LGTBI –más conocida como ley trans– con la celebración del Orgullo en muchas ciudades, cosa que puede haber hecho que “los discursos de odio sean más visibles y estén más presentes”.