El criminal sueco más famoso, condenado en Barcelona
La Audiencia le impone dos años y medio de prisión por invertir dinero del narcotráfico en propiedades catalanas
BarcelonaEl nombre de Jonas Falk seguramente pasa desapercibido en Catalunya pero es muy conocido en Suecia, donde se dice que es el criminal más famoso. Falk, que ha recibido el apodo de 'el Pablo Escobar sueco', salió absuelto de la justicia de su país pero la Audiencia de Barcelona lo ha condenado: le ha impuesto dos años y medio de prisión por blanquear millones de euros que venían del narcotráfico, a pesar de que la Fiscalía pedía 20 años de prisión. Es quien se lleva la pena más alta del juicio de un mes contra él y once acusados más, cuatro de ellos absueltos. “Creó una estructura de personas físicas y jurídicas a nivel internacional” para hacer inversiones, al menos en España, para ocultar el dinero obtenido del tráfico de drogas, dice la sentencia a la cual ha podido acceder el ARA.
El tribunal enumera las inversiones, valoradas en más de tres millones de euros: una casa en Sitges, una discoteca en Barcelona –que se llamaba Pacha y cambió su nombre a Oshum– y un restaurante en Palma. Falk no constaba como titular y actuaba a través de su tía, Harriette Broman, también condenada a más de dos años de prisión. Según la Audiencia, el hecho de que la mujer hubiera sido en su juventud “una cantante con relevancia pública”, que había podido tener un cierto patrimonio, favoreció los planes de Falk porque ella hacía de testaferro: figuraba como titular de los negocios. La sentencia recuerda que el hombre quedó absuelto en Suecia por narcotráfico, principalmente de cocaína, pero considera que el dinero que ganó lo destinó a comprar las propiedades mencionadas.
Falk, que ahora tiene 48 años, llevaba el apellido de su padre –Oredsson– hasta que en 2007 se lo cambió por el de su madre. Su nombre completo es Jonas Sture Falk. Los inicios de su historial criminal lo vinculan con atracos de bancos y más tarde con el tráfico de drogas. El 2010 lo detuvieron en el mar Caribe cuando iba a bordo de un velero con casi una tonelada y media de cocaína, en un dispositivo conocido como operación Playa. De Colombia lo llevaron a Suecia, donde lo condenaron a 18 años de prisión por liderar una red de narcotráfico entre América del Sur y Europa. Pero Falk recurrió a un tribunal sueco que en 2014 lo absolvió. Entonces se le extraditó a España, donde la justicia lo reclamaba por inversiones sospechosas cuantificadas en cinco millones y medio de euros.
La sentencia de la Audiencia, de 176 páginas, dedica una buena parte a responder a las defensas de los acusados y argumenta por qué, a pesar de la absolución sueca, se les juzga: considera que una cosa es el delito contra la salud pública –abordado en Suecia– y otra el de blanqueo, por el cual no se le condenó.
Pena rebajada por el retraso
Pero el tribunal de Barcelona ha rebajado la pena que pedía la Fiscalía aceptando un atenuante de dilaciones indebidas porque el juicio se ha hecho con mucho retraso, siete años después de ser extraditado –el proceso tuvo que repetirse, cuando estaba a punto de juzgarse, por falta de garantías–. Los jueces también han decidido aplicar a Falk solo el delito de blanqueo y excluir el fiscal, contra la hacienda pública, que también reclamaba la Fiscalía porque valora que son coincidentes. Por eso la pena ha quedado en dos años y medio de prisión, de los cuales Falk ha cumplido una parte porque estuvo un año en prisión preventiva. La Audiencia también le ha impuesto una multa de cinco millones de euros, que en caso de no pagarla implica una pena de seis meses, además de confiscarle la casa de Sitges y dinero.
La sentencia se puede recurrir y Falk todavía tendrá un caso pendiente porque en 2019 lo detuvieron en Sitges en otro operativo contra el narcotráfico llamado Beautiful.