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Barcelona pondrá en marcha en marzo la reforma de la Vía Laietana... y la Rambla (todavía) espera turno

El gobierno de Colau presiona a ERC con el pacto de presupuestos para desencallar el proyecto pendiente

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Simulación de como darà la Vía Laietana después de la reforma

BarcelonaSón dos de los proyectos de reforma más discutidos y modificados en Barcelona en los últimos años, pero uno, el de la Vía Laietana, ya tiene presupuesto y calendario y el otro, el de la Rambla, todavía espera concreciones, mientras el contador de retraso instalado sobre el Café de la Ópera ya ha llegado a los 2.000 días. El Ayuntamiento ha aprobado este martes en la comisión de Urbanismo la transformación de la Vía Laietana, que tendrá como cambio destacado la ampliación de aceras hasta los cuatro metros y la limitación del tránsito privado a un único carril de bajada y con la velocidad limitada a 30 km/h. En dirección montaña, habrá un carril para el bus –que también podrán usar los vecinos de la Vía Laietana y de la Barceloneta– y otro separado para bicicletas. En cambio, en dirección mar los ciclistas compartirán carril con autobuses y taxis –este es el punto que ha generado más polémica del proyecto– y habrá un único carril para los vehículos privados. El recorrido alternativo se hará por el paseo Picasso y por Lluís Companys.

La previsión es empezar a renovar las redes de servicio (cableado, cañerías...) en el mes de marzo próximo y que la reforma propiamente dicha se ponga en marcha en junio y suponga una inversión de 32,9 millones de euros. La comisión también ha dado luz verde este martes, con los votos del gobierno municipal y de ERC, al proyecto ejecutivo del primer tramo que se reformará, el que va de la plaza Urquinaona hasta la plaza de Antoni Maura. Estas obras se alargarán catorce meses y costarán 16,8 millones. Una vez completadas, se aplicará el mismo dibujo en la parte baja de la Vía Laietana, hasta la plaza de Antonio López, que está previsto que se separe en dos: las futuras plazas de Idrissa Diallo y de Correos. La reforma dará mucho protagonismo a la plaza de Antoni Maura, convertida en el gran espacio de unión entre la catedral con el Mercado de Santa Caterina, y generará una nueva plaza en el cruce con Juncales, que pasará a ser de prioridad peatonal.

Esquema de carriles a la nueva Vía Laietana

Si bien todos los grupos municipales han reiterado la urgencia de las obras en la Vía Laietana, de la oposición solo los republicanos han apoyado el proyecto, después de que el gobierno municipal haya aceptado algunas de sus enmiendas, mientras que el resto de formaciones han defendido el voto contrario: JxCat ha criticado la falta de transparencia sobre el impacto en la movilidad y el comercio, y el PP que la iniciativa sirva para "ir en contra de los vehículos".

En el debate de la comisión, la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, se ha felicitado por que finalmente se puedan iniciar las obras de Vía Laietana y se salde así "una deuda pendiente que ningún gobierno se había atrevido a hacer hasta ahora" y, a la vez, porque cuando se acabe el proyecto se recuperará la idea de Ildefons Cerdà, porque la calle potenciará la movilidad sostenible y el protagonismo de los peatones.

La oposición pide fijar un calendario para la Rambla

En cuanto a la Rambla, la comisión ha aprobado por unanimidad una propuesta de ERC y otra de JxCat para que el ejecutivo municipal se comprometa a fijar un calendario y una partida para las obras de reforma, de tal manera que no haya más retrasos y puedan empezar el próximo año. Este es un proyecto con una derivada claramente política, porque los republicanos lo ponen como ejemplo paradigmático de los incumplimientos del gobierno con los acuerdos presupuestarios y dificulta el acuerdo de las cuentas municipales del 2022. En este sentido, el portavoz de ERC en la comisión, Jordi Coronas, ha acusado al gobierno de "falta de valentía" y de "trilerismo", y ha dicho que si tuviera interés en dotar las obras de una partida ya lo habría hecho. Por su parte, Sanz ha defendido "el liderazgo" del gobierno en esta iniciativa y ha instado a la oposición –en particular a ERC– a repensar el voto para las cuentas municipales: "Si se aprueba el proyecto antes de finales de año podemos incorporarlo a los presupuestos", ha asegurado.

Contador de los días que han pasado sin hacer las obras en la Rambla

"Acabaran las obras de la Sagrada Familia y todavía no habrán empezado las de la Rambla", denuncia resignado Fermín Villar, presidente de Amics de la Rambla, que es quien ha lamentado con más insistencia el olvido reiterado de esta transformación. Agradece que ahora los grupos "se preocupen por la Rambla", pero lamenta que hace demasiados años que esta reforma se usa como "moneda de cambio" y no se concreta. El debate se remonta al 2016, cuando se aprobó el plan de ordenación de la vía, y es la fecha que da el punto de salida al contador de días de demora: cinco años y medio de retraso.

Desde entonces se convocó un concurso internacional que seleccionó el equipo kmZERO, con la ex concejala y arquitecta Itziar González al frente, como responsable de obra, y se dio trámite, el mes de marzo pasado, al proyecto ejecutivo, todavía sin una fecha de inicio de obras y pendientes de la disponibilidad presupuestaria. Lo que sí que se acordó a principios de año fue una inversión extra de 150.000 euros para reparar el pavimento mientras empezaban las obras definitivas. "Pedazos", según Villar, que remarca que Amics de la Rambla ha presentado alegaciones al proyecto y ha pedido, por ejemplo, que se aceleren los plazos previstos para que la Rambla no esté levantada tantos años. La planificación municipal es hacer la reforma en cinco fases de un año y medio cada una, y la propuesta alternativa es poderla acelerar a tres fases y un máximo de cinco años.

El proyecto de reforma prevé ampliar aceras y la parte central, con un pavimento unificado con líneas horizontales de fachada a fachada, y limitar el tránsito a un único carril por sentido. Una transformación que se quiere empezar por la parte de abajo y que supondrá una inversión de unos 44,5 millones de euros. El primer paso tiene que ser la aprobación definitiva del proyecto ejecutivo y solucionar conflictos como los que había con restauradores y quiosquers sobre el espacio máximo que podrán ocupar las terrazas y los quioscos de prensa. Amics de la Rambla detalla que habrá que reabrir el debate con el Gremio de Restauradores porque habían acordado que los restaurantes podrían mantener el número de mesas a cambio de mejorar la calidad de lo que ofrecían, y asegura que este cambio se ha visto en muy pocos locales. El Ayuntamiento también tiene pendiente la retirada de las antiguas paradas de pajarerías, ahora reconvertidas en tiendas de todo tipo de cosas, que se había apuntado que se haría ya durante este 2021.

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