Barcelona

El aplazamiento del congreso de ERC da alas a los contrarios a pactar ya con Collboni

Los republicanos buscarán una nueva fecha después de la ronda de contactos por la investidura en el Parlament

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Ernest Maragall y Núria Cuenca hablando con militantes de ERC ante el Orfeó Martinenc

BarcelonaEl aplazamiento del congreso de ERC en Barcelona puede provocar un terremoto de consecuencias inciertas en el Ayuntamiento de Barcelona. A la espera de que se fije una nueva fecha para el debate interno de los republicanos, los contrarios a pactar ya con Jaume Collboni están aprovechando el paréntesis abierto para reforzar su posicionamiento. Este viernes uno de los primeros en hacerlo ha sido uno de los pesos pesados ​​del partido en la capital catalana: el hasta hace medio año líder del grupo municipal, Ernest Maragall.

En una entrevista en Radio 4 - RTVE, Maragall ha rechazado que Esquerra entre por ahora en el gobierno de Collboni: "Así y ahora, no", ha subrayado el exalcaldable, que ha cuestionado las prisas por cerrar un pacto ya y pidió un "debate abierto" para poder analizar "el conjunto del paisaje". Maragall, que siempre ha considerado Collboni el artífice del pacto entre los comunes, el PSC y Manuel Valls que le arrebató la alcaldía en 2019, ha subrayado que el partido debe preguntarse "cuál es el precio" debe fijar para "compensar" el hecho de dar gobernabilidad y estabilidad a un PSC que en los años 2019 y 2023 "confiscó" la gobernación de la ciudad a las fuerzas independentistas.

Entre una parte de la militancia y también entre algunos cuadros directivos del partido hay malestar por cómo la dirección de Barcelona ha pilotado todo este proceso. Ya no solo por el hecho de que se convocara un congreso con tan sólo dos días de antelación y en un recinto con menor aforo del censo total de los militantes con derecho a voto, sino porque no se haya abierto un debate previo a los centros del partido. Algunas voces, de hecho, acusan a la dirección de no haber planteado esta cuestión de forma "respetuosa" con la militancia. En cambio, entre los defensores del pacto hay voces que acusan a los contrarios al acuerdo de haber movilizado a personas que no eran militantes de Esquerra para desbordar las previsiones de aforo y, así, boicotear el congreso.

El impacto en la investidura

Una de las claves del debate entre las filas republicanas es cómo puede afectar a un pacto con el PSC en Barcelona en las negociaciones para la investidura en la Generalitat. Aunque en las últimas horas tanto la federación de Barcelona como algunas voces de la cúpula del partido han intentado desvincular una cosa de otra, Maragall ha defendido que la decisión de ERC sobre Barcelona tiene un impacto en las negociaciones para la investidura de la presidencia de la Generalidad.

También la secretaria general del partido, Marta Rovira, en una entrevista en la SER Catalunya, ha admitido que el debate en Barcelona ya ha "impactado" en las negociaciones para la presidencia de la Generalitat: "El impacto del preacuerdo [en Barcelona] en las negociaciones ya está hecho desde el momento en que se anuncia". Una forma de decir que el movimiento de la dirección de los republicanos en Barcelona no ha gustado en la cúpula de Calabria. De hecho, aquí se mezcla también la crisis interna del partido por el rumbo y el liderazgo de la formación. Mientras que Oriol Junqueras –ahora ya expresidente del partido– había avalado el pacto, Pere Aragonès y su entorno en el Palau de la Generalitat estaban reacios.

Rovira ha defendido que el congreso se fije para los "próximos días" porque "la afluencia de militantes" de este jueves demuestra que las bases "quieren decir la suya, que este congreso debe hacerse". De hecho, la dirigente republicana ha puesto a disposición de la federación de Barcelona los "recursos técnicos" de la formación para llevarlo a cabo. Ahora bien, Rovira no ha querido mojarse sobre cuándo debería ser, si antes o después del primer pleno de investidura en el Parlament, previsto para el 25 de junio.

La federación de Barcelona no pone fecha al congreso

La dirección de Barcelona ha roto su silencio este mediodía con un comunicado firmado por la presidenta, Eva Baró, y el secretario general, Antoni Vidal, en el que piden disculpas por no haber calibrado bien la afluencia de militantes en el congreso y justifican haberlo lo convocado con poca antelación. La intención, explican, era poder presentar el preacuerdo a la militancia y debatirlo en el paréntesis entre las elecciones europeas y la ronda de consultas en el Parlamento que comienza la próxima semana por "no interferir en el debate de investidura". Sin embargo, admiten que el momento era "complejo" y que podía "generar discrepancias sobre su idoneidad en el tiempo".

El comunicado también ratifica lo que ya apuntaban algunas fuentes ayer cuando admitían que la carpeta municipal "se complica". "La semana era esta", decían las mismas fuentes, ya que consideran que a partir de la próxima semana, con el inicio de la ronda de contactos para la investidura, el foco de atención pasará definitivamente al Parlament. En el comunicado hecho público este viernes, Baró y Vidal apuntan a que se buscará "la fecha más adecuada" para volver a celebrar el congreso "teniendo en cuenta la ronda de consultas en el Parlament".

Hasta ahora, desde el PSC al Ayuntamiento se ha mantenido la prudencia sobre el posible pacto con ERC. "Respetamos los procesos internos de los demás partidos", es la respuesta protocolaria que se da cuando se les pregunta. Sin embargo, su calendario preveía cerrar el domingo públicamente el pacto y que el lunes Collboni pudiera celebrar su primer aniversario en la alcaldía ya con un gobierno ampliado. Este viernes, fuentes del Ayuntamiento consultadas por Efe apuntaban ya a la posibilidad de tener que gobernar en solitario hasta después de las vacaciones de verano.

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