Vivienda

Barcelona da el primer paso para limitar el alquiler de temporada

PSC y Barcelona en Comú pactan dotar al Ayuntamiento de un nuevo paraguas legal que le permita regular este fenómeno

Una persona consulta su web de alquiler de pisos de temporada Blueground.
05/12/2024
4 min

BarcelonaBarcelona mueve ficha para regular su alquiler de temporada. La comisión de gobierno del Ayuntamiento ha aprobado este jueves una propuesta pactada entre el PSC y Barcelona en Comú para modificar el Plan General Metropolitano (PGM) que busca dotar al consistorio de las herramientas necesarias para poder restringir este tipo de oferta. En concreto, la medida plantea que el PGM establezca que el uso habitual y permanente de la vivienda es el "prioritario" en la ciudad y está por encima del uso temporal. Un nuevo paraguas legal que debería permitir al Ayuntamiento desarrollar en un segundo estadio una nueva ordenanza o plan especial que regule el alquiler de temporada.

Se trata, pues, de un paso previo esencial antes de poder entrar en el detalle de cómo se restringe el alquiler de temporada en la ciudad. La previsión del Ayuntamiento es que esta herramienta –que sólo modifica los artículos 276 y 302A del PGM– pueda ser aprobada definitivamente en el primer trimestre de 2025 y reciba el visto bueno de la Generalitat antes del verano. Será entonces cuando se podrá aprobar esta regulación concreta que detalle en qué casos se prohíbe o limita el alquiler de temporada en la ciudad.

La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, y la líder de Barcelona en Común, Janet Sanz, durante la presentación del acuerdo para regular el alquiler de temporada.

El modelo de esta nueva herramienta que surgiría tras la modificación del PGM es similar al de otros instrumentos de los que ya dispone Barcelona, ​​como el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), que restringe la apertura de hoteles y alojamientos turísticos en zonas concretas de la ciudad. En una rueda de prensa conjunta, la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, y la líder de Barcelona en Común en el consistorio, Janet Sanz, han coincidido en destacar la necesidad de luchar contra el "fraude" de algunos propietarios que ofrecen contratos de temporada a personas que buscan una vivienda habitual. Ahora, sin embargo, tendrán que ponerse de acuerdo sobre cómo restringirlo. Mientras Sanz se ha mostrado partidaria de prohibirlo en toda la ciudad, Bonet ha evitado concretar por ahora en qué supuestos o zonas debería restringirse.

"No podemos permitirnos que pisos que podrían ser viviendas permanentes se alquilen de manera temporal", ha avisado Bonet, quien ha asegurado que combatir este fenómeno será uno de los "principales caballos de batalla" del gobierno municipal. Sanz ha celebrado que el ejecutivo haya aceptado una de las reivindicaciones que lleva tiempo impulsando su grupo. "Somos conscientes de que el Ayuntamiento no puede hacerlo todo, pero sí muchas más cosas de las que estaba haciendo", ha dicho, y ha apuntado que en vez de buscar "excusas", lo que hace falta es "poner propuestas sobre la mesa y exprimir las competencias propias".

Búsqueda de consenso

Regular el alquiler de temporada a través de un cambio en el PGM era una de las condiciones que Barcelona en Común había puesto en el gobierno de Jaume Collboni para aprobar los presupuestos de la ciudad para 2025. Los comunes sostenían que ante las dificultades para sacar adelante la normativa en el ámbito estatal –donde los votos de Junts son decisivos–, Barcelona tenía margen normativo suficiente para regular por su cuenta este fenómeno.

La propuesta anunciada este jueves deberá aprobarse inicialmente en la comisión de Urbanismo del próximo martes. Para que prospere, ambos grupos necesitarán el apoyo también de Esquerra. En un comunicado, los republicanos no han avanzado su posicionamiento, pero han insistido en que la solución a los alquileres de temporada "supera con creces el ámbito municipal" y que, por tanto, es necesario que cualquier iniciativa dé cumplimiento a los decretos presentados en el Parlament. Este jueves Bonet confió en que haya consenso suficiente.

Bonet y Sanz han subrayado durante su rueda de prensa que el Ayuntamiento da este paso para acelerar la respuesta de la ciudad a este fenómeno, pero que el objetivo es ir acompañado del resto de medidas que lleve a cabo el gobierno español y la Generalitat. Para desarrollar la futura ordenanza o plan especial que regule el alquiler de temporada en la ciudad, de hecho, el Ayuntamiento necesitará contar con los datos que está recogiendo actualmente el ministerio de Vivienda.

Una brecha de la regulación de alquileres

El auge de los alquileres de temporada se disparó a raíz de la ley de vivienda estatal aprobada a mediados de 2023 que llegaba para poner freno al aumento del precio del alquiler. Esa norma fijaba dos medidas estrella, la contención de rentas y el índice de precios, pero también dejó rendijas que han favorecido la proliferación del alquiler de temporada.

Esta modalidad –al igual que el alquiler por habitaciones– permite a los propietarios eludir la limitación de los precios y se diferencia del alquiler tradicional porque el inquilino debe tener una primera residencia en otro lugar. Contrariamente a lo que se cree, no tienen un tope máximo, por lo que pueden ser superiores a los 11 meses. La única limitación temporal es que deben superar los 31 días, porque si no, requerirían una licencia de vivienda de uso turístico.

Precisamente este miércoles las datos de las fianzas depositadas en el Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) de los nuevos alquileres mostraban cómo, aunque los precios de las viviendas alquiladas en Barcelona se contuvieron entre los meses de julio y septiembre, el número de contratos se ha vuelto a reducir respecto al trimestre anterior y, por primera vez en muchos años, con la excepción de la pandemia, se ha reducido el parque de alquiler –entendido como el número de contratos vigentes– porque se han formalizado menos nuevos contratos de los que se han extinguido.

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