Barcelona

Barcelona se da dos semanas para concretar las medidas antirruido

Plantea avanzar el horario de restricción de venta de bebidas alcohólicas y el de cierre de súper 24 horas en algunos puntos

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La plaza de Àngels, a tocar de la calle Joaquim Costa, es uno de los puntos negros del ruido a la ciudad

BarcelonaDespués de confirmar que en los 11 puntos identificados como más críticos se superan de forma reiterada y amplia los límites de ruido permitidos por la noche, Barcelona tiene pendiente concretar las soluciones que piensa aplicar en cada una de estas zonas. Sobre todo en aquellas como las calles Escudellers o Joaquín Costa o el conocido como Triángulo Golfo del Poblenou, donde los sonómetros han detectado más de una noche que se superaba el límite más de diez decibelios. El gobierno municipal se ha comprometido este viernes a tener los planes terminados en un plazo de 15 días. Lo ha hecho para responder a una petición de ERC, que ha acusado a los de Colau de no haber hecho los deberes para evitar que los vecinos de estas zonas vivan castigados por el ruido.

Los republicanos han llevado al pleno una proposición, que ha quedado aprobada con los votos a favor del gobierno, JxCat y el PP, que además de fijar un plazo de dos semanas para concretar las actuaciones, pide concretar un calendario para su despliegue y un sistema de control. El texto defiende que en los puntos donde se considere oportuno se tienen que aplicar medidas como avanzar a las 21 h el horario en el que se prohíbe la venta de alcohol o hacer que los súper 24 horas tengan que cerrar a las 22 h, que es lo que ya se ha anunciado en la zona de Pere IV, en el Triángulo Golfo, para hacer frente a la problemática del botellón. En esta zona, también es donde se prevé empezar a sancionar con 600 euros a las personas que beban en la calle, porque se considera que genera un problema grave de orden público.

El texto aprobado también pide hacer públicos de manera continuada los datos recogidos por los sonómetros en estas zonas e instalar nuevos en otros puntos críticos. El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, ha reiterado que las actuaciones serán personalizadas para cada espacio. "Lo tenemos que tocar todo", ha dicho en referencia a los botellones y a la restauración.

Los grupos que no han apoyado el texto lo han hecho argumentando que el gobierno de Colau no está garantizando el cumplimiento de la ordenanza de civismo, que es lo que consideran que motiva buena parte de las problemáticas y que, en cambio, pone el foco en el horario de las terrazas y los locales de restauración. "Han declarado la guerra a la restauración y al ocio nocturno", ha lamentado Paco Sierra, de Cs, que ha acusado a ERC de ser del "lobby de los lateros", puesto que, según Cs, facilita esta actividad promoviendo el cierre de locales. "La solución es controlar las calles", ha insistido en la misma línea Óscar Benítez, de Valents.

También Junts y PP, a pesar de haber apoyado el texto, han criticado la manera de hacer del gobierno en cuanto a la aplicación de la ordenanza de civismo. "Siete años de dejadez de funciones del gobierno", según Francina Vila, de Junts.

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