Barcelona impulsa un lavado de cara a la plaza Real
El Ayuntamiento promoverá la rehabilitación de todas las fachadas para recuperar "el brillo" del espacio
BarcelonaEl gobierno de Jaume Collboni quiere realizar un lavado de cara a uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad: la plaza Reial. La arquitecta jefe del Ayuntamiento, Maria Buhigas, ha explicado este miércoles que el consistorio impulsará una rehabilitación conjunta de todas las fachadas de la plaza para que pueda recuperar la "brillo". El objetivo del gobierno municipal es dejar todo el proyecto encarrilado este año para poder empezar las obras en el 2025 y que la remodelación de la plaza Real vaya de la mano con la reforma de la Rambla.
La remodelación planteada por el Ayuntamiento afecta a 23 fincas y supondrá la restauración de todas las fachadas y bajosporches de la plaza –catalogadas con el grado de protección B en interés local– y de sus dos accesos principales: la calle Colón y el pasaje Madoz. El objetivo, ha explicado Buhigas, es recuperar el aspecto original de la plaza, construida en 1848 –un año después de la inauguración del Liceu– en el solar que había dejado el antiguo convento de los Caputxins. Para ello, una vez empiecen las obras se harán catas para encontrar los colores y decoraciones originales, que incluían acabados con marmoleados.
Para sacar adelante el proyecto, el gobierno municipal debe ponerse antes de acuerdo con los 117 propietarios de pisos y locales de la plaza, con los que ya está llevando a cabo sesiones informativas. Una composición que desde el propio consistorio apuntan a que es muy diversa porque, locales comerciales aparte, conviven desde propiedades verticales –un único propietario de todo un edificio– hasta comunidades de propietarios, pasando por hoteles, pisos turísticos y oficinas.
40 años desde la última rehabilitación
Sin embargo, Buhigas confió en alcanzar un acuerdo y explicó que hasta ahora ha encontrado "buena acogida", porque han pasado más de 40 años desde la última rehabilitación general de las fachadas y en muchas ya son evidentes los síntomas de envejecimiento y la necesidad de corregir desperfectos.
Para acabar de convencer a los propietarios, la propuesta del consistorio pasa por que sea el Ayuntamiento quien, a través de la firma de un convenio, asuma toda la carga burocrática de las obras y se facilite, así, que se pueda hacer toda homogéneamente. En cuanto a financiación, el consistorio subvencionará hasta el 45% del coste de la reforma con un tope de 50.000 euros por fachada, mientras que el resto deberá ser asumido por cada propiedad a través de cuotas. En total, el Ayuntamiento calcula tener que invertir unos 3,2 millones de euros.