Barcelona

Barcelona y el Puerto pactan suprimir dos terminales de cruceros

La infraestructura compensará la pérdida con una estación nueva con mayor capacidad

Cruceros en el puerto de Barcelona
17/07/2025
3 min

BarcelonaEl gobierno de Jaume Collboni ha cerrado este jueves una de las carpetas más complicadas que tenía sobre la mesa. El Ayuntamiento de Barcelona y el Port han llegado a un acuerdo para reducir de 7 a 5 las terminales de cruceros en la ciudad en los próximos cinco años. Ambas instituciones han firmado un nuevo protocolo que prevé el derribo de las actuales terminales A, B y C del puerto a cambio de construir en esta última una nueva estación mayor con capacidad hasta 7.000 pasajeros a la vez. Hasta ahora estas tres terminales tenían una capacidad máxima en conjunto de 12.800 pasajeros a la vez, otros 5.800 de los que tendrá la nueva estación.

Les terminals de creuers al Port de Barcelona

En una rueda de prensa junto al presidente del Puerto, José Alberto Carbonell, el alcalde de Barcelona celebró que "por primera vez en la historia se pone límite al crecimiento de los cruceros" en Barcelona. Con la ciudad encadenando récords de cruceristas –en el 2024 fueron 3,6 millones–, Collboni y Carbonell han evitado hacer pronósticos de qué cifra de pasajeros acogerá el puerto en el 2030, una vez finalizada la reducción de las terminales. El alcalde sí remarcó que en total la infraestructura perderá un 16% de capacidad.

Los cálculos del Ayuntamiento prevén que con el nuevo protocolo en 2030 la capacidad máxima del puerto si todas las terminales trabajaran a pleno rendimiento sería de 31.000 cruceristas en un mismo momento, mientras que sin la reducción de estaciones esta cifra crecería hasta los 37.000. Collboni quiso subrayar que la ciudadanía no notará un efecto inmediato de este anuncio, pero insistió en que la decisión de reducir la infraestructura "es obvio" que supondrá que al final pasen menos cruceristas por la ciudad y acabar con la dinámica actual, en la que desde 2018 el tráfico de pasajeros ha crecido un 20%. Por eso, ha agradecido a Carbonell "el esfuerzo de comprensión que hace con la ciudad".

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el presidente del Puerto, José Alberto Carbonell.

El acuerdo firmado este jueves también establece que la futura terminal C será pública –el resto son privados–, lo que permitirá incidir en el tipo de oferta que se ofrece. Carbonell ha explicado que en la línea de atraer el tipo de oferta que se quiere, se priorizarán los cruceros que tengan Barcelona como puerto base, así como los barcos pequeños, que llevan menos cruceristas al mismo tiempo. El presidente del Puerto ha defendido que esta estrategia debe ayudar a reducir el porcentaje de cruceros que sólo hacen estancias muy cortas en la ciudad, aunque ha admitido que "Barcelona no es Miami" y que, por tanto, no puede aspirar a un 100% de cruceros de puerto base.

Hacía más de un año que el Ayuntamiento de Barcelona y el Port negociaban este nuevo protocolo con el objetivo de reducir el impacto que los cruceristas tienen sobre la ciudad. Durante la negociación de las ordenanzas fiscales de 2025, el gobierno municipal pactó con Barcelona en Comú el alcance de esta reducción, con el compromiso de cerrar dos terminales de cruceros.

El calendario

Con el anuncio del nuevo convenio, comienza la cuenta atrás para una transformación del puerto que cambiará decisivamente su configuración. La previsión del nuevo protocolo es derribar la terminal C a finales del 2026 y que durante el 2027 ya empiece a construirse la nueva estación. El objetivo es que ya pueda empezar a funcionar a medio gas en el 2028, cuando se procederá al derribo de las terminales A y B. Pero no será hasta el 2030 que la nueva estación estará plenamente operativa y preparada para acoger a 7.000 cruceristas a la vez. La reordenación de esta parte del muelle Adossat irá acompañada de la rehabilitación del tramo de 610 metros que dejarán libres la terminal A y B, un espacio que se aprovechará también para instalar nuevos sistemas para conectar los barcos a la red eléctrica.

Todo esto irá acompañado de cambios que todavía están pendientes del anterior protocolo, firmado en 2018 por el gobierno de Ada Colau con el Port. A finales del 2026 se cerrará también la terminal del muelle de Barcelona Sud –la más cercana a la trama urbana–, y en la primavera del 2027 está previsto que se estrene la nueva terminal G, que gestionará Caribbean Group.

Cambios en la movilidad

En la línea de atenuar el impacto de los cruceristas sobre la ciudad, el convenio firmado por el Ayuntamiento y el Puerto también incluye un plan de mejoras de movilidad en la zona. que la ciudad tiene entre manos: la creación de un paseo que conecte a pie, en bicicleta y en transporte público las Drassanes y la Marina del Prat Vermell. la plaza de la Carbonera, que actualmente absorbe prácticamente toda esta movilidad. Todo el proyecto –las nuevas terminales, la mejora de las instalaciones y las transformaciones urbanísticas– supondrá una inversión público-privada en el puerto de Barcelona de 185 millones de euros.

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