Colau compra 50 locales vacíos para diversificar el comercio de los barrios
Uno de los espacios que pasará a manos del Ayuntamiento es la histórica tienda El Ingenio
BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona ya tiene cerrada su lista de la compra de locales comerciales en desuso. Invertirá 16 millones de euros para adquirir 50 plantas bajas que ahora tienen la persiana bajada, y que quiere dinamizar, ofreciéndolas a precios de alquiler por debajo del mercado, para poder incidir en el tipo de actividades que acogen. El plan se presentó en abril, cuando se abrió el proceso para que todos los propietarios pudieran ofrecer sus locales, y se explicó que estaba especialmente enfocado a revitalizar zonas muy castigadas por la pandemia y a hacer frente a los monocultivos turísticos: conseguir que, por ejemplo, entre bares y tiendas de souvenirs aparecieran carnicerías, papelerías o propuestas culturales y sociales que no pueden asumir los mismos alquileres que las grandes cadenas. Por eso, se hacía especial incidencia en Ciutat Vella, que se quedaba seis de los 16 millones de la convocatoria.
El concejal de Presidencia, Jordi Martí, ha admitido hoy que cuando lanzaron el proyecto no tenían muy claro cuál sería la respuesta de los propietarios: si tendrían suficientes ofertas para poder elegir. El resultado es que han recibido 88 y que, una vez pasados todos los filtros, han quedado 60, a las que se ha asignado puntuación en función de variables como si se encontraban en zonas que se consideran prioritarias o el tamaño. Finalmente, se han seleccionado los 50 locales que se comprarán por debajo del precio de tasación. La sorpresa ha sido que el distrito que concentra más no es ninguno de los que de entrada se situaban como prioritarios: ni Ciutat Vella, ni el Eixample, ni Sant Martí o Sants Montjuïc, que es donde se cuentan más comercios cerrados después del huracán de la pandemia. El ranking lo capitanea el distrito más pequeño, Les Corts, donde se comprarán 16. Pero este fenómeno tiene una explicación: el consistorio podrá comprar una sola pieza que suma 16 locales entre planta baja y el primer piso y que se encuentra muy cerca del Mercat de Les Corts. Y esto abre oportunidades de crear sinergias entre las actividades que se instalen.
En Ciutat Vella, que sí era una zona de especial cuidado, se adquirirán una decena, y algunos de significación especial, como el histórico taller de máscaras y capgrossos El Ingenio, una tienda fundada en 1838 en la calle Rauric. "El comercio cerró pero acumula una historia y tiene un interés emblemático", ha destacado el concejal de Presidencia, Jordi Martí. El gobierno de Colau no ha concretado todavía qué nuevo uso se dará al espacio, que, como el resto, saldrá a convocatoria pública para asignarle una actividad. Lo que sí han avanzado es que el nuevo uso tendrá que ser "coherente" con el que acogía y respetuoso con la memoria del espacio. La propiedad de la tienda, que llevaba mucho tiempo intentando venderla o alquilarla, vio en esta iniciativa la posibilidad de garantizar un futuro para el espacio. Entre los locales emblemáticos que pasarán a manos del Ayuntamiento está, también, el antiguo estudio fotográfico de Leopoldo Pomés o la antigua sede de la Unió Sindical Obrera de Catalunya (USOC), en la calle Sant Rafael.
Bajos "locomotora"
En el conjunto de la ciudad, el consistorio comprará los locales por un precio medio de 1.336 euros el metro cuadrado –de cerca de 2.000, en el caso de Ciutat Vella– y se trata de espacios que, de media, tienen unos 177 metros cuadrados. Las 50 plantas bajas que el Ayuntamiento se ha comprometido a comprar pasarán a formar parte de una cartera pública de locales –lo que el concejal de Presidencia, Jordi Martí, bautizó el día de la presentación del proyecto como el embrión de una inmobiliaria pública–, que tiene que servir para que determinados bajos se conviertan en "locomotora" de su área de influencia. Lo que han destacado hoy tanto Martí como Collboni es que la operación que se hace ahora es la compra más importante de locales que se ha hecho nunca desde el Ayuntamiento.
Para poner en marcha el proceso, el gobierno municipal convocó un procedimiento de concurrencia pública para que los propietarios interesados pudieran presentar sus ofertas. Se pedía que se ofrecieran locales de entre 60 y 1.000 metros cuadrados, que fueran accesibles desde la calle, que no tuvieran locatarios en el momento de la compra y que estuvieran en buen estado de conservación para minimizar la inversión de la reforma. Durante el 2022, se hará la convocatoria pública para seleccionar las actividades que acogerán. "Hemos empezado la estrategia para generar una bolsa de bajos de protección oficial", ha enfatizado el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni.