Collboni pierde la confianza del pleno y reactiva la búsqueda de socio
El alcalde pierde la cuestión de confianza que activa la cuenta atrás para aprobar automáticamente los presupuestos
BarcelonaAntes de empezar la Semana Santa, Jaume Collboni ha tenido que pasar la penitencia. Tras ver cómo le tumbaban los presupuestos el pasado viernes, el alcalde de Barcelona ha constatado este miércoles que no cuenta con la confianza de la mayoría del pleno del Ayuntamiento. Sólo los concejales del PSC y de Esquerra le han apoyado durante el debate de la cuestión de confianza, una votación necesaria para activar la cuenta atrás de treinta días que debe resolver la siguiente incógnita: gobierno alternativo en Collboni o presupuestos aprobados automáticamente.
Con la imposibilidad de trabar una mayoría alternativa por la incompatibilidad entre Junts per Catalunya y Barcelona en Comú, el pleno de este miércoles ha evidenciado que el 2 de mayo Collboni tendrá cuentas, pero también trabajo: construir una mayoría posible para sacar adelante los proyectos de su gobierno. Durante su intervención al término del pleno, Collboni ha anunciado que, una vez se aprueben los presupuestos, reabrirá la carpeta para ampliar su gobierno con la entrada de algún otro grupo. Sin embargo, no ha puesto una fecha límite para alcanzarlo ni ha especificado con qué grupos.
¿Y con quién puede ser ese pacto? Aunque la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha explicitado que "la puerta sigue abierta para todos", la relación con Barcelona en Comú y con Junts per Catalunya ha quedado muy tocada tras la negociación de los presupuestos. Ahora mismo, el principal candidato a formar gobierno con los socialistas en Barcelona es Esquerra, con quien ya han cerrado un acuerdo de presupuestos y con el que han mostrado sintonía en los últimos meses en el Ayuntamiento. El propio Collboni afirmaba el domingo en una entrevista en el ARA que le gustaría que el entendimiento con los republicanos fuera más allá de los presupuestos.
De hecho, desde los comunes se daba por sentado este miércoles que este será el pacto y que difícilmente el PSC contará con ellos. La líder del espacio, Ada Colau, lo ha verbalizado durante el pleno, al afirmar que es "un secreto a voces" que socialistas y republicanos ya tienen cerrado también un acuerdo de gobierno. Tras el pleno, la portavoz de los comunes, Janet Sanz, remachó el clavo y exigió al PSC y ERC que hagan público antes de las elecciones que ya tienen un pacto cerrado. Sin embargo, los republicanos no se han movido un milímetro de su discurso y su portavoz, Jordi Castellana –Elisenda Alamany ha sido la única líder de grupo que no ha tomado la palabra durante el debate–, ha replicado en Colau que nadie puede hablar por Esquerra.
Después de unos días de reproches muy duros de Colau hacia Collboni, esta vez el gobierno municipal ha empleado un tono más suave, si bien Bonet ha avisado a los comunes de que negociar no puede ser "imponer". Por su parte, la dirigente de los comunes insistió en responsabilizar al alcalde del fracaso de los presupuestos, y le recordó que tenía dos mayorías disponibles al alcance –o con Barcelona en Comú y ERC, o con Junts– y que no las ha articulado.
También Junts per Catalunya marca distancias ahora con Collboni pese a que durante la primera fase del mandato mantuvo conversaciones incluso para gobernar juntos. Rotas aquellas negociaciones, ya hace semanas que Xavier Trias cogió la bandera de jefe de la oposición, y este miércoles ha cargado contra Collboni y su gobierno "débil", al que ha acusado de estar más pendiente de los intereses del PSOE y del PSC que de los de la ciudad. "Usted fue investido de una manera que ahora usted paga", espetó tras hurgar en que ni PP ni Comuns le apoyen ahora pese a haberlo hecho alcalde. Desde el PP Daniel Sirera también ha subrayado esta soledad de Collboni.
El impacto de las elecciones catalanas
Lo que ocurra en los próximos meses en el Ayuntamiento de Barcelona estará condicionado también por el escenario electoral en Catalunya. De entrada, el hecho de que la cuenta atrás para aprobar los presupuestos pille a los partidos en plena precampaña hace aún más improbable cualquier mayoría alternativa a Collboni.
Pero la onda expansiva de los comicios en el Parlament también puede ir más allá. El escenario que acaben dibujando las urnas y los pactos que puedan tener que articularse al otro lado de la plaza Sant Jaume puede acabar siendo decisivo también para configurar el próximo gobierno de la capital catalana. En los pasillos del Ayuntamiento ya hay quien se pregunta si, por ejemplo, Collboni podría mantener a Colau fuera del gobierno si el PSC necesitara el voto de los comunes a la Generalitat.