Urbanismo

Examen en las supermanzanas: un 66% de los vecinos del Eixample las aprueban

Los vecinos de calles no pacificadas y con un tráfico alto también avalan las pacificaciones, según un estudio de la UAB

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Una peatón cruzando la supermanzana del barrio de Sant Antoni.

BarcelonaLa pacificación de calles de Barcelona a través de ejes verdes y supermanzanas ha sido, sin duda, el principal foco de debate en la ciudad durante los dos gobiernos de Ada Colau. Ahora un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) intenta aportar datos con la difusión de una encuesta hecha a pie de calle a más de 1.200 vecinos del Eixample sobre el impacto de la pacificación de las calles, ya sea a través de supermanzanas o de ejes verdes. La conclusión es que la mayoría de los vecinos las aprueban –un 66%–, si bien este apoyo fluctúa en función de variables como la edad y la proximidad de la residencia con una de estas calles pacificadas.

Uno de los datos destacados del informe es que los vecinos que viven directamente en alguna de las calles ahora pacificadas valoran mejor la medida –un 72% la consideran positiva y un 15% negativa– que no los que residen en calles no pacificadas –un 64% la aplaude y un 22% la critica–. De hecho, el estudio todavía concreta un poco más y divide a los vecinos en cuatro categorías: los que viven en calles pacificadas recientemente –entre 2020 y 2023, como por ejemplo el eje verde de Consell de Cent–; los que viven en pacificaciones ya consolidadas –como la supermanzana de Sant Antoni–; las calles no pacificadas con tráfico moderado, y las calles no pacificadas con tráfico elevado.

Entre estas cuatro categorías, los que valoran más positivamente la medida son los vecinos de calles recientemente pacificados –un 77% considera beneficiosa la medida–, mientras que los que ya llevan varios años viviendo en una supermanzana o un eje verde rebajan l aprobado en 10 puntos, hasta el 66%. Quien peor nota pone en las pacificaciones son los vecinos de calles no pacificadas, pero con tráfico elevado, aunque siguen aprobando la medida en un 60%.

En cuanto a qué tipo de impacto positivo ha tenido para los vecinos la pacificación de las calles, los encuestados destacan el haber ganado espacio para pasear y la reducción de ruido; mientras que en el apartado de efectos perjudiciales destacan el jaleo y la suciedad como primeras quejas entre los vecinos de calles pacificadas, y la dificultad para circular con vehículo privado y las molestias de las obras entre los vecinos de calles no pacificadas.

Menos apoyo entre las personas mayores

La encuesta también muestra cómo el apoyo a los ejes verdes y las supermanzanas también decae entre aquellos barrios del Eixample más alejados de las zonas con calles pacificadas. Así, la Sagrada Família (57% de aprobación) y el Fort Pienc (50%) son los menos favorables. En cambio, tanto en la Derecha del Eixample (74%) como en la Izquierda (71%) se imponen ampliamente los que aprueban las pacificaciones. Una vez más, en el barrio de Sant Antoni –donde la supermanzana lleva ya tiempo consolidada– la nota baja hasta el 64%.

La edad es otro factor destacado a la hora de valorar las pacificaciones. Los barceloneses de entre 18 y 44 años avalan con un 79% de aprobación este tipo de intervención urbanística, pero a partir de ahí los partidarios decaen hasta el 62% en los ciudadanos de entre 45 y 59 años; hasta el 56% en la gente con entre 60 y 74 años; y hasta el 44% en los de más de 75 años, uno de los pocos sectores de población que suspenden la medida junto con las personas que se desplazan habitualmente con vehículo privado, de que sólo un 49% aprueban las pacificaciones y un 41% las consideran negativas.

La encuesta hecha pública ahora es la primera parte de un trabajo del proyecto Transequi –liderado por el doctor Samuel Nel·lo Deakin, del Grupo de Estudios de Movilidad, Transporte y Territorio, en la UAB– que ahora deberá completarse con otras dos patas. Por un lado, el análisis de las diferencias entre calles pacificadas y no pacificadas en cuanto a externalidades negativas del tráfico como el ruido contaminación y accidentalidad; y, por otro, este análisis cuantitativo se ampliará con la realización de entrevistas con actores clave de estos barrios como asociaciones de vecinos y comerciantes de la zona.

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