Barcelona

Collboni anuncia una cuestión de confianza tras el 'no' del pleno en los presupuestos

El alcalde acusa a Colau de "irresponsable" por su voto contrario a las cuentas de la ciudad

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La líder de Barcelona en Común, Ada Colau, en el pleno de Barcelona junto al alcalde, Jaume Collboni, al fondo

BarcelonaNi la Generalitat, ni el Estado ni, por ahora, Barcelona. El pleno del ayuntamiento de la capital catalana ha consumado este viernes el fracaso del proyecto de presupuestos del 2024. Unas cuentas que, sin embargo, todavía tendrán una última oportunidad. Tras cargar contra la líder de los comunes, Ada Colau, por su "irresponsabilidad" por haber votado en contra de las cuentas, el alcalde Jaume Collboni ha anunciado que se someterá el próximo miércoles a una cuestión de confianza vinculada a los presupuestos. Si en los treinta días posteriores a esta cuestión de confianza no ha prosperado ninguna moción de censura contra el alcalde -del todo improbable por la incompatibilidad entre los comunes y Junts-, las cuentas se aprobarán automáticamente el 2 de mayo.

Durante el debate se ha reproducido el baile que se ha visto en el Ayuntamiento en los últimos meses: con el PSC y ERC mostrando sintonía y reprochando a los comunes su no a los presupuestos, y los de Ada Colau cargando contra Collboni por no querer cerrar un acuerdo a tres. De hecho, el alcalde fue el más duro con la líder de los comunes. "Nunca había visto tanta irresponsabilidad junta en tan poco tiempo. Tres presupuestos progresistas fracasados ​​por su actitud", ha criticado Collboni, quien ha considerado la posición de los comunes "un grave error que sólo beneficia a la derecha y perjudica a los ciudadanos".

Antes el teniente de alcaldía de Economía, Jordi Valls, había lamentado que Colau "vuelva a certificar su renuncia a Barcelona", y ha cargado contra los comunes por haber derribado las cuentas de la Generalitat, de rebote del Estado y ahora vote en contra de los de Barcelona. Una posición que ha contrapuesto con los anteriores mandatos, cuando pedía responsabilidad a todos los grupos para aprobar cuentas en todas las administraciones. "¿Qué ha cambiado? Que ahora es concejala y antes era alcaldesa", apuntó. También la líder de ERC en el Ayuntamiento, Elisenda Alamany, ha cargado contra los comunes. "Es absurdo pedir gobiernos progresistas y tumbar todos los presupuestos progresistas que tienes en la mano", espetó. Alamany también reivindicó el acuerdo suscrito entre su grupo y el PSC para las cuentas.

Durante su intervención, Colau criticó que nueve meses después de llegar a la alcaldía aún no se sepa "hacia dónde quiere ir" el gobierno de la ciudad, y defendió el no de su grupo si no se trababa también un acuerdo de gobierno. "Votar este presupuesto sería un cheque en blanco para que aprobaran medidas que fueran en contra de nuestro modelo de ciudad", alertó. Según Colau, ha sido Collboni quien "ha decidido hacer fracasar los presupuestos" porque, ha esgrimido, teniendo la posibilidad de construir una mayoría progresista con ellos o una mayoría alternativa con Junts "no ha querido explorar ninguna de estas vías". "Podrán intentar decir que es culpa de los comunes, pero es usted el último responsable de haber venido aquí con un acuerdo que sólo suma 15 concejales", ha concluido Colau. Sin embargo, la líder de los comunes ha dejado la puerta abierta a entrar en el gobierno en un futuro: "Si cambia de opinión, estaremos siempre disponibles y con la mano tendida".

Con la derrota de este viernes, Collboni suma un segundo fracaso después de que en octubre ya tuviera que retirar las ordenanzas fiscales por falta de apoyos; una debilidad en la que han pinchado el resto de grupos. El concejal de Junts Ramon Tremosa ha criticado que el gobierno haya dejado perder "seis meses muy valiosos" y ha cargado contra un Collboni al que ha juzgado de "desorientado". "Tenemos la sensación de que se va muy a remolque, y de que el alcalde hoy está más solo que hace 10 meses", alertó. Desde el PP, Daniel Sirera ha criticado también al alcalde porque, a su juicio, mantiene las políticas del anterior gobierno: "El PP liberó a Barcelona de Colau, pero su espíritu destructor sigue impregnando los presupuestos".

El alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, durante el pleno de marzo

El pleno de este viernes consuma la ruptura entre el PSC y los comunes, que habían gobernado juntos la ciudad en los últimos dos mandatos. Aunque la convocatoria de elecciones anticipadas en Catalunya lo deja todo paralizado ya la espera de qué alianzas se tejen en el otro lado de la plaza Sant Jaume, ahora mismo rehacer el pacto entre ambos partidos parece una utopía. Está por ver también en qué punto queda la relación entre los socialistas y Esquerra, que en los últimos meses habían ido construyendo un entendimiento que parecía destinado a acabar en pacto de gobierno, pero que ahora con las elecciones catalanas en el horizonte queda en standby.

La última propuesta del PSC

El fracaso de los presupuestos era un hecho después de que este jueves fracasara la última reunión entre el PSC y los comunes para intentar salvarlos. Los de Ada Colau mantuvieron su rechazo a los presupuestos si no iban acompañados también de un acuerdo para forjar un gobierno progresista en la capital catalana. Una opción que el PSC ha descartado. El último intento de los socialistas por salvar las cuentas pasaba por un documento en el que, según fuentes socialistas, aceptaban el 90% de las propuestas de los comunes. Por ejemplo, y según las mismas fuentes, se incluía el compromiso de mantener la reserva del 30% de vivienda protegida en las nuevas promociones inmobiliarias. Eso sí, con letra pequeña: incluía el matiz de hacer esa reserva "eficaz".

Entre las medidas concretas, la propuesta del gobierno municipal preveía 8 millones este año y 27 durante todo el mandato para comprar edificios residenciales y destinarlos al alquiler; 7 millones en el 2024 y otros 30 millones el resto de legislatura para rehabilitar viviendas en la zona del Besòs-Maresme, y 20 millones este año y otros 90 durante el mandato para protección de edificios patrimoniales. Otras propuestas implicaban actuaciones para reducir los pisos turísticos principalmente en el distrito de Ciutat Vella, mantener la prohibición de crear nuevas plazas hoteleras en el centro de la ciudad excepto en casos singulares y reducir el número de cruceros de escalera y favorecer a los de puerto base.

Un pleno relleno de encontronazos entre ERC y los comunes

Más allá de certificar la distancia entre Jaume Collboni y Ada Colau, el pleno de este viernes en el Ayuntamiento ha servido también para comprobar que la relación entre los comunes y ERC tampoco pasa por su mejor momento. Ambos se han intercambiado reproches en sendas proposiciones. Así, mientras los comunes aprovecharon la abstención de Esquerra en una iniciativa suya para descartar abrir hoteles en el centro para atacar a los republicanos y acusarles de hacer "de comparsa" del PSC y "ceder a las presiones socialistas" con los hoteles y el Hard Rock; desde ERC han planteado una propuesta en la que se recogían todas las inversiones que Barcelona ha perdido por el no de los comunes a los presupuestos de la Generalitat. Un debate durante el que Elisenda Alamany ha acusado a los de Colau de haber entrado en una "deriva destructiva" y de estar sólo preocupados por las sillas.

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