Barcelona

Movilización vecinal para salvar la buganvilla emblemática de la rambla Catalunya

El Ayuntamiento quiere cortar la planta que desde hace 20 años decora una floristería a la altura de la calle Còrsega

La buganvilla de la esquina de rambla de Catalunya con Córsega
17/12/2024
3 min

BarcelonaUno de los rincones más característicos de la rambla Catalunya de Barcelona vuelve a sentirse amenazado: la gran buganvilla de la tienda Maria Ponsa Flors podría tener las horas contadas. Esta planta que desde hace veinte años embellece la esquina de la rambla con la calle Còrsega vuelve a estar debajo de la lupa del Ayuntamiento, que incluso podría cortarla. La posibilidad de perder uno de los iconos de la zona ha encendido todas las alarmas entre los vecinos y la propietaria de la floristería, que ya han iniciado una campaña para salvar la buganvilla.

La crisis se originó el 7 de diciembre, durante el episodio de fuertes ventoleras que afectó también a Barcelona. A consecuencia del temporal, la planta –que nace en el alcorque de un árbol y hace una especie de techo hasta llegar a la fachada– bajó unos 20 centímetros. "Por previsión y por prudencia", la propietaria de la tienda, Maria Ponsa, llamó a Parcs i Jardins para pedirles que protegieran la zona para que nadie tomara daño. Pero la respuesta la dejó helada: Parques y Jardines quería podar la buganvilla y dejarla con sólo un metro de altura.

Desde entonces, Ponsa ha hecho un llamamiento a la movilización que ha recibido la adhesión inmediata de clientes y vecinos. Hace unos días que en la puerta del establecimiento, junto a la planta, hay también dos grandes carteles que llaman a "salvar a la buganvilla". En una semana ya ha recogido más de mil firmas y, en conversación con el ARA, Ponsa prevé recoger muchas más. Confía en que con esta movilización el Ayuntamiento se acabe echando atrás.

Cartel pidiendo salvar la buganvilla de rambla de Catalunya.
Dos vecinas firmando para evitar que se corte la buganvilla.

Maria Ponsa explica que la plantó en el árbol de enfrente de la tienda porque no la venía. "Sus hermanas eran más esplendorosas que ella, y decidí plantarla para ver si la salvaba", relata. sólo la salvó, sino que la buganvilla fue trepando por el árbol y coloreando una esquina que desde entonces es una de las más características del centro de la ciudad. Las flores lilas se han convertido en el emblema de una tienda centenaria que abrió en la calle Valencia la tía abuela de Ponsa –que también se llamaba María–, pero que desde unos años antes de la Guerra Civil ocupa el mismo local de la rambla Catalunya 124.

Compromiso por escrito

Hace unos días, explica Ponsa, recibió una segunda comunicación de técnicos de Parcs i Jardins que le dijeron que seguramente no habría que cortarla. Pero ella dice que quiere un compromiso por escrito. segunda visita de los técnicos de Parques y Jardines a la floristería y afirman que trasladaron a la propietaria que lo que hace falta es "sanear" la planta y que esto no implica cortarla. "Nadie irá allí y cortará la buganvilla entera", subrayan. de pequeños paisajes de la ciudad, que protege algunos elementos característicos de Barcelona, ​​como el búho de la Diagonal.

Esta ya es la segunda vez que la buganvilla se enfrenta a la amenaza de la tijera del Ayuntamiento. En 2017 fue una inspección municipal la que puso en peligro la planta. Entonces el Ayuntamiento sancionó a Ponsa por "ocupar la vía pública" con algunas plantas sin tener permiso. Ponsa pagó la sanción y retiró las macetas que tenía en la calle, pero tuvo que defender la buganvilla, que al nacer del árbol de enfrente sólo se puede quitar cortándola. La presión vecinal de entonces terminó salvando la planta.

stats