¿Cuál es tu refugio climático más cercano a Barcelona?
El Ayuntamiento incluye mercados municipales, parroquias y una cuarentena de piscinas públicas en la red de espacios de confort térmico
BarcelonaEste verano será aún más caluroso en Barcelona que de costumbre, con varios picos de calor que pondrán a prueba la paciencia y resistencia de los vecinos y vecinas, según las predicciones meteorológicas. Y para todas las personas que no tienen aire acondicionado en casa –que no son pocas en la Ciudad Condal–, este año el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado hasta 354 refugios climáticos. Es decir, cientos de espacios de acceso libre y gratuito para protegerse de las altas temperaturas y que son especialmente importantes para la gente mayor, los niños y los enfermos crónicos, así como las personas que trabajan en el aire libre.
Este lunes, en la presentación del Plan Calor 2024, la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha detallado que la red de confort térmico se alargará hasta la primera quincena de septiembre y sumará 120 localizaciones nuevas respecto a la año pasado, como piscinas y mercados.
El año pasado se batieron todos los récords de calor nocturno con 105 noches tropicales (con mínimas superiores a los 20 °C) y 14 noches tórridas (25-29,9 °C de mínima), mientras que en agosto de 2023 va ser el mes más cálido en 110 años. Barcelona se prepara, pues, para un nuevo año con unas temperaturas más elevadas de las que tocaría –el 2023 fue el verano más cálido de los últimos dos mil años en el hemisferio norte– con un arsenal de espacios públicos y privados . Estos, como mínimo, tendrán que ser accesibles, ofrecer sombra y un punto de agua para beber.
Entre las instalaciones que se abrirán al público habrá bibliotecas, centros cívicos o museos, pero también parques, jardines, patios de guardería e interiores de manzana. Entre las novedades de este año, se destaca la incorporación a la red de algunos mercados municipales, centros comerciales, espacios de otras administraciones (como dos espacios de la Universidad de Barcelona) o algunos privados (como equipamientos culturales o parroquias) que se han sumado por primera vez.
Otras ubicaciones que podrán funcionar como lugares de confort térmico serán las pérgolas fotovoltaicas y 183 áreas de juegos infantiles. Bonet ha subrayado que en toda la ciudad hay 1.700 fuentes públicas para beber agua, que pueden ser localizadas con la aplicación para móviles Fuentes BCN, pero también admitió que hay un millar de parques en toda la ciudad y que todavía "queda margen" por mejorar la garantía de sombra.
Bonet y la concejala de Salud, Personas con Discapacidad y Estrategia contra la Soledad, Marta Villanueva, han recordado que las piscinas municipales de la ciudad también serán refugios climáticos y se regularán según el precio público fijado con las correspondientes ayudas. "Ningún ciudadano por razones económicas se quedará fuera de acceder a las piscinas públicas", ha garantizado. Con estas incorporaciones, aseguró Bonet, se conseguirá que el 98 por ciento de la población tenga un refugio climático a menos de diez minutos de casa y el 68 por ciento a menos de cinco minutos. Además, durante los domingos de agosto (que son los días en los que más equipaciones cierran), "el 89% de la población tiene un refugio a menos de diez minutos andando desde casa y el 44% tiene uno a menos de cinco minutos", añadió.
Según Bonet, el objetivo es continuar incrementando el número de refugios para que en 2030 todos los vecinos de Barcelona tengan acceso a un refugio climático a cinco minutos andando desde casa. Ahora bien, dado que estos espacios no abren cada día en el mismo horario, el Ayuntamiento recomienda consultar estos tiempos de apertura y el mapa que permite identificar cuáles son los más cercanos, además de saber los días en los que cada centro permanecerá cerrado durante el verano.
Tres fases
"El calor compromete la capacidad de regular la temperatura interna y representa un riesgo para los adultos mayores y los niños, así como también para los que padecen enfermedades crónicas", resumió Villanueva. En la capital catalana, el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (Cuesb) será el encargado de actuar como referente de atención social en caso de que la subida de las temperaturas obligue a elevar la alerta por ola de calor .
Este plan de actuación incluye una fase de alerta por calor intenso en caso de que la temperatura diurna máxima supere los 33,7 grados centígrados, o bien cuando la temperatura mínima nocturna sea superior a los 25,9 grados. Además, si la temperatura máxima supera los 35,7 grados o la mínima se ubica por encima de los 27,9 grados, se activará la tercera y última fase de emergencia por calor muy intenso.
Durante la fase preventiva, que comenzó el pasado sábado, se ejecuta una campaña de comunicación a la población general sobre qué es una ola de calor, con las recomendaciones generales para afrontarlas y un listado de espacios de refugio climático activados. En la fase de alerta, el Cuesb, como Espai Refugi, habilitará una sala de espera con climatología de confort y fuente de agua para personas vulnerables. Y, si es necesario, ampliará este espacio y realizará desplazamientos a domicilio para realizar valoraciones de riesgo. Durante la tercera fase, llamada de emergencia, también se propondrá a personas vulnerables su traslado hasta centros habilitados como refugios climáticos y se activará el Cuesb como lugar para pasar la noche para personas frágiles y con problemas de salud.
El eje Besòs –Sant Adrià y Santa Coloma de Gramenet–, los distritos barceloneses de Ciutat Vella y Nou Barris y el área que incluye L'Hospitalet de Llobregat y Cornellà son las zonas más vulnerables al calor. Así se desprende del índice de vulnerabilidad al cambio climático del Instituto Territorio metropolitano, hecho a partir de variables socioeconómicas como la renta, así como el año de construcción de las viviendas, la densidad urbana y la cantidad de zonas verdes en torno a los domicilios.
La jefa del área de sostenibilidad del consorcio, Elena Domene, estima que hasta el 90% de los residentes en Ciutat Vella viven en condiciones de riesgo ante las olas de calor, mientras que en Santa Coloma son el 50% y en Nou Barris, el 40%. "Todas estas zonas tienen población con rentas bajas, viviendas construidas entre los años 50 y 60, pequeñas y donde se acumula el calor, y pocas zonas verdes", añade la experta.
El Instituto calcula que unas 500.000 personas de estas áreas vivirán en zonas muy vulnerables en 2040 si no se toman medidas de mitigación de ámbito nacional e internacional. Y, aunque las pacificaciones en Barcelona o la habilitación de espacios verdes ayudan a refrescar, Domene alerta de que no es suficiente para compensar la vulnerabilidad. "Estas cuestiones no pueden ser decisiones personales como poner aire acondicionado en casa; esto refuerza las desigualdades", dice.