El túnel de Glòries se estrena con (más) colas
Las retenciones para entrar en Barcelona por Gran Vía ocupan un tramo de más de dos kilómetros y alargan el trayecto unos 20 minutos
BarcelonaPrimer día laborable con el túnel de la plaza de las Glorias en sentido entrada en Barcelona en funcionamiento y circulación muy complicada en la Gran Vía. Tal como ya había anunciado el Ayuntamiento, la puesta en marcha de la nueva infraestructura se ha traducido en un aumento de las colas para entrar en la ciudad: a primera hora de la mañana la retención ocupaba un tramo de más de dos kilómetros de la C-31 hasta la entrada en el túnel, que se puso en marcha este domingo sin que entonces hubiera complicaciones de tráfico. Los trayectos se están alargando este lunes unos veinte minutos más respecto a antes de los cambios, y las colas de primera hora eran evidentes ya desde el enlace con la ronda de Dalt. La previsión municipal es que las retenciones se repitan durante las próximas semanas.
A pesar de que no hay cambios en el dibujo de carriles respecto al que ya había para entrar en Barcelona por la Gran Vía (el túnel mantiene los dos carriles para el tránsito privado y uno para los buses interurbanos y los taxis), sí que se han eliminado los tramos más anchos que había antes en la plaza, ya que ahora todo el tránsito privado queda sepultado. Se ha eliminado también la posibilidad de que los vehículos privados giren por la calle Independència antes de entrar en el túnel.
Los coches que usaban este itinerario tendrán ahora dos opciones: coger la salida 207 Bac de Roda Poblenou, que es la última posible antes del túnel (solo hay una después para buses y taxis), o bien continuar por la Gran Vía por debajo de la plaza y llegar hasta Aragó a través de las calles Padilla (carril derecho) o Marina (carril central). Estos son los dos recorridos que pueden seguir ahora los conductores que salen del túnel, porque solo pueden continuar por la Gran Vía en línea recta los autobuses y los taxis.
Hay dos semáforos coordinados a la entrada y la salida del túnel para intentar evitar que las retenciones sean dentro del túnel, que, con una longitud total de 957 metros (1.157 metros, si se incluyen las rampas de acceso), tiene que acoger los 43.000 vehículos que se calcula que entran cada día en Barcelona a través de la Gran Vía. El gerente de Movilidad del Ayuntamiento, Manuel Valdés, ante la previsión de que hubiera más retenciones, ya hizo un llamamiento la semana pasada a cambiar el coche por el transporte público y a planificar bien los trayectos en el supuesto de que no se pudiera prescindir del vehículo privado. El consistorio también pedía, dentro de lo posible, evitar la hora punta de la mañana, que es la que se preveía más complicada.
El estreno del segundo túnel, que llega cinco meses después de que se pusiera en marcha el que canaliza el tránsito en dirección salida de Barcelona, supone la culminación de siete años de obras y libera la plaza de Glòrias de tráfico de paso. A partir de ahora solo podrán circular bicis, autobuses y vehículos de servicios o vecinos, y empezarán los trabajos para urbanizar como un paseo unos 30.000 metros cuadrados entre la rambla del Poblenou y la calle Independència por encima de la nueva infraestructura.