Barcelona

Victoria vecinal sobre el Ayuntamiento: la justicia tumba los pisos de lujo en un jardín de Sarrià

El consistorio no recurrirá la sentencia y se aboca a una negociación con la propiedad

La masía de Can Raventós, ayer, con el cartel anunciando la promoción de pisos
31/05/2024
3 min

BarcelonaRevés judicial en el Ayuntamiento de Barcelona. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dado la razón a los vecinos de Sarrià y ha anulado el planeamiento municipal aprobado en 2020 que permitía construir pisos de lujo en el jardín de la masía de Can Raventós. Aunque la sentencia aún puede recurrirse, los vecinos celebran su victoria como "definitiva". "Somos pequeños David que hemos conseguido derrotar a Goliat", celebra Natàlia Botinas, de la plataforma Defendemos Can Raventós.

Can Raventós es una masía construida en 1848 y que está incluida en el catálogo de patrimonio protegido de la ciudad con un nivel C. El proyecto en marcha preveía construir hasta 59 pisos manteniendo la masía y levantando dos nuevos edificios en jardín. Se trata de un proyecto impulsado por la promotora BeCorp, que ya había comenzado las obras y que anunciaba ya unas viviendas con más de 1.100 metros de espacios comunes –parte del actual jardín– o un gimnasio y un coworking.

En su sentencia, el tribunal considera que el proyecto "infringe" de forma "incuestionable" el Plan General Metropolitano de Protección de Patrimonio, ya que no respeta la obligación de dejar un espacio libre de 10 metros alrededor de la masía siendo un elemento protegido. Por ello, anula el plan especial y condena al Ayuntamiento ya la propiedad a hacerse cargo de los costes del juicio.

Pintadas contra la construcción de pisos de lujo en la masía de Can Raventós

Ahora los vecinos exigen al Ayuntamiento –con quien aspiran a reunirse pronto– que no "destine ni un euro público más" a recurrir la sentencia y que abra un proceso de negociación con la propiedad para buscar una solución al callejón sin salida . En este sentido, la plataforma Defensem Can Raventós ha vuelto a poner sobre la mesa una propuesta que ya se había defendido en el pasado y que implicaría hacer una permuta de espacios para que los pisos se levantaran en otro lugar de la ciudad y que el jardín quedara abierto en el barrio y la casa, recuperada como equipamiento. "Hasta ahora nos decían que todo era legal. Ahora el Ayuntamiento tiene en la mano una herramienta para poder hacer entender a la propiedad que no es legal y que es necesario encontrar una solución", defiende Botinas.

Fuentes del Ayuntamiento confirman que no presentarán recurso contra la sentencia. Las mismas fuentes interpretan que, una vez que ha decaído el planeamiento urbanístico que hacía posible la construcción de los pisos, ahora corresponde a la propiedad mover ficha y definir cuál es su planteamiento a partir de ahora. Evitan, por el momento, hablar de indemnizaciones o cualquier tipo de compensación.

El toque de atención de Antifraude

La sentencia del TSJC no es el primer revés que sufre el Ayuntamiento de Barcelona a cuenta de Can Raventós, un proyecto urbanístico que se aprobó en el pleno con los votos a favor de Barcelona en Comú, PSC, PP y concejales de Manuel Valls –que celebró efusivamente la votación en sus redes– y con el único voto en contra de Esquerra.

El pasado mes de noviembre, la Oficina Antifrau ya hizo público un informe sobre el caso en que instaba al Ayuntamiento a justificar más exhaustivamente las decisiones que toma en materia urbanística, así como a revisar los mecanismos para la detección de posibles conflictos de interés, ya que consideraba que en el caso de Can Raventós hay "conflictos de interés aparentes en responsables municipales que no han sido debidamente gestionados". Sin embargo, precisaba que "no se han observado indicios de influencias indebidas en el procedimiento".

Si se confirma finalmente la victoria y se echa atrás la construcción de estos pisos, parte del trabajo será recuperar el jardín. Las obras estaban ahora paradas por posibles restos arqueológicos, pero los trabajos de demolición en el interior de la masía ya habían comenzado y también la afectación en una parte del jardín que se había arrancado y que ahora habrá que recuperar. No volverá, sin embargo, el enorme pino canario que los vecinos vieron talar el pasado 16 de agosto y que será ahora ya para siempre el símbolo caído de una lucha vecinal con final feliz.

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