Parajes naturales

Un bosque de fantasía que quiere frenar la masificación

El paraje de Les Roques Encantades, entre la Garrotxa, la Selva y Osona, cada vez recibe más visitantes y el Ayuntamiento trabaja para poner freno

Paseando por el bosque mágico de las Roques Encantades, que forma parte del municipio de Les Planes d'Hostoles (Garrotxa).
30/12/2023
3 min

Las Planes de Hostoles (Garrotxa)Durante el otoño, miles de visitantes de todas partes frecuentan el paraje natural de las Rocas Encantadas, un frondoso bosque de tonos anaranjados, donde, entre una alfombra de hojas secas, se levantan de la nada varias piedras de grandes dimensiones, de formas sinuosas y cubiertas de musgo. Se encuentra dentro de la cordillera de Collsacabra, entre la Garrotxa, Osona y la Selva, en el municipio de Les Planes d'Hostoles. En los últimos años, por el boca a boca, el auge de las aplicaciones de rutas y los anuncios en las redes sociales, se ha dado a conocer y ha ganado mucho interés entre los amantes del paisaje otoñal, que ya no sólo visitan el famoso hayedo de Jordà, sino que también paran en este lugar.

A las Rocas Encantadas se puede acceder desde el aparcamiento del santuario de La Salut o desde el collado de Condreu, viniendo de Susqueda. Desde ambos puntos, la ruta es fácil y accesible, llana y de una hora de duración, con miradores privilegiados, ideal para venir en familia, jugar y trepar entre las piedras. En los fines de semana de otoño, pasan de media unas 700 personas cada día y, en invierno, aunque el pico no es tan elevado, la afluencia también es importante. Es por ello que, desde hace semanas, el Ayuntamiento de Les Planes d'Hostoles trabaja para controlar el acceso al bosque y evitar dañar el medio natural.

"Hemos delimitado el camino para que los visitantes no caminen por los márgenes y degraden otros espacios, y hemos señalizado con cuerdas las rocas que habían sufrido más daños", comenta el alcalde Marc Puig, quien añade: "El siguiente paso, previsto por el febrero, será organizar una mesa de trabajo entre los dos restaurantes de la zona, los agentes rurales y los guías de Collsacabra para buscar soluciones de cara al próximo otoño". Y concluye: "El bosque es como un cuento de hadas, te sientes muy pequeño delante de estas inmensas rocas, y lo que pretendemos es que la gente pueda disfrutarlo con silencio, contemplando el entorno con respeto". El detonante de las primeras medidas del consistorio fue el accidente de un menor durante el puente del 12 de octubre, que se precipitó sobre una de las rocas. También se han producido algunas actitudes incívicas, con pintadas con spray, arañazos en las piedras o robos de musgo.

Bosque de las Rocas Encantadas, en Sant Feliu de Pallerols. / LLUCIA GAROLERA

Leyenda del demonio y el origen marítimo de las piedras

La singular orografía del paraje da pie a inventar cuentos e historietas populares ambientadas entre las piedras. Las leyendas cuentan que un demonio molestaba a los aldeanos tirando rocas pendiente abajo hasta que un ángel lo encadenó, y, entonces, hadas y duendes habitaron el bosque. Sin embargo, la explicación científica demuestra que las rocas tienen millones de años y provienen del mar.

"Conozco esta zona desde hace mucho tiempo, ahora llevaba cinco años sin ir, y me sorprendió la cantidad de gente y las medidas de control que rodeaban las rocas, no me encontré tan a gusto como la primera vez", explica Marta, que visitó el bosque en noviembre. Rosaura, de Sabadell, conoció las Roques Encantades por recomendación de una amiga y, como era consciente de la masificación, aprovechó para ir este diciembre entre semana: "Estaba casi sola, era un privilegio, lo encontré muy mágico y precioso", recuerda. Eso sí, aunque el camino estaba muy limpio, las pintadas en las rocas fueron una sorpresa negativa: "No entiendo cómo la gente no es capaz de respetar la naturaleza y lo ensucia todo", critica.

La mayoría de los campos y caminos de este paraje están dentro de la explotación ganadera del Mas Masnou, que pasto vaca parda del Pirineo, oveja y cabra ecológica. Jordi, propietario de la granja, corrobora el aumento de visitantes: "El único efecto negativo es que a veces nos encontramos los cerrados de las vacas abiertos y esto me pone de mal humor. Ahora bien, la mayoría de gente es responsable , vienen a preguntar y hacen fotos al ganado –explica–. Hagamos un trabajo duro, así que siempre es una buena noticia que vengan personas de fuera a descubrir nuestro mundo y les podamos explicar lo que nos gusta", certifica.

Paral a las medidas para evitar la gentrificación de las Rocas Encantadas, el Ayuntamiento de Les Planes d'Hostoles también trabaja para abordar un segundo foco que ha sumado visitantes. Son las pozas del río Brugent, que en verano, están a rebosar. El consistorio busca la manera de controlar el acceso pensando en los próximos meses.

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