Salud avisa del riesgo de una cuarta oleada a pesar del descenso de casos

El Govern descarta que el 14-F esté detrás del estancamiento de los indicadores y apuesta por el efecto de la variante británica

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Un equipo de sanitarios del Hospital Clínico, el primer centro que diagnosticó un caso de coronavirus , evalúan el estado de los pulmones de un paciente covid .

Santa Coloma de GramenetJusto un año después del primer diagnóstico de coronavirus en Catalunya, la consellera de Salud, Alba Vergés, ha alertado de que la cuarta oleada “no es en ningún caso descartable”. Los indicadores epidemiológicos acumulan "días de estancamiento", con un descenso muy lento y débil de los nuevos positivos, y la amenaza de las nuevas variantes –que ya representan un 40% de los casos detectados– han hecho crecer algunos datos clave para el control de la epidemia, como la tasa de contagio (R).

El virus sigue propagándose a una velocidad de 1, el umbral que revela que vuelve a estar en expansión, debido al impacto de las nuevas variantes. A estas alturas, cien personas contagian, de media, a 101 personas más, cosa que significa que las cadenas de transmisión no se están cortando. Además, Vergés ha advertido de que las UCI siguen demasiado llenas, con 587 enfermos críticos de covid, y ha alertado de que se prevén semanas "complicadas": “La epidemia no se ha acabado: es imprescindible que contengamos la posibilidad de una cuarta oleada y su magnitud”.

Mañana el Procicat se reunirá para evaluar las restricciones y decidir si "da aire" a los sectores más afectados. El Govern solo reabrirá aquellos que a priori no tienen que incidir directamente en la curva de contagios, como el comercio no esencial, pero Vergés ha subrayado que Catalunya no está "en situación de poder plantearse una desescalada". El Govern, ha dicho, se tiene que "mover con mucha prudencia".

Así, Vergés ha apuntado que esta semana se debatirán "pequeñas modificaciones" en las restricciones. "No podemos hablar de una reapertura muy pronunciada, sino de arreglar ciertos aspectos", ha insistido. También el vicepresidente en funciones del Govern y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès, ha insistido en que "a pesar de que la pandemia está cada vez más controlada y tiene menos capacidad de incidencia, sigue siendo una amenaza importante en nuestras vidas". "Los datos actuales y la llegada y la detección de nuevas variantes nos recuerdan que no nos podemos relajar ni un solo instante", ha admitido.

Sobre la posibilidad de que detrás el cambio de tendencia epidemiológico estén las elecciones del 14-F, Vergés ha cerrado filas con las declaraciones del secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, que ayer ya dijo que no parecía que se le pudiera atribuir la responsabilidad. "Ni al 14-F ni a ninguna causa concreta", ha admitido Vergés, si bien ha señalado que la incidencia de las nuevas variantes sí podría haber dinamitado el aplanamiento de la curva.

Mucha incertidumbre entre los expertos

Lo que está claro es que hay una gran incertidumbre entre las autoridades sanitarias, pero también entre los expertos, ante el comportamiento epidemiológico. El grupo de investigadores de la UPC BIOCOM-SC, encargados de elaborar los informes que se remiten a la Comisión Europea, plantean que los casos seguirán bajando los próximos días, pero a un ritmo muy lento. Esta semana y la que viene serán claves para ver cómo interactúan las medidas vigentes con la variante británica, que ha aumentado su presencia en el país y que en territorios como la Vall d'Aran ya están detrás del 92% de los contagios.

Si bien la gran explosión de contagios debido a esta mutación no se ha dado, como varios modelos matemáticos preveían considerando el comportamiento de la variante en otros lugares como el Reino Unido, el BIOCOM admite que no pueden saber si las restricciones actuales contendrán la subida de casos las semanas que vienen.

No son los únicos preocupados. La jefa de medicina preventiva y epidemiología del Hospital de la Vall d'Hebron, Magda Campins, hace un llamamiento a ser conscientes de la situación y a no relajar medidas, excepto las que sean "muy mínimas" por motivos económicos. "No podemos salvar la Semana Santa como salvamos la Navidad, porque ya hemos visto el precio que hemos pagado", ha dicho en declaraciones a la ACN. Campins alerta de que si se hace, en un contexto con más circulación de nuevas variantes, la situación puede ser "crítica".

Campins atribuye el cambio de tendencia de los datos epidemiológicos a la circulación de la variante británica y ve "posible" la cuarta oleada, a pesar de que no cree que pueda ser "tan terrible" como en el Reino Unido, puesto que en Catalunya ya hay medidas restrictivas desplegadas. Con todo, la epidemióloga recuerda cómo pasó de la "incredulidad" de lo que pasaba en China a la" angustia" al ver que la pandemia sería una realidad en Catalunya. Cuando el coronavirus llegó a Italia fue consciente de que era "cuestión de días" que cruzara el Mediterráneo.

Las autoridades pecaron de "ilusas" hace un año

Precisamente este miércoles, y coincidiendo con el aniversario del primer caso detectado de coronavirus en el país, Aragonès y Vergés han visitado el Hospital Clínic, el centro que atendió a la paciente cero diagnosticada en Catalunya, una mujer italiana que vive en Barcelona y que había viajado a su país los días anteriores. “Hoy repasamos y hacemos balance de un primer año de pandemia, pero hay que hacer énfasis en que desgraciadamente la pandemia no se ha acabado y los esfuerzos que se están haciendo habrá que mantenerlos hasta que consigamos la inmunidad de grupo”, ha insistido Aragonès.

La consellera de Salud ha admitido que las autoridades pecaron de ”ilusas” hace un año, cuando el virus no se veía como una amenaza real para el sistema sanitario o la sociedad. “A lo largo de la epidemia hemos tomado decisiones muy delicadas y complejas, algunas con mucho acierto y otros no tanto, como el cierre de las escuelas, pero todas con el ánimo de aprender de lo que vivimos”, ha asegurado.

Vergés ha subrayado que todo el sistema sanitario se tuvo que transformar en tan solo tres semanas para volcarse exclusivamente en el coronavirus. Como ejemplo, la consellera ha recordado que antes de la pandemia se usaban 600.000 unidades de EPI a la semana y que en estos momentos se utilizan 5 millones. La pandemia –como ha recordado el vicepresidente Aragonès– ha revertido la lógica de los servicios sanitarios, pero también de todo el conjunto de la actividad socioeconómica.

“Todos, de una manera u otra, hemos adaptado nuestra vida a la lógica pandémica, hemos hecho esfuerzos enormes y hemos sacrificado una parte de nuestra vida social”, ha asegurado el vicepresidente. Aragonès ha destacado que a pesar de las ayudas que se han desplegado, muchas empresas y negocios “perfectamente viables” antes de la pandemia ahora pasan por graves dificultades debido a las restricciones, y algunos directamente han tenido que cerrar. “Este ha sido un año durísimo. Para muchos de nosotros ha sido el peor año de nuestras vidas”, ha afirmado el vicepresidente en funciones.

Catalunya no hará obligatoria la vacunación

Con todo, la consellera Vergés ha remarcado que hay varias diferencias respecto a lo que pasó hace un año. La más importante: la estrategia de vacunación. A pesar de los obstáculos en la llegada fluida de dosis, el Govern defiende que la vacunación tendrá un papel clave para revertir la situación epidemiológica y ha exigido al Estado y la Unión Europea que “resuelvan los problemas de suministro de vacunas” para poder avanzar la campaña tal como está prevista. “Hacen falta muchas más vacunas para acelerar el proceso, nosotros estamos preparados para ponerlas”, ha afirmado Aragonès.

Lo que no hará Catalunya es seguir los pasos de Galicia y hacer obligatoria la vacunación contra el covid. "No nos planteamos esta medida porque es contradictoria con los principios en los que se basa el derecho de la salud pública. Que no sea obligatoria no le quita importancia, simplemente creemos que será a través de la información y la experiencia que se conseguirá la aceptación de la totalidad de la población", ha defendido Aragonès.

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