Colau destina 16 millones a comprar unos sesenta locales comerciales vacíos

El Ayuntamiento quiere crear una inmobiliaria pública para activar plantas bajas, sobre todo en los barrios con más monocultivo turístico

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Una tienda de souvenirs  con la persiana bajada a la calle Marina de Barcelona.

BarcelonaEn arterias como la calle Ferran, en el Barri Gòtic de Barcelona, la pandemia ha dejado una sucesión de locales comerciales cercados, una sangría que se repite en las zonas más turísticas de la ciudad, como la propia Rambla. Según datos de los principales portales inmobiliarios recogidos por el Ayuntamiento, en la ciudad hay ahora 5.323 persianas bajadas -1,5 millones de metros cuadrados de suelo desaprovechados-, y el problema es especialmente duro en Ciutat Vella y el Eixample -el 40% de los comercios han cerrado en el centro-, mientras que las zonas con más tejido comercial de barrio han capeado mejor la crisis. Con el doble objetivo de contribuir a la recuperación económica y mejorar la calidad de vida en la ciudad -con las plantas bajas como garantes de la seguridad y de la imagen de vitalidad de los barrios-, el gobierno de Ada Colau ha anunciado hoy que, de acuerdo con la propuesta de ERC para el pacto de presupuestos, destinará 16 millones de euros a comprar y rehabilitar locales en planta baja que estén en desuso para crear una cartera de bajos de protección oficial y poder incidir en el tipo de actividad que se instala en cada zona.

La idea, como ha explicado el concejal de Presidencia, Jordi Martí, es luchar contra los precios de mercado actuales en algunas zonas que hacen inviable que puedan abrir establecimientos destinados al comercio de barrio, como una carnicería o una papelería. Y combatir, también, que determinadas calles se especialicen solo en un tipo de uso, como el turístico. Según Martí, lo que se hace es impulsar una inmobiliaria pública municipal para activar bajos sin uso.

El plan prevé destinar 10 millones a comprar locales en el conjunto de Barcelona y seis, especificadament en Ciutat Vella, como zona más castigada por la desaparición del turismo y donde se hace más evidente la necesidad de un cambio de modelo comercial. Según los cálculos del gobierno municipal, esta inversión tiene que permitir adquirir entre 60 y 70 locales, pero podrían ser menos si se acaban eligiendo espacios más grandes y, por lo tanto, más caros. Lo que ya está predefinido es que uno de estos locales tendrá más de 1.500 metros cuadrados y se prevé que se pueda destinar a crear una especie de gran coworking.

La adquisición de los locales se hará a través de un procedimiento de compra pública por concurrencia a partir de las ofertas que los propietarios quieran presentar y, si no se agota el presupuesto, posteriormente, el Ayuntamiento abrirá una segunda fase de negociación para poder dirigirse directamente a los propietarios de los locales que, por ubicación o características, se consideren interesantes. Durante este año se comprarán y rehabilitarán los espacios y a partir del 2022 se hará el concurso para adjudicarlos. Hasta ahora, el Ayuntamiento había probado de manera piloto este tipo de estrategia en el distrito de Ciutat Vella.

Más de 400 locales por recuperar

La medida se inscribe ahora en una plan más amplio de recuperación económica que el consistorio ha presentado este lunes bajo el título Amunt Persianes y que se marca el reto de recuperar más de 400 locales vacíos. Además de la vía de la compra, también se hará con la creación de una bolsa de alquiler de locales en planta baja similar a la que ya funciona para la vivienda. Montserrat Ballarín, concejala de Comercio, ha detallado que esta bolsa se impulsará en colaboración con los operadores del sector y se calcula que servirá para reabrir entre 100 y 200 negocios en planta baja que ahora están cerrados. La bolsa ofrecerá incentivos como un seguro contratado por el propio Ayuntamiento para garantizar que se hace frente al pago del alquiler durante los dos primeros años.

También se intensifica la línea de ayudas específicas para quien se instale en bajos vacíos: el año pasado se destinaron 300.000 euros y este 2021 serán 700.000. Se ofrecerán, por ejemplo, ayudas de entre 2.000 y 4.000 euros a personas, empresas o entidades que pasen a ocupar un bajo vacío, y subvenciones de hasta 50.000 euros para proyectos empresariales que busquen local y contribuyan al desarrollo económico del entorno. Por esta vía se esperan recuperar entre 170 y 200 locales vacíos. La medida de gobierno también prevé impulsar el Observatorio de Locales en Planta Baja para dar información clara y actualizada de qué espacios están disponibles.

La presentación de la estrategia la han hecho hoy los dos socios de gobierno, comunes y socialistas, acompañados del concejal republicano Jordi Coronas, que ha advertido de que los más de 5.300 locales vacíos en la ciudad son una "ventana de oportunidad para fondo de inversión con la lupa puesta sobre Barcelona" y que el plan es útil para frenar estas inversiones especulativas y avanzar hacia la diversificación comercial en la ciudad.

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