La líder de Más Madrid a Colau: "Qué envidia"

BarcelonaNadie puede decir que la alcaldesa no avisara. Cuando los periodistas le preguntábamos de manera incansable si se volvería a presentar a la alcaldía, ella decía que todavía no era el momento de responder la pregunta. Lo justificaba advirtiendo, con razón, que a partir del anuncio la ciudad entraría en campaña electoral y la gestión del día a día quedaría en segundo plano. Hace solo una semana que dijo que sí, que se vuelve a presentar, y este jueves ya ha protagonizado el primer acto de campaña. Con aparición estelar incluida. La líder de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Mónica García, que ha ganado mucha popularidad por sus enfrentamientos con la presidenta Isabel Díaz Ayuso, ha visitado hoy Barcelona de la mano de Ada Colau. El acto lo organizaba Barcelona en Comú y no el Ayuntamiento, a pesar de que, como siempre pasa con los alcaldes o alcaldesas, cuando se acerca una campaña electoral uno no sabe nunca dónde se acaba el partido y dónde empieza la institución.

"Soy más madrileña que el Manzanares", ha dejado claro García, pero esta condición no le ha impedido reconocer que siente "envidia" por una alcaldesa que, según ha dicho, "es referente de las políticas progresistas". García ha recordado el compromiso de Colau contra la violencia machista (en Madrid a veces les tiembla la voz cuando hay que condenar lo indefendible), así como su apuesta por las superislas y por una transformación urbana basada en "quitar coches". "He venido con el bloc de notas", ha dicho García sonriendo. La primera visita, donde estábamos convocados los periodistas, era en la Clariana de la plaza de las Glòries, "la nueva centralidad", según Colau, de esta "ciudad sostenible y amable". Tanto la alcaldesa como Mónica García han querido presentarse como las políticas que defienden la cooperación entre dos ciudades históricamente enfadadas, en contra de aquellos que siempre buscan enfrentarlas, como Ayuso y el alcalde José Luís Martínez Almeida, a los que han acusado de hacer "discursos de odio".

"No es ningún acto electoralista", ha dicho Colau respondiendo a los periodistas, y ha defendido que "en el momento actual", con tanta crispación política por todas las partes, "es fundamental acercar instituciones". Mientras a los periodistas nos empezaba a venir aquella pereza por el año electoral que ya ha empezado, se han producido algunos de los episodios que dan más vida a las campañas electorales: los barceloneses que de manera espontánea interpelan a la alcaldesa con su lista de agravios. A diferencia de Twitter, el tono ha sido educado y respetuoso. Que si unas plantas que no se cuidan como haría falta o que si el chiringuito de la Clariana cierra a las ocho de la tarde. "A mí me parece que es un poco demasiado temprano, alcaldesa, ¿no?", le decía una chica de unos 20 años.

El tour de Mónica García ha seguido, ya sin periodistas, por las obras del tranvía en la Diagonal, una promoción de viviendas para gente mayor, el dentista municipal y la superisla de Sant Antoni.