Colau se salva del castigo político por los macrobotellones

ERC y Junts critican el dispositivo, pero el resto de la oposición no los apoyan

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Alguns de los jóvenes que participaron en el primero macrobotelló a la plaza España.

BarcelonaLos macrobotellones de la Mercè han marcado un punto de inflexión en Barcelona: han llegado a reunir a 40.000 personas con perfiles muy diferentes, han hecho visible el consumo del gas de la risa y han dividido a los partidos políticos de la ciudad. Después de los disturbios del fin de semana, ERC y Junts forzaron un pleno extraordinario para pedir la reprobación de la alcaldesa Ada Colau y de los tenientes de alcalde Jaume Collboni, Albert Batlle y Jordi Martí. Los dos grupos, sin embargo, se han quedado solos en esta crítica al gobierno municipal por el dispositivo de la Mercè, porque el resto de la oposición –Cs, el PP y Barcelona pel Canvi– no los han apoyado: se han abstenido. Pero, a pesar de que Colau se ha salvado de la reprobación, todos los partidos de la oposición han criticado la gestión de Barcelona en Comú y el PSC.

“No es un fenómeno nuevo, pero se está volviendo estructural”, ha alertado sobre los botellones el portavoz de ERC, Jordi Coronas, que ha hecho un llamamiento a “diferenciar” los actos delictivos del incivismo. Según Coronas, el dispositivo de la Mercè "fracasó", a pesar de que los grupos han evitado discutir sobre cómo se habían repartido los roles la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra. Coronas, sin embargo, ha reprochado al gobierno municipal que “centrifugase las culpas” durante el fin de semana, porque cuestionó la competencia del orden público, lo cual no se ha repetido en este pleno. ERC ha recordado que, antes de que lo anunciara este martes Collboni, ya había propuesto cerrar los supermercados abiertos 24 horas que vendan alcohol a menores o más allá de las 11 de la noche, cuando está prohibido.

La portavoz de Junts, Elsa Artadi, ha aprovechado el pleno para abrir más el foco: ha asegurado que la inseguridad de la ciudad “empieza a ser una emergencia”. Según Artadi, la Mercè ha sido “la punta del iceberg” de un problema “mucho más gordo”, motivo por el cual la seguridad es la primera preocupación de los barceloneses. También ha recriminado al gobierno que no haya hecho “ninguna explicación de qué ha fallado”, pero ha considerado que Martí, cuando después del primer macrobotellón en Plaça Espanya dijo “que no se actuaría”, causó “un efecto llamada”, porque al día siguiente había 40.000 personas y la noche acabó con disturbios.

El “juego” de quemar contenedores

En cuanto a los otros partidos de la oposición, María Luz Guilarte, de Cs, ha afirmado que la reprobación que proponían ERC y Junts es “hipócrita” porque los dos grupos son “corresponsables” de la Mercè por el hecho de estar en la Generalitat, de la cual depende el departamento de Interior. Josep Bou, del PP, también ha considerado que ERC y Junts “son responsables directos”. Según Bou, “Barcelona ahora tiene un juego deportivo que es quemar contenedores”, lo cual ha atribuido a los políticos, sobre todo a Quim Torra y Colau. Eva Parera, de Barcelona pel Canvi , ha pedido “ley y orden”.

Desde el gobierno municipal, Batlle (PSC) ha argumentado que los macrobotellones son “un problema complejo que está pasando por todas partes”, en una frontera “difusa entre el civismo y el orden público”. Batlle ha apostado por “un abordaje integral” con todos los sectores implicados en la mesa que constituirá la ciudad. Tanto Batlle como Martí (Barcelona en Comú) han destacado la coordinación entre los Mossos y la Guardia Urbana. Martí ha hablado “de unos hechos que explotaron de una manera inusual” y ha mostrado preocupación “por el consumo de alcohol entre los más jóvenes”. Para acabar, Colau ha agradecido a los tenientes de alcalde y también al conseller de Interior el trabajo durante la Mercè. “Esto ha pasado en Tiana, Bellaterra, Girona, Tarragona y un montón de lugares. Solo conjuntamente saldremos adelante”, ha concluido.

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