Drogas

De Cornellà a Brians 2: así actuaba el clan narco que se infiltró en la prisión

Algunos de los cuatro funcionarios implicados traficaban en la calle, mientras que los otros aprovechaban los talleres del centro

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Parte del material intervenido a la red de narcotráfico que se infiltró a Brians 2

BarcelonaLa red de narcotráfico con epicentro en la prisión de Brians 2 desmantelada martes había extendido sus tentáculos a unas cuantas localidades. Según los Mossos d'Esquadra, actuaban en el barrio de Sant Ildefons de Cornellà de Llobregat, en Sant Feliu de Llobregat, en L'Hospitalet de Llobregat, en Terrassa y en Sabadell. Con la colaboración de tres funcionarios y un trabajador del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE), el grupo se había infiltrado también en la prisión, donde introducía marihuana, cocaína y hachís, que después doce internos distribuían al resto de reclusos.

Los investigadores han podido acreditar que algunos de los trabajadores públicos obtenían un sobresueldo traficando con drogas fuera de la cárcel, mientras que los otros ayudaban a la red a vender las sustancias en el interior del centro penitenciario, aprovechando los talleres de formación y reinserción laboral. Una funcionaria y el trabajador del CIRE que colaboraban con la trama han sido suspendidos de sueldo y trabajo, según fuentes próximas al caso consultadas por el ARA. Los otros dos funcionarios implicados ya estaban de baja y tampoco se reincorporarán de momento al puesto de trabajo, mientras la dirección de Prisiones estudia si se les aplica alguna sanción más.

El papel de los familiares

La red pivotaba alrededor de diferentes familias que tenían a alguno de sus miembros o conocidos en prisión. El clan introducía la droga en el centro aprovechando las entradas y salidas de algunos de los internos cuando les daban un permiso, o bien a través de los vis a vis y visitas de prisión. Una vez introducida la marihuana, cocaína y hachís en el interior del centro, tres grupos de doce presos –cada uno con su propia red de colaboradores– distribuían la droga con total impunidad, aprovechando los talleres de reinserción y la protección que les facilitaban el trabajador y los funcionarios implicados en la trama.

Fue el equipo del área de Información y Seguridad de la dirección general de Asuntos Penitenciarios de la Generalitat el que detectó el tráfico de drogas en el interior de la prisión en noviembre del 2020, recogió información y la trasladó a los Mossos d'Esquadra, quienes el pasado martes llevaron a cabo una operación para desmantelar la red que se saldó con once detenidos, entre ellos los tres funcionarios de Brians 2 y el trabajador del CIRE.

En total, los Mossos han podido identificar a 23 personas relacionadas con el caso: los doce presos que traficaban con la droga dentro de la prisión, los cuatro trabajadores públicos y nueve familiares más de internos que son los que integraban el clan en el exterior. Los once arrestados han quedado en libertad con cargos y la juez ha retirado el pasaporte a ocho para garantizar que no puedan huir. En cuanto a los internos, que continúan investigados, en la mayoría de los casos se les ha trasladado de prisión.

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