Las tres tormentas de El Homrani durante la pandemia

El 'conseller' ha estado en el punto de mira por las residencias, el teletrabajo y los autónomos

Elisabet Escriche Rivas
4 min
El conseller de Treball i Afers Socials, Chakir El Homrani, en una imatge d'arxiu

BarcelonaEl día después de que los socios del Govern intercanviaran reproches por el caos en la gestión de las ayudas a los autónomos más perjudicados por la pandemia, este miércoles se ha impuesto la política del silencio en el ejecutivo catalán. Tanto desde Vicepresidencia como desde el departamento de Trabajo se asegura que hoy no está previsto hacer ninguna valoración ni anuncio más sobre el tema después de la reunión de urgencia de ayer por la tarde en la que se acordó poner en marcha nuevas ayudas para los trabajadores por cuenta propia con un "mecanismo más ágil". El hecho, sin embargo, es que la nueva polémica vuelve a cuestionar el papel de Chakir El Homrani al frente de la conselleria de Trabajo y Asuntos Sociales, que desde que estalló la pandemia ya ha protagonizado tres temporales.

El primero estalló pocas semanas después de la llegada del coronavirus a Catalunya por las críticas por la mala gestión de la pandemia en las residencias y el baile de cifras en el recuento de víctimas mortales. Entonces fuentes del Govern apuntaban que El Homrani "estaba superado" por la situación e incluso el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, cuestionó abiertamente su papel en una entrevista en la SER. "Hay cosas que la Generalitat no ha hecho bien, como no informar de la situación de las residencias con la claridad con la que lo tendría que haber hecho desde el primer momento". Desde su propio partido (Aragonès fue quién se lo comunicó a Torra) se tomó la decisión el 8 de abril de que la gestión de las residencias se pusiera en manos del departamento de Salud. Al día siguiente El Homrani defendía su gestión en una comparecencia telemática en el Parlament y también repartía la culpabilidad: "En Asuntos Sociales y Trabajo no estábamos preparados para esta situación, pero el resto de departamentos tampoco".

El segundo grande temporal llegó hace pocas semanas, el 27 de octubre, y ya en plena segunda oleada del covid-19, cuando El Homrani sorprendía en una entrevista por la mañana en RAC1 asegurando que las empresas tenían la obligación de hacer teletrabajo. Fuentes de Presidencia rápidamente matizaron las palabras indicando que la obligación era "promover" esta modalidad. Aún así el número 2 de Trabajo, Josep Ginesta, insistía a mediodía en la idea de su conseller, mientras paralelamente la portavoz del Govern, Meritxell Budó, dejaba claro que el ejecutivo no podía regular el teletrabajo en las empresas privadas porque las competencias son del gobierno central. Budó acompañaba el mensaje haciendo autocrítica: "Es importante evitar generar confusión a la población". Por la tarde era ERC, a través de su portavoz en el Parlament, Sergi Sabrià, quien también matizaba públicamente las palabras de El Homrani siguiendo la línea de la explicación de Budó de que era competencia del Estado, pero de puertas adentro los republicanos reconocen abiertamente que el conseller de Trabajo se había equivocado.

El colapso en la web, un problema habitual

El último tsunami estalló el lunes por la imposibilidad de acceder a la página web para pedir la ayuda de hasta 2.000 euros para autónomos y fue in crescendo el martes, cuando la web se volvió a colapsar y en cuanto funcionó en solo 3 horas se agotaron todas las ayudas, que contaban con una partida de 20 millones de euros. De hecho, los problemas técnicos en las plataformas de la Generalitat para acceder a este tipo de prestación se han producido prácticamente cada vez que se han abierto los plazos para tramitar las solicitudes. Sin ir más lejos, el 28 de octubre también se colapsó la plataforma del departamento de Empresa para pedir la ayuda de 1.500 euros al sector de la restauración y estética, obligados a cerrar durante esta segunda oleada. Finalmente, al día siguiente se pudieron tramitar.

En todo caso el colapso de ayer provocó críticas cruzadas entre las dos conselleries que tenían que garantizar el acceso a la web: Trabajo (que está en manos de ERC) y Políticas Digitales (de Junts per Catalunya). Ante las acusaciones entre unos y otros, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, se vio obligada a volver a disculparse en la rueda de prensa posterior al consejo ejecutivo, y por la tarde el Govern convocó una reunión de urgencia en Palau entre el vicepresidente, Pere Aragonès; la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, y los consellers Chakir El Homrani y Jordi Puigneró.

De hecho no era la primera vez que el Govern lanzaba una ayuda para los autónomos más castigados por la pandemia. En la primera oleada destinó al colectivo una partida de 7,5 millones de euros, con el objetivo de beneficiar a 4.500 trabajadores por cuenta propia también con un máximo de 2.000 euros por persona. En ese caso, sin embargo, se generaron críticas entre el colectivo porque la prestación tenía mucha letra pequeña y era muy restrictiva.

Y mientras este miércoles se impone el silencio en el ejecutivo catalán, la indignación entre los autónomos crece en las redes sociales, donde se hacen llamamientos a la movilización. Los datos de ayudas de esta segunda oleada son contundentes: de momento solo se beneficiarán de la prestación de 2.000 euros 10.000 trabajadores por cuenta propia de los 100.000 beneficiarios potenciales que había calculado Trabajo, a pesar de que Catalunya tiene más de medio millón de autónomos.

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