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Una cuarta parte del fraude eléctrico en Catalunya se debe a las plantaciones de marihuana

Esta actividad ilegal gasta una energía equivalente al consumo anual de 34.000 hogares

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Una plantación interior de marihuana que los Mossos han intervenido este octubre en Martorell.

BarcelonaEl negocio de la marihuana se extiende en Catalunya y dispara el consumo de energía fraudulenta. En los últimos cuatro años, los casos de fraude eléctrico vinculados a plantaciones de marihuana ilegales se han multiplicado por dos, según los cálculos de Endesa. En 2021 la compañía cerró el año con 684 expedientes vinculados a esta actividad ilícita en interiores de viviendas, el doble que en 2018. Una cifra que supone que cada día se detectan, prácticamente, dos cultivos de cannabis que funcionan con la luz pinchada.

Las plantaciones de interior están al alza porque, a diferencia de las que se hacen en exterior, permiten acelerar el proceso y obtener más cosechas, hasta cuatro en un año. Es por eso necesitan grandes cantidades de electricidad para hacer funcionar todos los circuitos de iluminación, climatización y ventilación. De hecho, la energía recuperada en 2021 por Endesa en fraudes vinculados al cultivo de estas plantas superó los 119 millones de kilovatios, es decir, el equivalente al consumo anual de más de 34.000 hogares o, lo que es lo mismo, la demanda de electricidad que tiene en conjunto todo el municipio de Santa Susanna, en el Maresme, en un año.

Los fraudes en plantaciones ya suponen el 27% de toda la energía defraudada en Catalunya. Al menos, estos son los cálculos de la eléctrica para los casos detectados y desconectados. La compañía, sin embargo, remarca que hay otros muchos cultivos escondidos y eleva la cifra estimada para el conjunto del Estado hasta los 1,5 terawatts, cifra que corresponde a un gasto de energía similar al que tiene todo Palma en un año.

Los datos evidencian el auge de esta actividad ilícita y suponen no solo un perjuicio económico para la compañía sino también un problema de seguridad ciudadana. "La red no está dimensionada para unos consumos tan elevados, y no los soporta. Por eso a menudo cuando una plantación se conecta de manera fraudulenta a la red saltan los sistemas de protección de sobrecargas y se interrumpe la electricidad, también para el resto de vecinos", explica el jefe de inspección de Endesa en Catalunya, que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias de los narcotraficantes. Además, apunta el inspector, hay peligros graves. "Cuando una red se manipula hay riesgo de incendio y de electrocuciones", señala.

Los perjuicios para los vecinos

Detectar estos casos ilícitos no es complicado, pero poner fin sí que es una tarea que dura meses. En algunos casos se identifican gracias a operaciones policiales, otras veces porque la compañía registra un consumo inusual y otros por los avisos de los mismos vecinos. "Hay otros muchos tipos de fraude, pero el caso de las plantaciones nos preocupa especialmente porque es el que más ha crecido y porque un solo caso de estos equivale al fraude que pueden hacer muchos hogares juntos y, al final, también afectan la salud –concreta–. Siempre actuamos en coordinación con las fuerzas de seguridad y hay protocolos muy concretos", detalla. De hecho, Endesa calcula que el consumo medio de una plantación es el mismo que el que pueden hacer 80 hogares juntos, y la cifra puede ser mucho más grande en cultivos de grandes dimensiones.

Desde los Mossos d'Esquadra, adelantan que los vecinos pueden ayudar a detectar estos casos. "La señal más evidente es cuando hay cables a la vista", explica la agente Araceli Jorba. "La compañía nunca deja cables a la vista y, por lo tanto, si los vecinos los detectan deben informar a la policía o a la compañía a través de la web o por teléfono, y lo pueden hacer de forma anónima", añade.

Humedades, olor y cortes eléctricos

Los vecinos de Tordera, en el Maresme, saben bien a qué se refiere Jorba. "Hemos tenido centenares de casos y la lucha contra este tipo de actividad es un trabajo constante", admite el alcalde accidental y regidor de Seguridad de Tordera, Rafa Delgado. "Los vecinos nos trasladaban señales muy parecidas entre sí, como por ejemplo electrodomésticos que dejaban de funcionar bien, microondas que calentaban mucho y después demasiado poco, o variaciones extrañas en el flujo eléctrico", añade. "Cada vez que detectamos algún caso, lo ponemos en conocimiento la compañía, la policía local y los Mossos para hacer una actuación conjunta y garantizar la seguridad de los vecinos", explica Delgado.

Otras veces, apunta el inspector, los vecinos que comparten paredes con una plantación tienen humedades, a raíz de la condensación. En Tarragona, otra de las zonas con más concentración de plantaciones y fraudes, los vecinos –que también prefieren el anonimato– aseguran que muchas veces la primera señal también es, directamente, el olor del cultivo.

Colaboración con los Mossos

Si bien las plantaciones suponen prácticamente el 30% de la energía defraudada, hay otro 70% provocado por fraudes eléctricos más habituales, como en casas o industrias e incluso en actividades comerciales legales. Es por este motivo que Endesa ha puesto en marcha una campaña junto a los Mossos d'Esquadra para informar a diferentes comunidades de vecinos de los peligros que supone conectarse ilegalmente a la luz. En total, la eléctrica asegura que en 2021 se detectaron casi 23.000 conexiones irregulares en Catalunya, que defraudaron hasta 434 millones de kilovatios, el equivalente al consumo de 124.000 hogares catalanes en el mismo año.

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