Igualdad

Las cuotas de mujeres en los Mossos abren un debate en los tribunales

El único sindicato que no firmó el plan de igualdad rechaza la reserva de plazas

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Una promoción de agentes de Mossos d'Esquadra y policías locales durante la graduación.

Barcelona“En los concursos de promoción interna tienen que prevalecer los principios de mérito y capacidad, independientemente de que sean mujeres u hombres: los mejores”. Es una frase del comunicado del sindicato Uspac de los Mossos d'Esquadra para anunciar que ha presentado una demanda contra las promociones internas que reservan el 25% de las plazas a mujeres. “La aplicación de esta reserva genera un estigma para las mujeres, que pueden llegar a ser vistas como «las mosses de cuotas»”, considera el texto. Es el único sindicato que no firmó el plan de igualdad de la policía, acordado en enero, y ahora ha llevado a un juzgado contencioso los ascensos a las categorías de intendente e inspector. “El 98% de nuestras afiliadas y de las mosses con quienes hemos hablado no están de acuerdo”, asegura al ARA el portavoz de Uspac, Albert Palacio.

Otros sindicatos de los Mossos contactados por el ARA no se quieren posicionar y recuerdan que ellos firmaron el plan de igualdad. Según fuentes conocedoras, Uspac se descolgó en el último momento del acuerdo. Palacio admite que rechazaron firmarlo por las cuotas y asegura que las otras medidas del plan “no se están cumpliendo”, porque dice que se impide a una mando una reducción de jornada en el turno por la noche o se deniega a algunas agentes trabajar más cerca de casa por la lactancia. “Pedimos que no sean porcentajes”, insiste Palacio, que piensa que aunque las plazas reservadas solo se pueden ocupar si la nota no es un 20% inferior a la del resto, esto hace que “una mujer pase por delante de un hombre”. Por eso concluye: “Queremos a los mejores, sean hombres o mujeres”.

El Instituto de Seguridad Pública de Catalunya (ISPC) publicó un estudio en 2020 sobre cómo incorporar a más mujeres en la policía y hace tres meses el Síndic de Greuges presentó un informe de la poca presencia femenina en los cuerpos de seguridad. Una propuesta de los dos son las cuotas y coinciden en decir que “a menudo no son bien recibidas” o son “controvertidas”. Es una medida de discriminación positiva y una de las autoras del estudio del ISPC, la investigadora Lola Vallès, explica que en los últimos 10 años el número de mujeres en los Mossos se ha estancado: han pasado del 20,7% al 21,7%. “No haciendo mucha cosa solo se ha avanzado un punto. Si haces el cálculo de llegar al 40%, que dicen que es el ideal, necesitarías 180 años”, añade.

Vallès cita los ejemplos de Holanda, Suecia, Bélgica y Dinamarca, donde han tomado medidas para tener a más mujeres en la policía. Holanda, que usó la discriminación positiva, pasó del 21,06% al 28,89% en cuatro años. “Aspirar al 30% ya estaría muy bien”, defiende. La investigadora de la ISPC reconoce que las cuotas “no se pueden aplicar mucho tiempo” porque son “un correctivo”, a pesar de que ve necesario este “acelerador” para llegar al 30% “porque la organización por sí sola no cambia”, en cuerpos creados solo con hombres. En cuanto a las promociones internas, Vallès asegura que “cuesta mucho” que las mujeres opten a los ascensos de categoría por la conciliación familiar, por la autoexigencia y porque los modelos de líderes de mujeres en la policía “son escasos”.

La “mejora” de tener más mujeres

La investigadora explica que algunas policías europeas también hacen formaciones de liderazgo para que haya grupos de apoyo a las mujeres: “Cuando los hombres ven que alguien promete, lo ayudan y lo promocionan. Con las mujeres esto no existe”. Para acabar, Vallès argumenta que tener a más mujeres no solo sirve para asemejarse a la sociedad. En su tesis, dedicada al rol de hombres y mujeres dentro de la policía, estudió las diferencias durante los 10 primeros años de carrera. “Las mujeres entran con un sentido de misión y vocación más alto y lo mantienen. Son menos discrecionales, más legalistas y menos desconfiadas. Son más resistentes en los aspectos negativos de la cultura policial. Incorporar a más mujeres es una mejora”, concluye.

La profesora de derecho constitucional de la Universitat Rovira i Virgili (URV) Laura Román defiende que las cuotas son válidas cuando tienen legitimidad, porque se tiene que justificar que se intenta corregir una desigualdad, y que sean provisionales hasta que se llega al objetivo de una representación equilibrada entre hombres y mujeres. “No son las primeras ni serán desgraciadamente las últimas”, asegura Román, que dice que esta reserva de plazas hay que acompañarla de otras medidas.

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