El cura bombero Creu de Sant Jordi, acusado de abusos sexuales

La Archidiócesis de Barcelona ve "indicios fundados de la comisión del delito" por parte de Josep Lluís Fernández Padró y ha enviado el caso al Vaticano

Cartel a Padre Josep Luciera Padrón

BarcelonaJosep Lluís Fernández Padró es un reconocido cura catalán que ayudó a crear el Cuerpo Provincial de Bomberos Voluntarios de Barcelona en 1960 y el de la Generalitat durante los años 80. De hecho, se lo conocía como el cura bombero y era el encargado de hacer todos los actos religiosos del cuerpo de bomberos de Barcelona. Hasta hace unos meses. Dos personas denunciaron a Fernández Padró por abusos sexuales, y uno de los dos casos ha llevado a la Diócesis de Barcelona a investigar los hechos y llevarlos al Vaticano. "El resultado de esta investigación ofreció indicios fundados de la comisión del delito", dice el comunicado que ha hecho público la Diócesis después de que el ARA preguntara sobre el caso.

A.A.M. sufrió los abusos de Fernández Padró cuando tenía 16 años. No dijo nada hasta que hace unos años, casi 40 años después de los hechos, el tema lo volvió a remover. Presentó una denuncia a los Mossos d'Esquadra y el 25 de marzo se puso en contacto con la Iglesia para explicar lo que había pasado. El Tribunal Eclesiástico investigó los hechos "sucedidos 40 años atrás y susceptibles de tipificación como delito de abuso sexual a menores" y, después de dos meses, el 19 de mayo, envió el informe a la Congregación de la Doctrina de la Fe, en la Santa Sede.

Durante los últimos meses, Fernández Padró ha visto cómo también se rompía todo el vínculo que tenía con los diferentes cuerpos de bomberos. ¿El motivo? En el parque de bomberos del Eixample, junto al Parc de Joan Miró, aparecieron unos carteles en los que se acusaba al cura de abusos sexuales. Fue la primera pista. Después se acabaron notificando dos denuncias contra el que había sido cofundador del cuerpo. "En el momento en el que detectamos las denuncias, se le comunicó que no lo queríamos vinculado a la organización y se lo apartó del único acto en el que participaba: la fiesta patronal", explica al ARA el jefe de los bomberos de Barcelona, Sebastià Massagué. También se ha tramitado la baja de l'Escala d'Honor de los Bombers de la Generalitat y el departamento de Cultura tiene sobre la mesa qué hacer con la Creu de Sant Jordi que se le entregó en 2007. El cambio de Govern y la reciente reestructuración del departamento han frenado, por ahora, la decisión.

Una segunda denuncia

Fernández Padró tiene una segunda denuncia. G.Q.Z. lo denunció en noviembre de 2019, y este mes de mayo tiene que recibir la notificación sobre si se celebra el juicio. Los hechos tuvieron lugar el 9 de mayo de 2019, mientras G.Q.Z. grababa un reportaje sobre la historia de los bomberos. Según denunció a los Mossos, Fernández lo tocó cuando habían acabado la grabación. Unos meses después de hacer la denuncia, G.Q.Z. recibió amenazas de muerte en su móvil y a través del correo electrónico. "Cuidado no te acaben cortando el cuello", decía uno de los mensajes. A través de dos móviles diferentes lo insultaron y le dijeron que acabaría en "el infierno", mientras que en un correo lo advirtieron: "Una retirada a tiempo siempre es una victoria". En el juicio por las amenazas, ante diferentes letrados, uno de los denunciados –eran dos– admitió que Fernández le había pasado el teléfono de G.Q.Z.

El cura bombero entró en el seminario a los 16 años. "Me echaron por burro", explicó en una entrevista en El cafè de la República, con Joan Barril y Joan Ollé. Entró a estudiar en la Universidad y allí Alfred Rubio, impulsor de la Casa Santiago, le preguntó si quería ser cura. Así pues, retomó los estudios de teología hasta convertirse en miembro de la Iglesia, asumiendo hasta hace unos meses la vicaría de Sant Isidor, en Barcelona. Cuando era joven viajó al Camerún, un país en el que se ha pasado muchos años; entre 1971 y 1986 hizo de misionero ahí y ha estado muy vinculado, cooperando en proyectos con menores y personas desfavorecidas. Actualmente está retirado del sacerdocio y ha renunciado por voluntad propia a todos sus cargos y responsabilidades pastorales en la Archidiócesis. Fernàndez Padró forma parte del patronato de la Fundació Fàtima, que se dedica a la acogida, el acompañamiento y el cuidado de menores tutelados por la Generalitat y de gente mayor.

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