Muchas dudas sobre el toque de queda a la espera de los jueces

El Govern no concreta qué medidas llevará la semana que viene al TSJC

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Una calle del centro de Barcelona poco antes de que empiece el toque de queda.

BarcelonaA pesar de que el Govern dice que a partir de ahora las restricciones se sabrán “con tiempo”, la realidad es que no concreta qué medidas llevará la semana que viene al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para poder mantenerlas. Esta anticipación que ha defendido la Generalitat es forzada porque el domingo 9 de mayo dejará de aplicarse el actual estado de alarma y las restricciones del covid que afectan los derechos fundamentales tendrán que pasar antes por los jueces. El toque de queda, la limitación de los desplazamientos por territorios y el establecimiento de un número máximo de personas en los encuentros son las principales medidas que necesitan el aval judicial. En ninguno de los tres casos los consellers de Interior y de Salut han aclarado qué quieren hacer cuando se acabe el estado de alarma.

Lo único que han repetido es que quieren tener “los instrumentos jurídicos” para que, “si es necesario”, se puedan aplicar las restricciones que van en contra del derecho de libre circulación y de reunión. Uno de los “instrumentos” será que el consejo ejecutivo apruebe el próximo martes una modificación del decreto ley 27/2020. Así se incorporará a la ley catalana de salud pública el toque de queda: se recogerá que en pandemia se pueda prohibir la movilidad nocturna. Pero esta aprobación del decreto ley no garantiza que el toque de queda esté blindado, porque tendrá que pasar igualmente por el TSJC. “Cuando las medidas son limitaciones de los derechos fundamentos tienen que ser proporcionales”, avisa el profesor de derecho administrativo de la Universitat de Girona Josep Maria Aguirre.

Según Aguirre, “no es tan sencillo” argumentar el toque de queda porque recuerda que el Govern prohibió en verano el consumo de alcohol en la vía pública y desde entonces también mantiene cerrado el ocio nocturno, lo que ya limita las actividades por la noche. “Han reiterado que el toque de queda es eficaz pero no lo han tenido que justificar en ningún momento”, añade. Una de las dudas sobre el confinamiento nocturno es si el TSJC, que por primera vez lo tendrá que validar, lo aceptará. El catedrático de derecho constitucional de la Universitat de Barcelona Xavier Arbós admite que el toque de queda, que el verano pasado no existía, es “drástico porque afecta a todo el mundo”. Tampoco da por hecho que sea “automáticamente ratificado sin problemas” por los jueces.

Otra de las dudas es el impacto del decreto ley de la Generalitat en la decisión del TSJC. Cada vez que el Govern acuerda nuevas restricciones del covid hace una resolución –firmada por los consellers de Salut e Interior– que se ampara en la ley de salud pública catalana. Es verdad que después de martes la ley quedará reforzada, pero esto tampoco asegura que el toque de queda reciba el visto bueno judicial. Ante las incertidumbres, la Generalitat no descarta recurrir al llamado estado de alarma “a la carta”: pedir al gobierno español la declaración de estado de alarma en Catalunya.

Disparidad de criterios

El debate está abierto a todas las comunidades autónomas. Arbós recuerda que también puede pasar que en un lugar se dé la autorización judicial para aplicar las medidas y en otro no porque cada tribunal superior tomará su decisión. En todo caso, añade que corresponde a los jueces valorar si es una situación suficientemente grave de afectación a la salud pública para poder limitar los derechos fundamentales. Aguirre insiste que el virus “no actúa igual” en todos los territorios: por ejemplo, en las zonas rurales y en las urbanas hay diferencias, lo que dificultará que se puedan establecer restricciones generales.

La escena más curiosa de ver podría pasar sábado de la semana que viene a medianoche, porque a aquella hora se acabará el estado de alarma. Por lo tanto, si el Govern no ha pedido mantener el toque de queda o bien el TSJC ha tumbado la propuesta, será el momento en que se volverá a recuperar la libre movilidad nocturna después de más de medio año.

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