La angustia de no saber si tu hijo tendrá plaza: "Quiero ser yo quien decida a qué escuela va"
El cierre de líneas y la diferencia de plazas entre etapas educativas hacen que muchas familias ya sospechen que no entrarán al centro en el que han hecho la preinscripción
BarcelonaEs una situación que se vive cada año en muchas familias cuando llega el momento de preinscribir al hijo o hija a una nueva etapa educativa. El niño acaba la guardería y tiene que pasar a la escuela o bien hace sexto de primaria y tiene que empezar el instituto. Los padres hacen la preinscripción en los centros del barrio que quedan más cerca o que les recomiendan desde la guardería y, una vez hechos todos los trámites, este niño pasa a ser un número en una lista larguísima. Todavía no se han dado los resultados definitivos, pero haciendo cuentas y preguntando en las escuelas, los padres ya ven que las probabilidades de que su hijo tenga plaza en los centros donde han hecho la preinscripción son casi nulas. La misma situación se vive cuando el cambio de etapa es entre la escuela de primaria y el instituto. El problema es que, pese a esta percepción de los padres, hasta que no se publique la oferta definitiva de plazas de cada centro no hay nada concreto que reclamar.
"La desesperación y la desazón fueron importantes al ver que no tendríamos plaza", explica Josep López. Este año su hijo acaba la primaria en la Escola Àngels Garriga del distrito de Horta-Guinardó de Barcelona y después de ver las listas ya saben que no entrarán en ninguno de los tres institutos que están adscritos a su centro. Como ellos hay una veintena de familias de la escuela que se encuentran en la misma situación. Un ejemplo de esta diferencia entre demanda y oferta de plazas públicas en el barrio lo encontramos en el Institut Francisco de Goya, donde se ofrecen 69 plazas y han recibido 146 solicitudes de preinscripción en primera opción. Lo mismo pasa, en menor medida, en los otros dos centros adscritos al Àngels Garriga. En el Institut Joan Brossa se han hecho 85 solicitudes y ofrecen 70 plazas y en el Manuel Carrasco i Formiguera hay 8 plazas menos de las que se ha solicitado.
"Al constatarlo empezamos a mirar en los institutos de alrededores, pero tampoco hay plazas", se queja López. Asegura que tampoco ven que haya muchas opciones ni en el distrito de Horta-Guinardó ni en Nou Barris. "Además, no es lo mismo que te pase esto en el Eixample, donde hay muchas opciones de transporte, que aquí. En nuestro barrio hacer 500 metros a veces es una experiencia de montaña interesante", lamenta. Más allá de las dificultades que puede suponer que el instituto quede lejos de casa para un adolescente de 12 años, otra de las preocupaciones es la rotura de la continuidad educativa, puesto que uno de los objetivos principales de tener un instituto adscrito a la escuela de primaria es precisamente que haya una continuidad pedagógica entre las etapas de primaria y secundaria. "Hemos creído en una forma de educar a nuestros hijos desde la guardería que ahora no continuará", insiste.
La incertidumbre por la aparente falta de plazas en los institutos adscritos no es solo un problema del barrio de Horta-Guinardó: en el barrio del Poblenou también hay una sesentena de familias que se han agrupado para denunciar una situación idéntica. Explican, no obstante, que el problema no es nuevo de este año sino que en cursos anteriores ya se lo habían encontrado. "Debería ser bastante sencillo de calcular, porque si tú sumas los alumnos de 6º y las plazas que corresponden a los institutos de la zona tiene que cuadrar", critica Àngels, una de las afectadas del Poblenou, que reconoce: "No nos han dicho oficialmente un no, porque esto todavía no se ha publicado, pero creemos que hay muchas familias que no tienen ningún lugar adjudicado".
Fuentes del Consorcio de Educación de Barcelona aseguran que "se está trabajando para hacer las modificaciones pertinentes en la oferta final de plazas" una vez se ha dispuesto de las listas de la demanda de cada centro. Insisten en que el criterio del Consorcio para los alumnos de 1º de ESO es "garantizar plaza en uno de los centros adscritos siempre que estos se hayan pedido de forma prioritaria por orden de preferencia y que no se intercalen con centros no adscritos".
La única de la guardería sin plaza
La falta de plazas escolares no es un problema exclusivo de Barcelona ni de los centros de secundaria. En Badalona una sesentena de familias ya alertan que ven que no tendrán plaza a la escuela que habían elegido como primera opción y hay poblaciones como Sitges donde el número de preinscripciones que reciben las escuelas supera con creces las plazas que pueden ofrecer. En la mayoría de los casos, las familias afectadas se agrupan y crean plataformas para pedir soluciones, pero el caso de la hija de Mar Cabré es un poco diferente: su hija es la única de toda la guardería que no tendrá plaza en la escuela donde van todos sus compañeros. Ellas están empadronadas en Lleida, pero por motivos circunstanciales están viviendo en les Borges Blanques y la niña ha estadi dos años yendo a la guardería del pueblo. "Tengo miedo de que mi hija se quede sin plaza el curso que viene porque vemos que de los 14 que acaban en la guardería, 13 entrarán y ella no", se queja Cabré, que critica que a la escuela entrarán niños y niñas que no han ido a la guardería que hay al lado (la suya). El motivo por el cual su hija tiene menos puntos en la lista es que no está empadronada, pero asegura que hay otras familias en la misma situación que tienen más puntos porque presentaron el contrato de alquiler que demuestra que viven en el pueblo, un documento que, según Cabré, Educación le aseguró que no era necesario. "Quiero ser yo quien decida a qué escuela va mi hija porque nadie está teniendo en cuenta que ha estado dos años yendo con estos niños que son sus compañeros", lamenta.
Ahora les pasa lo mismo que a muchas otras familias: tienen que convivir con la desazón y la incertidumbre, pero hasta que no se publiquen las listas definitivas y se adjudiquen las plazas en todas las escuelas e institutos públicos los días 11 y 12 de junio, no hay nada concreto que puedan reclamar. Por lo tanto, como cada año, la incertidumbre habrá durado un mes y medio entre que se conocen las listas y empiezan los cálculos hasta que se conoce la plaza obtenida.