Educación

Cadena de errores en Sitges: cómo una niña de tres años pudo quedar cerrada en un autobús escolar durante siete horas

A pesar de que el reglamento establece un triple control, el conductor, las monitoras y la escuela descuidaron a una menor de 3 años

Ara
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Cochera de autobuses donde una alumna de I3 de una escuela de Sitges permaneció toda una jornada lectiva

Barcelona¿Cómo es posible que una niña de tres años se quedara sola en el autobús escolar durante siete horas y nadie lo detectara? Esto es lo que le pasó el lunes a Lucía: la niña, que hace I3, subió al autobús para ir hacia la Escola Maria Ossó de Sitges, y no bajó hasta las 16 h, cuando el conductor volvió a subir al vehículo, aparcado en las cocheras, para hacer el trayecto de vuelta y se la encontró dentro. La menor se encuentra bien, a pesar de que está asustada, y ahora se investiga cómo pudo tener lugar esta cadena de errores fatal.

El padre de la niña, Sebastián Esteban, ha dicho a TV3 que están "profundamente indignados" porque podría haber pasado "algo muy grave". "Por la noche se mostró bastante estresada, preguntaba por qué había estado solita. Tardaremos un tiempo en volverla a llevar en autobús", ha dicho el padre. La familia no ha podido formalizar ninguna denuncia porque los hechos no son constitutivos de ningún delito penal, puesto que la niña no sufrió daños.

El caso se hizo público porque el Consejo Comarcal del Garraf, que es responsable del servicio de bus, explicó que había abierto una investigación para aclarar las causas de los hechos y determinar responsabilidades. La presidenta, Mònica Gallardo, ha dicho que han dado un "plazo corto" a las empresas de transporte (Plana) y del servicio de monitorización (Fundació Pere Tarrés) para que expliquen qué pasó. A pesar de esto, desde este martes las dos monitoras que estaban al frente del servicio de bus han sido apartadas del trabajo: una hacía 20 años que hacía el servicio y la otra más de tres años. "Todo apunta a que falló uno o más de los protocolos establecidos por el equipo de monitorización, de la escuela y de la empresa de transporte, que por ley tiene la última responsabilidad de verificar que el autocar quede vacío al acabar el servicio, cuando deja el vehículo en cocheras", ha escrito en un comunicado la Fundació Pere Tarrés.

En cambio, desde la empresa de autocares Plana niegan que los conductores sean los responsables de hacer esta inspección ocular. El gerente de la compañía ha dicho a la ACN que, en el caso de esta línea escolar de Sitges, el Consejo Comarcal subcontrata a Plana "solo el servicio de transporte", mientras que la monitorización está externalizada a la Fundació Pere Tarrés. Por este motivo, desde Plana insisten en que la función del chófer es conducir y que son los monitores los que tienen que velar por los niños.

¿Qué dice el reglamento?

Según el reglamento del servicio del transporte escolar del Garraf, aprobado hace un año, unos y otros tienen parte de razón. Por un lado, establece que "antes de abandonar el vehículo el conductor tiene que revisar que no ha quedado nadie" (punto 9.3) y, por el otro, señala que al acabar el trayecto de ida al centro, el monitor –el reglamento lo denomina "acompañante"– es quien "tiene que vigilar que el alumnado entre en el recinto escolar" y, a la vuelta, que los menores "queden bajo la responsabilidad de sus padres o tutores" (punto 10.3).

Ante esta ambigüedad, la presidenta del Consejo Comarcal también se ha preguntado por qué la escuela no alertó sobre la ausencia de la menor durante todo el día. En declaraciones a Efe, ha explicado que, además del protocolo, hay "cuestiones de sentido común, como es pasar lista de los alumnos que suben y bajan del autobús", y ha dicho que a medida que pasan las horas aparecen más preguntas, como por ejemplo "por qué la escuela no dijo nada". Según el reglamento del servicio de bus escolar del Garraf, la dirección de la escuela tiene que fijar a una persona responsable de recibir a los alumnos del autobús a la llegada y a la salida. En este caso, pues, parece que falló todo: ni el conductor, ni las dos monitoras, ni tampoco la responsable de la escuela de recibir a los niños, no vieron que faltaba Lucía.

Además, no hay ningún documento del departamento de Educación que establezca cómo tiene que ser la comunicación entre escuela y familia cuando un menor no va a clase. Se deja en manos de los centros y, normalmente, son las familias las que avisan a los maestros cuando los hijos no pueden ir a clase, sobre todo por correo electrónico. Sí hay un protocolo contra el absentismo escolar, pero es para situaciones que se alargan en el tiempo, y no por un día puntual.

La menor se alimentó sola

Desde la escuela, la AFA ha lamentado los hechos y ha trasladado su apoyo a los padres. La asociación se ha mostrado comprensiva con la desazón de las familias del centro y ha anunciado que pondrá en marcha una comisión con todas las partes implicadas para "revisar, ampliar y actualizar" el protocolo del servicio de bus escolar. El Ayuntamiento de Sitges ha "lamentado profundamente" el descuido y se ha puesto a disposición de todas las partes para cualquier necesidad que se derive. También ha dicho la suya el departamento de Educación: ha reclamado al Consejo Comarcal que "tome las decisiones pertinentes y las sanciones que se deriven". "Esta situación es muy grave y no se puede repetir", han dicho fuentes de la conselleria, que ha ofrecido apoyo y asesoramiento psicológico a la alumna. La niña, a la que visitó un médico, estaba bien de salud. Tenía comida y agua en la mochila y se alimentó sola durante las siete horas que estuvo en el vehículo.

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