Educación

Cataluña tendrá concurso de traslados de docentes cada año

Un tercio de los profesores podrían tener que cambiar de centro el próximo curso

Alumnos en un aula dando clase de inglés
07/03/2025
4 min

BarcelonaActualmente, el sistema educativo público de Cataluña tiene alrededor de 90.000 docentes. Dentro de estos miles de profesionales hay cuatro casuísticas distintas: los docentes interinos que no han hecho o superado las oposiciones y no tienen una plaza fija; profesores que ya son funcionarios y tienen una plaza definitiva en el centro donde desean; docentes que son funcionarios y tienen trabajo asegurado, pero no en el centro donde quieren; y nuevos funcionarios que tienen trabajo fijo, pero todavía no han podido optar a concursar por tener plaza en la escuela o instituto a donde quieren ir.

Para los dos últimos perfiles la única forma de optar a cambiar de plaza es participar en el concurso de traslados. Un trámite que a nivel estatal se hace cada dos años y todos los docentes en cuestión pueden participar para intentar ganar una plaza en cualquier centro público del Estado que tenga plazas y que se incluyan en el proceso de ese año. Además, muchas comunidades también realizan concursos de traslados a escala autonómica, pero en el caso de Cataluña esta opción es casi inexistente y desde hace más de 20 años no se ha convocado ningún concurso de este tipo donde sólo esté en juego las plazas de escuelas e institutos catalanas. A partir de ahora todo esto va a cambiar.

Tal y como ha podido saber el ARA, Catalunya celebrará concursos de traslados docentes cada año: se harán de forma alterna, lo que significa que un año –como el actual– se abrirá una convocatoria estatal y el siguiente una únicamente catalana. El departamento ya había anunciado su intención de hacer un concurso de traslados a Catalunya de cara al próximo año, pero ahora fuentes de Educació confirman que la intención es que la convocatoria autonómica se repita bianualmente. Las mismas fuentes apuntan a que la decisión es una "respuesta a la necesidad de estabilizar al profesorado tras los grandes procesos que se han llevado a cabo recientemente". También insisten en que este concurso "es una herramienta esencial para ofrecer estabilidad tanto a los profesionales como a los centros a corto y medio plazo", asegurando "un entorno educativo más sólido y con mayor capacidad de planificación".

Aunque pueda parecer un cambio que sólo tendrá un efecto muy sectorial, el impacto de esta medida en los centros se podrá notar y mucho. Para hacernos una idea, en el concurso de traslados que está en marcha actualmente (en el marco de una convocatoria estatal), en Cataluña al menos tendrán que participar de forma obligada 35.000 docentes que han conseguido plaza en las oposiciones de los últimos años y que justo han terminado las prácticas de funcionario o bien todavía no tienen un destino definitivo.

Esto implica que el próximo curso un tercio de los docentes catalanes podrían tener que cambiar de centro, lo que puede provocar un descalabro importante en las escuelas e institutos que verán cómo su claustro se desmenuza y cambia de un curso para otro. A esta proporción hay que sumarle los miles de docentes que, a pesar de tener una plaza fija adjudicada, no es la que quieren o desean cambiar de centro y que, por tanto, también pueden probar suerte participando en el concurso de traslados de este año. Por todo ello, Educació calculaba que hasta 45.000 docentes optarían al procedimiento. Todos estos docentes podrán optar a las 16.000 plazas que Educación prevé para este proceso y, a su vez, al número de plazas (de momento indefinidas) que quedarán libres cuando un docente con plaza la deje para ocupar otra de las que están en juego.

La estabilidad del centro contra la personal

Más allá de la novedad de cara a los próximos años, las condiciones y el número de plazas del concurso de traslados actual han provocado críticas dentro del sector educativo. Pero entre docentes, directores y sindicatos el motivo de crítica es contrario: unos creen que hay demasiadas plazas y otros demasiado pocas. Desde la Asociación de Directivos de la Educación Pública de Cataluña (AXIA), el grupo de docentes Clam Educatiu y el Fórum Futuros de la Educación han hecho llegar una carta a Educación advirtiendo que "el volumen de plazas vacantes excepcionalmente elevado tendrá como consecuencia una gran desestabilización de los equipos docentes de la escuela pública a corto plazo y prácticamente dejará sin trabajo".

"Para acercarse hacia una estabilidad individual de las personas lo que está pasando es que se están desestabilizando los equipos. Necesitamos que los docentes entiendan la manera de trabajar del centro y se impliquen en el proyecto. Si el equipo va rotando constantemente esto es imposible", lamenta la profesora de mate. Ella explica que les preocupa que la alta movilidad de profesorado acabe afectando a los alumnos. "El hecho de que los referentes vayan cambiando cada dos por tres puede perjudicar especialmente al vínculo con los estudiantes más vulnerables", añade.

En el otro lado, varios docentes a título individual han criticado en las redes sociales la poca cantidad de plazas de su especialidad y el hecho de que los méritos y la antigüedad tengan más peso que otros factores como la nota obtenida en las oposiciones.

Además, el sindicato USTEC también hace tiempo que critica el número de plazas que están en juego, asegura que estructuralmente debería haber más. Insisten en que este procedimiento es "lo mejor para garantizar la estabilidad de las plantillas" y que no se ofrecen tantas plazas para "priorizar el decreto de plantillas", que es la normativa que permite a las direcciones perfilar hasta la mitad de las plazas de un centro educativo para que los docentes que accedan tengan las características que se consideran más y.

"Tenemos un índice de provisionalidad dentro del cuerpo de funcionarios de carrera de los más elevados en el Estado, por eso ya hemos trasladado al departamento que impugnaremos la oferta de plazas de este concurso de traslados", reivindica la portavoz de USTEC, Iolanda Segura. "Consideramos que no se está cumpliendo con lo que realmente debe hacerse, que es preservar el derecho a poder tener un puesto de trabajo estable y definitivo en un centro", insiste. Segura también argumenta que, a juicio del sindicato, el decreto de plantillas es "subjetivo y perverso" y que lo que provoca movilidad dentro de los centros son "las decisiones subjetivas de algunas direcciones".

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