Educación

Cada curso un tercio de los docentes cambia de centro

El pasado año más de 35.000 profesores trabajaban en una escuela o instituto público diferente que el año anterior

Una docente de la escuela Vedruna de Gràcia gestionando material
06/09/2025
6 min

Barcelona"Es una cuestión muy compleja y si no está resuelta es precisamente por eso, porque es un problema complicado. Si no fuera así, hace veinte años se habrían reunido y lo habrían resuelto". Con esta contundencia define al profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y ex miembro del Consejo Escolar de Cataluña, Josep Maria Castellà, uno de los problemas primordiales que tiene la organización del sistema educativo público catalán: La alta rotación de docentes.

"Es un asunto que está sobre la mesa desde hace tiempo, pero el curso pasado llegamos a un punto que ya era bastante preocupante y hemos reportado muchísimos casos en todo el territorio", asegura Lidón Gasull, directora de la AFFAC (la asociación que agrupa a la mayoría de AFAs de Catalunya). También lo apunta Iolanda Segura, portavoz de USTEC, el sindicato mayoritario dentro del sector educativo catalán: "Estamos en el pico de la provisionalidad porque ya veníamos de una situación en la que en los últimos años el índice de personas que no tienen una plaza en propiedad era muy alto".

La elevada rotación de docentes en la pública no es sólo una percepción de determinados sectores o de escuelas e institutos concretos, sino que es una dinámica generalizada. Según los datos a los que ha podido acceder el ARA mediante una petición de transparencia, el pasado curso hasta 35.188 docentes trabajaban en una escuela o instituto diferente que el curso anterior. Es decir, que entre los cursos 2023-2024 y 2024-2025 un 33% de los profesores cambiaron de centro.

Docents que han canviat de centre entre un curs i un altre

Que un tercio de los docentes cambien de centro cada curso no es algo puntual del último año: Entre el curso 2022-2023 y 2023-2024 cambiaron de centro educativo 33.299 profesores, un 31,7% del total de docentes que estuvieron activos como mínimo una vez durante el curso. Situaciones similares se han vivido en los cursos anteriores con un 28,3% de docentes que habían cambiado de centro en el curso 2022-2023 y un 31,4% que lo habían hecho en 2021-2022.

Hay que tener en cuenta que en Cataluña casi un 30% de los centros educativos son concertados y, por tanto, su gestión de docentes es diferente y, en general, las plantillas son más estables. Ahora bien, desde el sector denuncian que les faltan más de 3.000 docentes, ya que la concertada continúa con la misma plantilla que tenía en 1995.

Más rotación en secundaria

En cuanto al tipo de centros que sufren mayor rotación, el experto en políticas educativas y gobernanza escolar, Toni Verger, apunta que es un fenómeno que se da más en los institutos de secundaria. Verger, que es coautor del estudio Escuelas y profesorado frente a la autonomía de centro, publicado por la Fundación Bofill, detalla que dos de los factores más relevantes para que haya más rotación de docentes en los centros de secundaria son que en los institutos existen más especialidades y en algunas hay una falta estructural de profesorado y que, en general, en la secundaria los problemas de convivencia con los alumnos son más frecuentes que en las escuelas de primaria. "No quiere decir que sea un alumnado más conflictivo, pero sí que la literatura internacional destaca que es una etapa en la que debe lidiarse con más temas de convivencia", argumenta el autor.

En cambio, Verger explica que, aunque inicialmente pensaban que los centros de alta complejidad sufrían más rotación de profesionales, su investigación determinó que en Catalunya no existe una diferencia sustancial entre escuelas con mayor o menor complejidad. "La rotación es muy alta en todos los centros, independientemente de su complejidad. Lo que sí es cierto es que en los centros más complejos se necesitan vínculos más fuertes entre profesorado, alumnos y familias y, por tanto, esta inestabilidad les duele más", aclara el experto en políticas educativas. En este sentido, hay que tener en cuenta que en el curso que comienza este lunes hasta un tercio de los alumnos de las aulas catalanas necesitarán un apoyo educativo específico, sea por trastornos del aprendizaje o por vulnerabilidad socioeconómica.

"Hay centros que a su llegada en julio pueden tener un 30, un 40 o un 50% de rotación docente y eso, ya se ve a simple vista, para planificar es catastrófico", alerta Castellà, que también apunta como en los últimos informes PISA se ha observado como una de las constantes de los países con mejores y en cada centro se tiende a hacer equipo y crear un proyecto propio". En el mismo sentido, la portavoz de USTEC y la directora de la AFFAC denuncian que todo ello tiene un impacto en el trabajo de los docentes y también en los alumnos. "Si tú tienes un sistema educativo cuya base es la calidad del profesorado y este profesorado sufre inestabilidad, esto afecta en el aprendizaje. El alumno debe estar constantemente adaptándose a nuevas formas y se pierde mucho tiempo", critica Gasull. Por su parte, Segura también recuerda que en muchas ocasiones "es más difícil adaptarse a estas nuevas dinámicas para el docente que para el alumno".

Choque entre el derecho individual y el interés colectivo

Si bien todo el sector coincide en que la alta rotación tiene un impacto negativo en la educación, cuando se habla de los motivos que han llevado a esta situación, la coincidencia ya no es tan amplia. "La causa principal es que existe un choque entre el derecho individual del docente de ir a trabajar en el centro donde encuentra que es mejor para él y el derecho organizativo o colectivo de tener estos equipos más estables", desgrana el profesor de la UPF, que detalla cómo "en esta disyuntiva los sindicatos defienden el derecho individual y el sistema de puntuación vigente, mientras que los especialistas acostumbran a los especialistas".

De esta manera, Verger explica cómo en Cataluña la asignación de docentes está muy centralizada en un sistema de puntuación que funciona acumulando méritos y, sobre todo antigüedad: "El profesor, en función de su puntuación, va eligiendo el centro de su preferencia y muchos, por motivos familiares y de conciliación, buscan centros que los que más". Ahora bien, dado que la puntuación va aumentando a medida que pasan los años, las plazas varían y la oferta y la demanda en cada centro no suele coincidir, el nivel de rotación sigue siendo alto. "Es el derecho de cada docente funcionario de ir cambiando de centro hasta llegar a lo que quiere estar de forma definitiva", expone Castellà, que insiste en decir que "el sistema beneficia mucho el derecho individual del funcionario y perjudica la creación de equipos porque puede haber un porcentaje muy alto de profesorado que no continúe en el mismo centro".

Por otra parte, desde el sindicato USTEC, Segura defiende que uno de los principales motivos de esta alta rotación es la mala gestión de las plazas por parte de la administración: "No se han quitado todas las plazas que hacía falta en el concurso de traslados y se ha permitido que mucha gente que tenía plaza definitiva tienen que tener plaza definitiva que tienen muchos plazas que tienen muchos plaza definitivamente. continuidad en un centro y el siguiente no". Aquí Segura añade que en los últimos tres años se han llevado a cabo varios procesos de estabilización de docentes que han "funcionarizado" a 35.000 personas. De nuevo, estos docentes tendrán un trabajo fijo, pero muchos no tienen por qué tenerlo en el lugar definitivo donde desean y tendrán que ir cambiando de plaza hasta llegar a su destino definitivo.

Finalmente, la portavoz sindical todavía pone sobre la mesa un factor más: a juicio del sindicato, se ha dado demasiado poder a las direcciones de escuelas e institutos para hacer "tries a dedo" mediante el decreto de plantillas –una norma que permite que un porcentaje de las plazas de un centro se perfile en función de las necesidades que considera la dirección– y las necesidades que considera la dirección– y las docente interino continúe trabajando en la escuela o instituto–. "Cuando la continuidad la dejas en manos de unas direcciones, no deciden con criterios objetivos", defiende Segura. En cambio, tanto Verger como Castellà aseguran que el decreto de plantillas ha sido positivo para intentar encontrar un equilibrio entre el derecho individual del docente a trabajar donde quiere y el interés colectivo de tener equipos estables y más especializados en las necesidades de cada escuela.

¿Puede ir a más?

Al igual que con los motivos, tampoco existe una visión unánime sobre qué puede ocurrir a partir de ahora. Desde USTEC ven con buenos ojos las últimas medidas de estabilización tomadas, como el aumento de convocatorias de oposiciones o la medida avanzada por el ARA que a partir de este curso en Cataluña se hará un concurso de traslado de docentes cada año. "Es cierto que en los primeros años provocará mucho alboroto y mucho movimiento, pero llegará un momento en el que conseguiremos una estabilidad en los claustros", apunta Segura.

Por el contrario, más de medio millar de docentes y una veintena de centros educativos han firmado una demanda liderada por Clam Educatiu, el Foro Los Futuros de la Educación y la Asociación de Directivos de la Educación Pública de Cataluña (AXIA) en la que advierten a la consejera de Educación que los cambios previstos en la organización a consecuencia una gran desestabilización de los equipos docentes de la escuela pública a corto plazo". En el documento defienden que el alto volumen de vacantes en el concurso de traslados de este año, sumado a que este curso no se ha podido reclamar la continuidad de docentes interinos ni crear nuevas plazas perfiladas, hará que la movilidad de docentes aumente y que ello impacte en la gestión y la continuidad pedagógica de escuelas.

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