Lecturas obligatorias en bachillerato: habrá que leer cuatro obras del "patrimonio literario" cada curso
Educació ha enviado un listado con más de 100 obras a los centros, pero en la selectividad no se harán preguntas sobre lecturas concretas
BarcelonaNuevo capítulo (y aparentemente último) en la polémica con las lecturas obligatorias en el bachillerato y en la selectividad. Esta mañana el departamento de Educación ha hecho llegar a todos los institutos de Cataluña las orientaciones para trabajar la lectura en las materias comunes de catalán y castellano en el bachillerato, después de que se anunciara que a partir del próximo año desaparecerán las lecturas obligatorias de la selectividad.
Según las nuevas directrices, cada centro deberá seleccionar un mínimo de "dos obras relevantes del patrimonio literario para cada curso de bachillerato y para cada asignatura" de una larga lista de más de 100 lecturas y autores que Educació ha hecho llegar a los centros de secundaria. O sea, dos por catalán y dos por castellano. Los alumnos tendrán que leerlas enteras. Además, los institutos, adicionalmente, podrán elegir otras obras, siempre que pertenezcan al patrimonio literario (entendido como aquellas obras y autores del pasado que representan un legado cultural, conforman la memoria colectiva y la tradición literaria y se convierten en capitales para generaciones literarias posteriores).
Como mínimo los alumnos de bachillerato leerán cuatro obras enteras cada curso. Según un comunicado del departamento, "con esto se trabajará la lectura guiada y compartida en el aula y se mantiene el volumen de lecturas existente hasta ahora", lo que deja atrás la idea inicial de que no habría lecturas obligatorias en el bachillerato. En cuanto a las temáticas, siguiendo el currículo de bachillerato, en primero se leerán y analizarán obras desde la Edad Media hasta el último cuarto del siglo XIX, y en segundo, desde el último cuarto del siglo XIX hasta el siglo XX.
Además, los docentes pueden tener en cuenta el patrimonio del territorio más cercano (por ejemplo, autores pirenaicos o de las Terres de l'Ebre) o trazar vínculos con el nombre del centro, si es el de un autor, para escoger fragmentos de otras obras a trabajar en el aula. Eso sí: se recomienda que la selección de obras completas y fragmentos tenga en cuenta la diversidad de géneros literarios, de temas y la presencia de autoras.
Rodoreda, Maragall o Valle-Inclán
Según las orientaciones gubernamentales, las dos obras que todos los alumnos tendrán que leer cada curso por cada asignatura "tendrán que ir acompañadas de un conjunto de textos que ayuden a entender tanto la contextualización histórica y cultural como el lugar en la tradición literaria, la historia de sus interpretaciones y el diálogo con otras formas artísticas clásicas y actuales".
Entre las lecturas recomendadas en lengua catalana hay una quincena de poetas, como Ausiàs March, Joan Maragall y Maria-Mercè Marçal, y obras como Espejo roto y La plaza del Diamante de Mercè Rodoreda o Crónicas de la verdad oculta de Pere Calders, entre otros muchos. En el caso de la literatura castellana existen poetas como Góngora, Quevedo y Rosalía de Castro y obras como El Lazarillo de Tormes y Tormento de Benito Pérez Galdós o la obra de teatro Luces de Bohemia de Valle-Inclán.
Por otra parte, Educación también ha elaborado una selección orientativa de temas, tópicos, recursos y géneros literarios. Los centros pueden ampliar esta recopilación en función de las necesidades del alumnado y de su programación. Por ejemplo, se sugieren itinerarios literarios sobre temas como la mujer, el amor, la naturaleza o la ciudad como espacio, la figura del héroe y tópicos como el beatus ille, el carpe decimos o el memento mori.
Preguntas memorísticas
Hasta ahora a cada promoción de bachillerato se le asignaban cuatro lecturas de catalán obligatorias concretas para catalán y otras cuatro para castellano que debían leer entre los dos cursos de bachillerato. Ahora, después de muchas dudas y de quejas docentes, con el cambio los alumnos también leerán cuatro obras literarias de catalán y castellano, pero no todos los alumnos del sistema leerán los mismos textos, sino que las lecturas dependerán de la selección que haga su centro.
Con este nuevo paso que fuentes de Educació aseguran que "hacía años que se estaba trabajando con el sector", el sistema educativo catalán dejará atrás las antiguas pruebas memorísticas en las que se hacían preguntas concretas para asegurarse de que los alumnos se habían leído las lecturas obligatorias y abrirá la puerta a trabajar y promover la lectura desde una visión "más competencial" que permita relacionar diversas lecturas con distintos tópicos y temas literarios.
De hecho, las mismas orientaciones enviadas a los centros dejan claro no sólo que deben leerse obligatoriamente cuatro obras, sino que también hay que evaluarlas. Para ello, el mismo documento establece cuáles son los saberes literarios a tener en cuenta, y apunta que "hay que establecer vínculos intertextuales entre obras y otras manifestaciones artísticas en función de géneros, temas, tópicos, estructuras y lenguajes y reflexionar en torno a los elementos de continuidad y ruptura". Además, las mismas fuentes de Educació explican que el departamento está ultimando otro documento con ejemplos de actividades de evaluación que hará llegar a los centros próximamente y que servirá de guía para que se pueda aplicar este nuevo funcionamiento, que describen como "una oportunidad para redefinir el modelo y el papel y la función que debe tener la literatura catalana en la formación de los jóvenes con un abanico mucho más amplio de obras".