Oposiciones docentes

Ser profesor de instituto no interesa: sobran plazas antes de realizar las oposiciones

La mitad de especialidades de secundaria y FP tienen menos aspirantes que vacantes ofertadas

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Alumnos de un instituto de Barcelona

BarcelonaA finales del año pasado el departamento de Educación anunció que se cuadruplicarían las plazas que inicialmente se había previsto que estarían en juego cara a las oposiciones docentes de este mes de abril. Pasar de las 2.174 plazas previstas en una primera estimación a las 9.363 que constan en la oferta final parecía que debía ser un paso importante para abordar los problemas de falta de profesorado en los institutos. Ahora, cuando aún no se han celebrado los exámenes, los datos de aspirantes ya muestran que el problema está muy lejos de solucionarse. Según los datos recogidos por el sindicato Profesores de Secundaria (ASPEPC) a los que ha tenido acceso el ARA, de cuyas sesenta especialidades se pueden examinar los docentes de secundaria y FP, la mitad ya tienen menos aspirantes que el número de plazas convocadas.

En concreto, y según los cálculos de ASPEPC, 31 de las 60 especialidades para obtener una plaza fija en un instituto tienen un ratio entre aspirante y profesor inferior a 1, lo que implica que antes de pasar el filtro del proceso de selección ya se sabe que van a quedar vacantes sin ocupar. Como ya se había puesto de manifiesto en los datos recientes de la falta de profesores para cubrir sustituciones, entre las especialidades de las oposiciones en las que hay más plazas ofertadas que profesores que aspiran hay matemáticas, catalán o informática. De este modo, en el caso de lengua catalana y literatura se han aceptado 489 profesores para realizar las oposiciones, pero hay 555 plazas en juego. En la especialidad de matemáticas la diferencia entre demanda y oferta es aún mayor: en el caso (poco probable) que todos los aspirantes que se han presentado aprobaran y consiguieran una plaza, todavía quedarían un 32% de plazas sin adjudicar, ya que se han presentado 489 aspirantes por las 720 vacantes disponibles.

Tal y como ya ha sido una tónica habitual en los últimos cursos, el ámbito informático también sufre una falta importante de profesionales de la educación. En esta especialidad, casi la mitad de las vacantes (48%) para alcanzar una plaza fija quedarán vacías, aunque se presentaron 66 aspirantes. Ahora bien, existen determinadas especialidades de FP en las que el problema es aún más acusado y en las que, como mínimo, quedarán un 70% de las plazas ofertadas sin ser adjudicadas. Son especialidades como sistemas electrónicos, sistemas y aplicaciones informáticas u organización y proyectos de sistemas energéticos.

A esta falta de aspirantes hay que sumarle un factor más que hará que queden más plazas por adjudicar: la diferencia entre aspirantes y plazas se da cuando todavía no se han celebrado los exámenes y, teniendo en cuenta que a las oposiciones del pasado año un 33% de los aspirantes suspendió, es probable que al final del proceso aún queden más opciones para estabilizar una plaza docente sin aprovechar. Habrá que ver cómo gestiona Educación estas plazas sin adjudicar y cómo reaccionan los 4.129 aspirantes que aprobaron las oposiciones del pasado año y se quedaron sin plaza.

Exceso de procesos y desgaste

El déficit de docentes interesados ​​en realizar las oposiciones que se celebrarán en pocas semanas llega después de que entre 2022 y 2023 se hayan convocado más de 36.000 plazas fijas por docentes entre primaria, secundaria y FP. Según apunta el secretario de ASPEPC, Xavier Massó, este conjunto de procesos ha hecho que muchos interinos pasen a ser funcionarios en los últimos cursos y, por tanto, ya no participen en estos concursos. Ahora bien, el sindicalista advierte que esto no es una justificación, ya que "hay tantas plazas como sombreros y si se convocan es porque están vacantes que existen en los centros educativos".

Massó insiste en que esta discordancia entre aspirantes y plazas demuestra el problema que vive Catalunya respecto a la profesión docente que, a su juicio, cada día está más desprestigiada. "Antes se escogía por convicción y ahora muchas veces quien opta por la docencia es porque no tiene otra opción", insiste. Y asegura que hoy en día existen mejores condiciones en las empresas que en los institutos públicos y que esto, sumado al aumento de requisitos para ser docente como el máster de secundaria o el título del C2 de catalán que se pedirá en un futuro, están haciendo que se pierda interés en el oficio de educar.

En este sentido, fuentes del departamento de Educación coinciden en que en algunas especialidades como filología faltan titulados y que en otras como informática sufren la competencia de la empresa privada. Por eso, dicen, están trabajando para fomentar de diversas formas el acceso a la función docente y la flexibilidad entre especialidades.

Según la portavoz de USTEC, Iolanda Segura, a estas trabas también hay que añadir otros dos factores. Este año las oposiciones se realizan en abril, cuando la mayoría de las veces se han hecho en verano. Esto hace que los opositores tengan que estudiar mientras trabajan y que algunos opten por no presentarse. Segura también atribuye la falta de aspirantes a un "importante desgaste" de los docentes que no han logrado plaza ni en el concurso de méritos ni en los dos procesos de oposiciones que se han hecho en los últimos años. Explica que son docentes que llevan poco tiempo trabajando y que, teniendo en cuenta que la antigüedad es un factor relevante para acabar ganando una plaza, deciden esperarse a otras convocatorias. "La gente está cansadísima, y ​​por eso no se presentan", asegura.

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