Quedarse en blanco y pasar vergüenza: la mayoría de universitarios se angustia al hablar en público
Un estudio concluye que dos tercios de los estudiantes de todo el Estado nunca han recibido formación en oratoria
BarcelonaLa mayoría de los universitarios (77,5%) nunca han recibido clases de oratoria en la escuela y el instituto, y los que sí que han recibido (22,5%) sólo han dedicado una media de seis horas en todas las etapas educativas. Estas son las conclusiones de un estudio del Observatorio Social de la Fundación La Caixa realizado a partir de encuestas a 2.400 estudiantes de entre 18 y 25 años de todo el Estado. El análisis constata que las clases de lengua se centran demasiado en el análisis del lenguaje y no tanto en la aplicación práctica de la lengua, lo que penaliza a los jóvenes a la hora de realizar presentaciones orales, así como improvisar o controlar el tiempo y el ritmo cuando hablan en público.
El estudio concluye que los estudiantes sólo hacen, de media, dos presentaciones al mes, a las que dan mucha importancia. Ante esta situación, tres de cada cuatro encuestados aseguran que se han quedado en blanco cuando iban a hablar en público, y la mitad afirman que han pasado una situación complicada o vergonzosa. Uno de cada cuatro también se ha quedado afónico. Muchos de ellos señalan también la ansiedad que les genera realizar una exposición y, de hecho, de media, los universitarios puntúan la angustia que sufren en un 4 sobre 7.
"Estos resultados apuntan a la necesidad de incrementar los esfuerzos por implantar o reforzar la formación en comunicación oral en las diferentes etapas educativas, teniendo en cuenta la relevancia que tienen en el futuro profesional de los estudiantes, especialmente entre los estudiantes de ciencias", resume Emma Rodero, investigadora del departamento de Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y autora del estudio.
La oratoria es el arte de expresarse en público de manera elocuente, es decir, de saber captar la atención de quien te escucha, de enviarle un mensaje claro y conseguir una respuesta determinada. En el ámbito académico esta reacción que se espera va desde convencer a los profesores de que se tiene dominio de todo el temario hasta asegurarse la mejor nota posible en un trabajo en grupo. "Pero a veces, aunque esté más o menos preparado, las presentaciones orales pueden jugar malas pasadas", afirma Rodero.
Los de ciencias, los más preocupados
La investigación publicada este jueves concluye que dos tercios de los estudiantes universitarios encuestados nunca han recibido formación en esta habilidad oral y que, en cambio, el 93% creen que debería ser obligatoria porque "se trata de una competencia clave para su carrera y su futuro profesional".
Según el estudio, existen diferencias dependiendo del ámbito de estudio de los universitarios. Así, los alumnos que han cursado grados de ciencias son los que afirman con mayor frecuencia que existe esta carencia competencial (82%), seguidos de los estudiantes de artes y humanidades (80,8%). En tercer lugar, están los estudiantes de ciencias de la salud (79,8%); en cuarto lugar, los de ingeniería y arquitectura (78,8%) y, en quinto lugar, los de ciencias sociales y jurídicas (74,4%).
Según los estudiantes encuestados, los aspectos fundamentales a la hora de hacer una presentación oral y los que querrían tener son, principalmente, dominar el miedo escénico y responder de forma clara a las preguntas del público. También creen que les sería útil saber cómo controlar la postura corporal, expresarse con la voz y los gestos y mostrar empatía mediante la sonrisa y el contacto visual.
Por tipos de centros que imparten la formación en oratoria, las instituciones públicas encabezan la lista (68%), seguidas de los centros de educación privada (33%) y, a gran distancia, las empresas (5,3%) , los servicios de empleo (4%) y los centros concertados (2,1%). El 63% de los estudiantes cree que los conocimientos adquiridos han sido suficientes y que tienen un nivel medio-alto. Con todo, Rodero subraya que la mayoría informan de "numerosos" problemas a la hora de realizar presentaciones en público y experimentan un nivel alto de ansiedad. "Por tanto, es evidente que es necesario reforzar esta competencia esencial en la educación", concluye.
