Vencer el absentismo y los suspensos inspirándose en una escuela de Albacete
El IE Mediterrani ha vivido un cambio radical y ha disparado el número de aprobados en las competencias básicas
BarcelonaEn los últimos cinco años, la segregación escolar en Cataluña se ha reducido un 20% en el caso de los alumnos extranjeros y casi un 40% en lo que se refiere a los alumnos con necesidades educativas específicas. A pesar de la mejora generalizada a raíz del Pacto contra la Segregación Escolar (PSEC), según los datos de la Fundació Bofill, el sistema educativo catalán todavía tiene 410 centros educativos fuertemente segregados y la Síndica de Greuges pide un plan de choque para 250 escuelas e institutos catalanes que están "guetizados".
Uno de los centros que hace quince años se encontraba en una situación similar es el IE Mediterráneo de Tarragona: "La escuela atravesaba una situación muy delicada en cuanto a la asistencia, lo que comportaba unos resultados educativos bajos y muchísimas dificultades de participación de las familias en el proyecto", recuerda la directora actual, Cristina Lara. Cuando el equipo que ahora dirige el centro empezó a trabajar el curso 2011-2012, en este instituto escuela de Tarragona los datos eran dramáticos : tenían un 50% de absentismo y sólo un 8% de alumnos superaban las competencias básicas. estigmatización de la escuela.
"Empezamos a buscar centros que estuvieran en una situación similar a la nuestra para que nos echaran una mano y acabamos encontrando el Colegio La Paz de Albacete, que tenía problemas parecidos en cuanto al absentismo y la convivencia. Hablando con ellos nos lo dijeron bien claro: 'Deben convertirse en una comunidad de aprendizaje'", explica Lara.
Las comunidades de aprendizaje son un proyecto que se centra en implicar a todos los agentes que influyen en aprendizaje (profesores, alumnos, equipo directivo, familias, asociaciones vecinales...) para que apliquen actuaciones educativas que se haya demostrado científicamente que tienen éxito. la Facultad de Pedagogía de la Universidad Rovira i Virgili.
A grandes rasgos, la apuesta se basó en cuatro grandes ejes. , para acelerar el aprendizaje y mejorar la convivencia", detalla la directora, que insiste en la importancia de que los alumnos de un mismo grupo sean diferentes y aleja la idea de separar a los alumnos por niveles o afinidades. También crearon las tertulias dialógicas con las que, una vez a la semana, se trabaja la literatura clásica universal bajo los principios del aprendizaje dialógico para potenciar la comprensión lectora, pero también para fomentar el espíritu crítico a través del diálogo.
La relación con las familias ha sido clave para mejorar la situación del centro y, por este motivo, también se ha apostado por ofrecer formación a familiares y dar la opción para que padres y madres se queden en la escuela mientras les hijos dan clase. Para conseguir una mayor cohesión, se han creado comisiones mixtas para que alumnos, padres y profesores decidan juntos aspectos del día a día de la escuela, como el tipo de salidas o las extraescolares. Además, también ha sido esencial trabajar en lo que ocurre fuera del horario lectivo creando una biblioteca tutorizada durante las tardes (aunque tanto en primaria como en secundaria se hace horario partido), así como la puesta en marcha de un casal de verano en julio.
El resultado de este proceso de transformación ha sido que ahora el absentismo se ha reducido hasta el 16% y más del 95% de los alumnos superan las competencias básicas, además de dar la vuelta a la percepción que la ciudad tenía de escuela. "Hemos roto muchas barreras, pero nada de lo que hemos hecho nos lo hemos inventado nosotros, todo está demostrado científicamente", insiste la directora.
