Medio ambiente

España al nivel de Nigeria y Chad: éste es el ranking de países más castigados por la crisis climática

Un informe global estima que la emergencia climática ha provocado pérdidas de 192.352 millones de euros en veinte estados

El municipio valenciano de Chiva fue uno de los más afectados por la dana de 2024.
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BarcelonaLa crisis climática causa pérdidas económicas y humanas en todo el mundo y, detrás, se esconden cambios lentos, invisibles ya menudo difícilmente cuantificables. Con la voluntad de tener una perspectiva general de las consecuencias de la emergencia climática y subrayar la importancia de las políticas de adaptación y mitigación, el Climate Risk Index de la organización independiente Germanwatch publica anualmente las pérdidas económicas que provocan los fenómenos extremos en los veinte países más golpeados por esta problemática.

Con motivo de la COP30 de Belém, los creadores de este índice han publicado la valoración de los estragos documentados en 2024 y contiene una novedad que nos afecta de cerca: España ha entrado por primera vez en el ranking de los veinte países más afectados por la crisis climática en el mundo. De hecho, es el único estado europeo que tiene representación en este listado, y comparte posiciones con países como el estado insular Saint Vincent y las Granadinas, el país caribeño Granada, Chad, Papúa Nueva Guinea y Nigeria. En el listado también figuran Nepal, Filipinas, Vietnam, Brasil, Bangladesh y Chile.

La estadística implementada por Germanwatch analiza las consecuencias de cinco eventos extremos concretos: las sequías, las inundaciones, las oleadas de calor, las tormentas y los incendios. Además, añade un sexto indicador en el que se representan otras afectaciones como son las oleadas de frío, los deshielos o el movimiento de masas. Según el cálculo, todos estos eventos han causado este año una pérdida de 192.352 millones de euros en los veinte países más afectados por la crisis climática.

El cost econòmic dels fenòmens extrems en el 2024
Xifres en dólars

Las mayores pérdidas económicas son, de lejos, las causadas por las tormentas, con un coste de 148.338 millones de euros, que representa un 77% del total afectado por la crisis climática. En segunda posición, se sitúan las inundaciones con 28.160 millones de euros (15% de las pérdidas anuales totales) y, en tercera posición, la sequía, con 11.460 millones de euros (6%). Para la elaboración de este ranking, los académicos han tenido en cuenta el número de pérdidas humanas, los costes económicos y la población afectada por los fenómenos naturales extremos.

Los estragos de la dana en la Comunidad Valenciana concentran una parte considerable de las pérdidas económicas por inundaciones en todo el mundo. De hecho, el propio informe de Germanwatch se afirma que ha sido "la peor catástrofe natural de la historia reciente" del país. Concretamente, el coste económico por las inundaciones es de 9.450 millones de euros, lo que equivale al 2,24% del PIB español. Los fenómenos extremos de esta magnitud son relativamente nuevos en el Estado, pero es una realidad que sigue la tendencia global. Las gotas frías son un 12% más virulentas y tienen lugar el doble de veces en comparación con un mundo sin crisis ecológica.

Pronósticos conservadores

Sin embargo, estos indicadores son pronósticos conservadores, que se basan en los datos internacionales de Desastres EM-DAT, las cifras del Banco Mundial y los análisis socioeconómicos del Fondo Monetario Internacional. Además sólo cuantifican los daños directos de estos fenómenos sin tener en cuenta las externalidades, y no representan el total de pérdidas que genera la crisis ecológica. Las pérdidas por el declive de la productividad agraria debido a los aumentos de temperatura o los costes de la sanidad pública que genera el empeoramiento de la salud de la población debido a las emisiones de gases de efecto invernadero no están cuantificados por no ser causados ​​por fenómenos naturales extremos.

En cambio, estudios como éste sirven para subrayar la necesidad de incrementar la inversión en acciones de adaptación, mitigación y financiación por aquellos territorios que más reciben los impactos de esta emergencia y menos han contribuido a ello. De hecho, el propio secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Simon Stiell, ha sido firme al señalar la relación directa entre la falta de acción para paliar la crisis ecológica y el aumento de pérdidas, estancamiento e inflación en sus economías. "Ninguna nación puede permitirse no actuar, ya que los desastres climáticos reducen el PIB en dos dígitos", aseveró Stiell desde Belém.

Esta misma dinámica puede verse en los dos primeros países que encabezan el ranking de Germanwatch: el impacto económico de los efectos meteorológicos extremos afectan al 20% del PIB, en el caso de Saint Vincent y las Granadinas, y al 16,95% del PIB, en cuanto a Granada. A pesar de la actual situación y la perspectiva futura, existe el conocimiento y la capacidad económica necesaria para hacer frente a estos efectos de la crisis ecológica. El informe de Gates Cambridge de este año apunta a que la inversión en mitigación es la más efectiva en términos económicos. No sólo reduciría los impactos ambientales sino que minimizaría los daños económicos devolviendo entre cinco y catorce veces la cantidad invertida. Ahora bien, la clave está en actuar en los próximos veinte años, puesto que la inacción de las siguientes décadas puede causar situaciones de no retorno.

¿Cómo se prepara Cataluña?

Cataluña ha sido pionera en el Estado y en las naciones del sur de Europa con la aplicación de políticas públicas para adaptarse y mitigar los impactos de la crisis climática. Sin embargo, ante el empeoramiento de las proyecciones de eventos futuros, es necesario preparar un nuevo paquete de ayudas. Desde la COP30 de Belém la delegación de la dirección de Cambio Climático y Calidad Ambiental ha anunciado una nueva línea de ayudas de 15 millones de euros dirigida a ayuntamientos y consejos comarcales para que puedan realizar acciones de mitigación y adaptación a la crisis climática. La financiación extra proviene del llamado Fondo Climático de Cataluña, que está nutrido con el 50% de los ingresos obtenidos con el impuesto sobre las emisiones de COâ‚‚ de los vehículos y el 20% de la recaudación del impuesto sobre las instalaciones que inciden en el medio ambiente.

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