Los estudiantes brillantes de FP, "discriminados" en el acceso a la universidad

Catalunya paga el primer curso de universidad a los alumnos con matrícula de honor en bachillerato pero no a los de ciclos superiores

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Una imagen de archivo de una clase universitaria

BarcelonaCuando fue a buscar las notas finales al instituto, los profesores le dijeron que su 9,45 de media en el ciclo superior de educación infantil “no servía para nada”. Se lo decían porque a pesar de haber sacado matrícula de honor en el grado de formación profesional que ha estudiado durante los últimos dos cursos, Andrea Tenorio no podrá tener el primer año de universidad gratuito, como sí que pasa con los estudiantes de bachillerato con matrícula de honor. Catalunya es de las pocas comunidades autónomas –también pasa en el País Valenciano, por ejemplo– que hace esta diferencia. La denuncia de los alumnos, que lo tildan de “discriminación”, llega en un momento de auge de la formación profesional, en que las solicitudes se han disparado un 20% respecto al curso pasado.

“No me parece nada justo. Hay muchos que nos curramos la FP igual que los de bachillerato. ¿Por qué los de bachillerato tienen el primer curso gratis y nosotros no?”, se pregunta Andrea. Antes de saber que no le bonificarían el primer año de carrera a pesar de la matrícula de honor, Andrea ya tenía ganas de salir de “la burbuja” e irse de Girona para cambiar de aires, y ha elegido Andalucía, donde estudiará para ser maestra en la universidad. “No he venido a Málaga porque me sale gratis, ya tenía pensado hacerlo antes”, deja claro, pero admite que no pagar universidad el primer año ha jugado a favor. “Ir a estudiar a Barcelona era fácil, pero no era viable económicamente. El piso es muy caro y no podía contar con la bonificación de la matrícula. Este curso, entre el alquiler y los gastos en Málaga, pagaré solo 300 euros al mes”, compara. 

Laura Rocha también ha hecho números. Durante dos años, ha compaginado las clases del grado superior de educación infantil con el trabajo en una empresa de alimentación. “He puesto mucho esfuerzo”, reivindica. Una dedicación que ha sido recompensada con una matrícula de honor que será más simbólica que efectiva. “A mí me habría gustado ir a la universidad, pero económicamente no me lo puedo permitir. Si el primer año hubiera sido gratis, quizás habría podido ir”, asegura. Descartado, por ahora, el paso a la universidad, Laura seguirá trabajando y quizás hará cursos de inglés, para tener un pie en la formación.

Esta diferencia también indignó a Bel Mestre: "¿No dicen que quieren dar valor y salidas a la formación profesional?", pregunta. Su hijo sacó matrícula de honor en el ciclo superior que estudiaba en Mallorca, pero por recomendación de sus profesores, quiso estudiar ingeniería informática en la Universitat de Barcelona. En las Islas Baleares, como en Madrid o en Aragón, los alumnos de grado superior con las mejores notas sí que están exentos del pago del primer curso de universidad. Sorprendida porque en Catalunya esto no pasa, Bel envió una queja escrita al departamento de Investigación y Universidades denunciando una política que considera “discriminatoria”. “La Generalitat de Catalunya tiene las universidades más vanguardistas y quieren los mejores alumnos, tanto de bachillerato como de FP”, decía. 

"Los recursos públicos son limitados"

El departamento respondió a Bel diciéndole que aplicar la exención a los estudiantes de FP “es objeto de reflexión” pero que los recursos públicos son “desgraciadamente siempre limitados” y que hasta ahora se ha priorizado “el mantenimiento de la financiación de las universidades”. En declaraciones al ARA, la directora general de Universidades, Victòria Girona, confirma que el Govern está estudiando la posibilidad de ampliar las exenciones para los estudiantes de FP, pero que hasta ahora han pasado por delante “las ayudas en clave de equidad”, como la rebaja del 30% del precio de los grados y másteres –la Generalitat asumió 32 millones de euros– y la equiparación del precio de los másteres a los grados, que tuvo un impacto presupuestario de 9 millones de euros. 

El caso es que la bonificación del primer curso de universidad para los estudiantes que sacan matrícula de honor en el bachillerato es una decisión del gobierno español, aprobada en 1982 y, por lo tanto, “la Generalitat tiene que dar cumplimiento”, dice Girona. Ahora bien, lo hace sin compensar a las universidades. Es decir, son los centros universitarios los que asumen las matrículas que los estudiantes con las mejores notas no pagan y que suben a unos cuatro millones de euros cada año. Según Girona, ampliar estas bonificaciones a los estudiantes de FP costaría 1,5 millones de euros, aproximadamente, a pesar de que deja claro que es más complicado de calcular, porque no todos acaban en la universidad, como sí que pasa con los que vienen de bachillerato. Además, la directora general dice que hay que tener en cuenta “el tema de las notas”, porque considera que en la FP son “más laxas”. Los estudiantes que vienen de bachillerato y quieren entrar en la universidad tienen que hacer antes las pruebas de acceso a la universidad (PAU), mientras que los estudiantes de grado superior pueden entrar en las universidades sin hacer ninguna prueba de acceso previa, a pesar de que pueden hacer la selectividad si quieren mejorar su nota.

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