Francia prohíbe los platos y vasos desechables en los restaurantes de comida rápida

ParísLos restaurantes de comida rápida de Francia ya no pueden servir las patatas fritas, la bebida, la pizza, el café o las ensaladas en recipientes de cartón que después se tiran a la basura. Francia se ha convertido en el primer país europeo en prohibir la vajilla desechable, una medida para contaminar menos. Desde el 1 de enero, los fast food con más de veinte plazas están obligados a utilizar platos, vasos y cubiertos reutilizables, que puedan ir al lavavajillas. Solo se permiten los envases de papel y cartón para la comida que el cliente se lleva a casa.

La norma ha supuesto un gran cambio para las multinacionales con presencia en el país como por ejemplo McDonald's, Burger King, KFC o Domino's Pizza, que se han visto obligadas a cambiar su modelo de funcionamiento, sustituyendo las vajillas desechables por vajillas de plástico o porcelana, poniendo lavavajillas en las cocinas y modificando los muebles donde está situada la basura, donde el cliente deja la bandeja antes de marcharse. En muchos casos también se ha contratado a más personal.

Las multinacionales no han hecho público el coste para adaptarse a la nueva ley, pero, según explican fuentes de la cadena McDonald's al ARA, los cambios han comportado "retos operacionales y financieros importantes". La cadena BFMTV asegura que el coste se eleva a 100 millones de euros. Además, han sido necesarios dos años "para probar diferentes opciones, preparar los equipos e invertir masivamente" para poner en marcha los cambios que exige la nueva norma y se ha contratado entre una y dos personas más para cada restaurante. Desde el año pasado, algunos de los restaurantes de la marca ya habían probado la nueva vajilla reutilizable, y desde esta semana la mayoría ya se han adaptado totalmente a la ley. Según la cadena, son el 90% de McDonald's en Francia.

Vasos y cucuruchos de plástico

En París es donde se concentran la mayoría de restaurantes de las diferentes multinacionales de comida rápida que no han llegado a tiempo de hacer los cambios necesarios. El ARA ha visitado cuatro fast food de dos cadenas diferentes en la ciudad y solo uno funcionaba con vajilla reciclable, el McDonald's de Madeleine. La empresa ha elegido cucuruchos de plástico rojos para las patatas fritas, vasos de plástico transparente, boles blancos de plástico para las ensaladas y tazas de porcelana para el café. Las hamburguesas ya no se sirven en cajas de cartón, sino que están envueltas con un papel, el único elemento desechable permitido para evitar que los bocadillos se enfríen demasiado rápido.

Antes de marcharse, el cliente necesita más tiempo que antes para dejarlo todo en el lugar correcto e incluso se forman colas en las horas punta: en el mueble hay un agujero para dejar la vajilla vacía –que será lavada a 60 Cº, según se especifica–, pero antes se tiene que vaciar el líquido y los restos de comida. También tiene que dejar los embalajes de papel en otro agujero. Las instrucciones están en tres idiomas, francés, inglés y español, y el personal de la cadena pasa de vez en cuando para ayudar a algún cliente que no acaba de entender dónde tiene que tirar cada cosa.

Clientes que se llevan la vajilla

Durante los primeros días de funcionamiento con la vajilla reutilizable, los restaurantes se han encontrado con un problema añadido: hay clientes que deciden llevarse a casa platos y vasos. La prensa francesa ha destapado el fenómeno, pero McDonald's (la cadena con más fast food en Francia) no ha querido comentar la cuestión. Según asegura el diario Le Parisien, citando fuentes de la multinacional, los robos se dan sobre todo en los restaurantes situados en los lugares turísticos –la vajilla se ha creado exclusivamente para Francia– y la empresa confía en que con el tiempo se reducirán. Si esto no es así, una de las alternativas sería hacer pagar un depósito al cliente, como se hace en los conciertos y en los acontecimientos deportivos. Pero por ahora McDonald's prefiere no ponerla en marcha, dado que la medida obligaría a contratar a más personal y que los clientes hicieran otra cola antes de dejar el establecimiento.

Según el gobierno francés, el sector de la comida rápida en el país produce entre 180.000 y 220.000 toneladas anuales de residuos de platos, vasos y envases de cartón. "La economía circular es la clave: cambiar nuestro modelo de producción y consumo para limitar nuestros residuos, malgastar menos y proteger la biodiversidad", ha defendido en Twitter el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu.

La nueva norma es uno de los ejes de la ley francesa de antidesaprovechamiento para una economía circular, que busca reducir los embalajes –por ejemplo, en los supermercados– y fomentar los envases reutilizables para generar menos residuos.