La méteo

El "futuro de la meteorología" de Cataluña: doce jóvenes retransmiten el tiempo en los Pirineos las 24 h

El Proyecto 4 Estacions tiene repartidas 27 cámaras que emiten imágenes en directo desde las montañas

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Cuatro miembros del Proyecto 4 Estaciones, en la Vallfosca (Pallars Jussà)

GeronaUna ventana abierta las 24 horas del día, y durante todo el año, para monitorizar el tiempo que hace en los principales puntos del Pirineo. Éste es el objetivo que quiere conseguir el Proyecto 4 Estaciones, una iniciativa sin ánimo de lucro de doce jóvenes apasionados por la meteorología que han instalado una treintena de cámaras de vídeo en diferentes lugares estratégicos de la cordillera de Cataluña y Andorra. Tienen entre 22 y 28 años, todos han realizado grados universitarios relacionados con el estudio del clima y con su iniciativa buscan hacer que todo el mundo pueda seguir en directo los fenómenos atmosféricos de las montañas.

"Tenemos un amplio despliegue en el Pirineo porque es la zona más variable, con nueve cámaras por encima de los 2000 metros, que permiten saber a los excursionistas y amantes de la montaña cómo está el terreno y les ayuda a planificar salidas", comenta Jan Ponsa , estudiante de tercer curso de geografía y presidente del grupo. En su página web (projecte4estacions.com), emiten señal en vivo desde Beget, Vall de Boí, Llívia, el Refugio de Malniu o la estación de montaña de Vallter, a 2.500 metros.

En un día tranquilo, las cámaras generan poco tráfico de usuarios, pero cuando hay temporales, la grabación es impresionante y las visitas se disparan. "Poder ver una ventisca [cuando una ventolera levanta la nieve del terreno] en directo genera mucho interés. Seguir el radar está muy bien, pero, cuando tienes la imagen de rachas de viento de 130 km/h que dan la vuelta a los telesillas , es muy impactante", añade el joven.

La meteorología, una obsesión

Para este grupo de amigos universitarios de Cataluña, seguir, comentar y observar la evolución de las nubes, los anticiclones y las temperaturas es una auténtica pasión. "La meteorología es una afición como cualquier otra, pero con la diferencia de que, como cada día pasan cosas y hay nuevos datos por analizar, se convierte en una obsesión", reconoce el vicepresidente del proyecto, Raimon Pujol, osonense de 27 años .

Es verdad que, en Cataluña, hay mucha afición por los mapas del tiempo y, en las redes numerosos perfiles comentan cada día las previsiones con datos y radares más elaborados que los que aparecen en los telediarios. Ahora bien, son sobre todo público adulto, en su mayoría jubilados, que incluso tienen sus propias estaciones de medida en casa. "Es poco frecuente que los jóvenes nos interesemos por estos temas, pero lo hacemos con muchas ganas y nuestra forma de hacer. Somos el futuro de la meteorología en Catalunya", afirma Pujol. Tampoco es casualidad que, en el grupo, sean sólo chicos, puesto que en este sector cuesta encontrar público femenino. Ahora, sin embargo, ha contactado con ellos la primera chica interesada en incorporarse al proyecto próximamente.

La importancia de la imagen

El impulsor de la iniciativa fue el propio Ponsa. "En el 2018, cuando hacía tercero de ESO, me aficioné mucho a la méteo, me hice una cuenta de Twitter para ir comentando y divulgando el conocimiento en las redes”, dice. Y continúa: "Entonces me di cuenta de que, más allá de los datos de las estaciones, faltaba poder tener una cámara disponible para observar visualmente el tiempo".

Sin embargo, coordinar toda la disposición de las cámaras y realizar su seguimiento no es trabajo fácil. Hay que desplazarse hasta el lugar estratégico, muchas veces realizando excursiones de cuatro o cinco horas hasta refugios de montaña, y realizar la instalación oportuna. Tienen que ser cámaras muy profesionales, preparadas para superar heladas y temperaturas de más de diez grados negativos, y se necesita una fuente de alimentación, como una placa, que las mantenga siempre encendidas. Además, muchas veces se colocan en puntos donde no existe cobertura y los jóvenes deben conectar una antena de conexión propia. "Todo esto tiene un coste y, para no perder dinero, contactamos con ayuntamientos, refugios o entidades turísticas que nos ayudan a subvencionar el proyecto, ya que entienden que con nuestro trabajo promocionamos su zona", explica Ponsa.

Y no sólo disponen cámaras que graban el tiempo en directo, sino que, en los puntos donde no hay estaciones meteorológicas cercanas y fiables que permitan adjuntar los datos de temperatura, viento o humedad, los miembros de 4 Estaciones también montan su propia estación meteorológica.

"Este final de enero ha sido muy sorprendente ver veinte grados en Andorra con poquísima nieve en las montañas", destaca Ponsa. Para los integrantes de 4 Estaciones, la imagen en directo de sus cámaras da pistas evidentes sobre los efectos de la emergencia climática: "Hagamos Timelapses, guardamos imágenes de retransmisiones antiguas y, comparando las capturas del pasado año, es bastante notorio cómo ha cambiado la temperatura en el Pirineo Oriental, donde prácticamente sólo queda nieve producida", certifica el presidente.

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