“Hay trenes pero pasan cada cuando les parece. Mejor coge el metro o un taxi”

BarcelonaEl día arranca para los usuarios de Cercanías como una repetición de la pesadilla y en la segunda jornada de huelga de los maquinistas de Renfe se han empezado a producir los primeros retrasos y cancelaciones por el "incumplimiento" de los servicios mínimos. Si ayer miércoles solo circularon la mitad de los convoyes dictados por la Generalitat, hasta las 7.30 horas de este viernes se ha podido prestar el 47% del servicio previsto, según ha confirmado la compañía.

“Hay trenes, pero pasan cada cuando les parece. Mejor coge el metro”. Es la recomendación de una informadora de Renfe a Leila, una usuaria que llega agobiada a la estación de Sants porque va con la hora justa para llegar al trabajo, en El Prat. “Lo intentaré con el metro, no lo he hecho nunca”, resume ella. “Los trenes circulan, pero no sé si tardarán mucho o nada”, repite la informadora a todo el mundo que se acerca buscando información sobre qué está pasando con su convoy o cómo buscar alternativas. A Ana Salgado le han aconsejado directamente que no se espere y que mejor que se vaya a buscar "el metro, el bus o un taxi" porque no hay ninguna certeza de los horarios de circulación. “Pues que Renfe me pague el taxi”, comenta indignada.

En esta estación se ha tenido que cerrar el acceso a los andenes durante unos minutos para evitar aglomeraciones y los viajeros se esperan en el vestíbulo hasta que se anuncia la llegada de sus trenes. Cuando los informadores han anunciado el de Cerdanyola-UAB, decenas de viajeros que hacía rato que esperaban han bajado hacia el andén entre gritos de "¡Vergüenza!", que han coreado por las escaleras mecánicas.

Los que llegan a Sants lo hacen fuera del horario previsto. Vanessa explica que ha salido de Sant Vicenç de Calders a las 7.40 horas, a pesar de que el tren estaba programado para las 6. Encima, dice que en el interior "iba a reventar" hasta el punto de que en algunas estaciones no se ha parado. Joan Barrios ha tardado dos horas y 15 minutos para hacer el trayecto desde Sant Joan Despí, que si todo va bien no tarda más de 20 minutos, y sin anuncio previo, el maquinista los ha dejado en vía muerta y cuando han llegado al andén desde donde salía otro convoy, él ya se había marchado. El joven tiene que ir hasta Sabadell y tampoco sabe si podrá llegar. "Es lo de siempre, no solo hoy por la huelga, no informan de nada: ¿cómo tenemos que fomentar el transporte público así?", se queja.

Durante todo el día de ayer la red de Cercanías fue un caos para los miles de usuarios que se vieron sorprendidos por la supresión de 417 convoyes y la circulación fuera de horario en todas las líneas, que convirtió viajes de poca distancia en auténticas carreras de obstáculos. La acumulación de personas en los andenes esperando la llegada de sus trenes obligó a la compañía a cerrar durante horas algunas estaciones y a parar el tráfico por la de Sants o Plaça Catalunya de Barcelona.

Esta mañana la compañía ha informado de que el servicio "se ha iniciado con irregularidad" y que desde primera hora se registran "retardos generalizados" en Cercanías a consecuencia de las paradas convocadas por el sindicato de conductores Semaf y a pesar de que se ha informado al colectivo de trabajadores de que la Generalitat había fijado el 85% como servicios mínimos el 27 de septiembre. Sin embargo, muchos maquinistas han ignorado el requerimiento y no se han presentado a sus lugares de trabajo.

El portavoz del Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf), Diego Martín, aseguró ayer que todos los conductores que recibieron la notificación que tenían que acudir a su lugar para cumplir con los servicios mínimos trabajaron, y afirmó que hay muchas cartas que se quedaron sin entregar por el "caos" del servicio de recursos humanos de Renfe.

El sindicato pide el restablecimiento de todas las circulaciones supresas por la pandemia y la adecuación de la plantilla a estas, y está en contra del traspaso de Cercanías a la Generalitat por la afectación, dicen, que podría tener para los trabajadores. En este sentido, reprocha al Grupo Renfe su "silencio e inacción" y critica que los deje "desamparados". Por el contrario, desde el Govern, el secretario general del departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio, Ricard Font, ve en la protesta y el caos generado un "motivo más" para exigir al gobierno español el traspaso "inmediato" del servicio.