Policía

Investigado un inspector por el móvil que grababa a escondidas las oposiciones de los Mossos

Una juez ha abierto diligencias penales contra él y, de momento, es el único imputado

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Un vehículo de los Mossos d'Esquadra, en una imagen de archivo.

BarcelonaA finales de septiembre se reunió el tribunal de los Mossos d'Esquadra que tenía que decidir los contenidos de las pruebas para ascender a intendente y a inspector y encontraron en un cajón un móvil con la grabadora activada. No tenía ni tarjeta SIM ni huellas dactilares. Además, era un modelo de teléfono que podía pertenecer perfectamente a un agente. La División de Asuntos Internos (DAI) abrió una investigación y también se envió la cuestión a los tribunales. Y ya hay el primero imputado: el inspector Jordi Hosta, que trabaja en la División de Evaluación y Servicios, pilotada por el mayor del cuerpo, Josep Lluís Trapero, declaró el pasado jueves ante la DAI y ahora la jueza ha decidido abrir diligencias penales en su contra, según ha avanzado El Mundo y ha podido confirmar el ARA. Después de que se suspendieran por el hallazgo del teléfono, este lunes ya se retomaron las pruebas para ascender a intendente y a inspector.

Según fuentes conocedoras de la investigación, Hosta formaba parte del tribunal evaluador que tenía que proponer candidatos a ser inspector –el rango que él actualmente tiene–. También, sin embargo, se había presentado a las oposiciones para ser intendente. Los dos procesos que están bajo sospecha judicial por la grabación secreta son los de inspector y los de intendente. Ahora, según las mismas fuentes, se ha abierto un expediente informativo a Hosta, que ha sido apartado de sus funciones en la División de Evaluación y Servicios, una unidad que se encarga de evaluar los dispositivos de la policía. Mientras no se aclara del todo qué ha pasado, el inspector ha sido trasladado al complejo de Egara, la sede central de los Mossos, a hacer otras tareas. También ha sido relevado del tribunal evaluador de los candidatos a ascender a inspector.

La DAI, que actúa como policía judicial, todavía no ha acabado su investigación y no se descartan más imputados. De momento, no han trascendido las explicaciones de Hosta ante la División de Asuntos Internos ni qué relación tiene con el móvil que grababa a escondidas. La causa la ha asumido la titular del juzgado de instrucción número 8 de Barcelona. Después del teléfono espía, Interior aplicó unas estrictas medidas de seguridad para los tribunales de las oposiciones, como inhibidores de teléfonos, destructoras de papel, más cámaras y cámaras seguras.

La División de Evaluación y Servicios (DAS) fue el destino que ofreció el departamento de Interior al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, después de ser destituido como jefe del cuerpo. La unidad está formada por una treintena de agentes y Hosta formaba parte de la escala alta de la sección. La DAS, según fuentes del departamento, está formada por el mayor al frente, un intendente y tres inspectores, entre ellos Hosta, que ya estaba ahí antes de que llegara Trapero. Los otros miembros de la división tienen un rango inferior. La función de esta unidad es inspeccionar los diversos operativos de los Mossos con el fin de detectar posibles disfuncionalidades organizativas, faltas de formación o deficiencias estructurales. Entre sus potestades también está la de proponer mejoras para hacer frente a estas carencias.

Momento de inestabilidad

El conflicto del móvil espía llegó en un momento complicado para los Mossos d'Esquadra e Interior, inmersos en una crisis interna que hace meses que se alarga. Las oposiciones para ascender a comisario, de hecho, fueron el choque definitivo entre el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y el comisario jefe de los Mossos, Josep Maria Estela, que acabó con el cese del jefe del cuerpo después de que Elena eligiera a cuatro mujeres y dos hombres para ascender y Estela se opusiera. El último conflicto de un tiempo inestable en la policía, marcado por las acusaciones de injerencias políticas de una parte del cuerpo hacia la dirección política, que se remontan hasta el cese de Trapero y la etapa de Eduard Sellent como jefe del cuerpo. En un contencioso administrativo, el intendente Toni Rodríguez, entonces jefe de la Comisaría General de Investigación, acusa al nuevo comisario jefe de presionarlo para que informara sobre causas políticas. En una entrevista el domingo al ARA, Elena avisó de que "actuaría" si tuviera constancia de estas injerencias.

Con este malestar latente, la ruptura personal entre Estela y Sellent en la nueva jefatura agrietó una dirección que se hizo añicos con el cese de Estela. Seis cambios en la dirección de los Mossos en seis años. Ahora, Interior intenta abrir una etapa de paz con el liderazgo de Sellent. Este lunes, de hecho, se reunió el Consejo de la Policía –encuentro del departamento con los sindicatos– para tratar de rehacer puentes.

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